Es una enfermedad reumática de las articulaciones, de naturaleza
inflamatoria, que viene acompañada de todos los signos característicos
de la inflamación (hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor), los cuales
se presentan en una o varias articulaciones. El dolor se siente
independientemente de los movimientos que se hagan y hace sufrir al
enfermo tanto durante el día como en la noche. Además, esta enfermedad
produce rigidez en las articulaciones, con la consiguiente molestia para
quien la padece.
Desde el punto de vista médico, hay diferentes tipos de artritis. La
gravedad del problema nos indicará la gravedad del bloqueo emocional,
mental y espiritual existente.
En general, la artritis se manifiesta en personas que son duras consigo
mismas, que no se conceden el derecho a detenerse o a hacer lo que les
gusta, y además les resulta difícil pedir lo que necesitan. Prefieren
que los demás las conozcan lo suficiente para ofrecerles lo que
precisan. Cuando los demás no responden a sus expectativas, se
decepcionan y sienten amargura y rencor. Incluso pueden abrigar deseos
de venganza, aun cuando se sientan impotentes. Esto les hace
experimentar una ira que reprimen muy bien. Poseen un sentido crítico
interno muy fuerte.
El lugar en el que se presenta la artritis indicará qué área de su vida
es la afectada. Por ejemplo, si es en las articulaciones de las manos,
le beneficiaría adoptar una actitud diferente al trabajar con ellas. Si
necesita ayuda debe pedirla y no esperar a que los demás utilicen la
telepatía o adivinen que desea que la ayuden.
Las personas que padecen artritis tienen un aspecto de docilidad, pero
en realidad viven con una gran ira interna y rechazan profundamente este
sentimiento. Al igual que la artritis, también las emociones nos
paralizan, por lo que estas personas se beneficiarían si dejaran de
acumularlas.
Si padeces artritis, revisa por qué te resulta tan difícil pedir lo que
necesitas. Si es porque crees que haciendo lo que te gusta vas a
exagerar y a volverte egoísta, te sugiero que revises si esto es cierto.
También te ayudaría consultar la definición de la palabra "egoísta".
Acepta la idea de que te puedes permitir decir "no" cuando no quieras
realizar algunas tareas y, si te decides a llevarlas a cabo, debes
hacerlas con placer y sin criticarte internamente.
Si te impones muchos deberes porque buscas reconocimiento, confiésalo y
reconoce que lo haces por ti y no porque alguien te obligue. Concédete
el derecho de buscar reconocimiento haciendo cosas para los demás. Si
realizas tus tareas con alegría en lugar de criticarte mentalmente, la
vida te parecerá más agradable y te volverás más flexible y ágil.
Se define la artritis como la inflamación de una articulación. Puede
afectar cada una de las partes del sistema locomotor humano: los huesos,
los ligamentos, los tendones o los músculos. Se caracteriza por
inflamación, rigidez muscular y dolor que corresponden, en el plano
metafísico, a un cierre, crítica, pena, tristeza o ira.
Simbólicamente hablando, la gracia y la libertad de movimiento son las
principales cualidades, vinculadas a la articulación. Cuando se vuelve
ésta inflexible, o cuando se endurece, la artritis está asociada a
cierta forma de rigidez de mis pensamientos (pensamientos
cristalizados), de mis actitudes o de mis comportamientos, de tal forma
que todas las emociones profundas que debería expresar normalmente, lo
son por la manifestación física de esta enfermedad.
Así, la artritis se produce si soy demasiado inflexible, demasiado
exigente, testarudo, intolerante, muy moralista, criticón, restringido o
demasiado orgulloso con relación a mí - mismo, a los demás o a las
situaciones de mi existencia.
Un sentimiento de impotencia acompaña habitualmente el sufrimiento que me frena.
Vivo el sentimiento particular de estar mal amado, de no estar amado y
apreciado a mi justo valor, lo cual me trae mucha decepción y amargura
frente a la vida y mal humor.
Manifiesto entonces un espíritu excesivamente racional.
Crítico con frecuencia todo o nada porque tengo miedo a la vida y siento
frecuentemente una forma de inseguridad crónica. Me siento explotado:
hago acciones y pongo gestos más para complacer a los demás que por real
voluntad e interés, de tal modo que digo “sí” por deber cuando, en
verdad, es “no”.
Quizás haya vivido un traumatismo de infancia y me inhibo ahora mis
emociones, sin admitir lo que sucedió (ocultación) porque “sufrí mucho
en tal experiencia y me permito inconscientemente censurar y quejarme
para que los demás puedan comprender hasta qué punto padecí”. Esta
manifestación se relaciona con el sacrificio de sí.
La artritis también puede proceder del modo en que me trato o trato a los demás con relación a la crítica.
La artritis también provoca una especie de acción retrógrada; tengo la
sensación de volver atrás en el plano energético, como si se me indicara
hacer algo más en una dirección diferente, en vez de ir hacia delante.
Ya que mi miedo, mi débil valoración propia y mi rigidez hacen que se
creen profundas emociones referentes al porqué, el cómo o a la dirección
de mis movimientos en la vida, puedo tener el sentimiento de estar
obligado, restringido, inmovilizado o encerrado. Entonces, sentiré una
incapacidad a doblar (mi actitud), a ser mentalmente flexible o capaz de
abdicar. La articulación artrítica me indica lo que vivo y me da más
informaciones.
Al nivel de las manos (dedos), la pregunta es:
¿Estoy realmente haciendo lo que deseo y lo que quiero hacer? ¿Mis
propios asuntos están “bien entre mis manos”? ¿Hay gente a quienes ya no
tengo el gusto de “dar la mano”?
Mi libertad y mi espontaneidad en “manejar” lo que sucede en mi universo están limitadas por mi rigidez y mi dureza.
A nivel de los codos:
“Estoy inflexible a los cambios de direcciones por tomar en mi vida?
Permito a los demás ser libres y expresar su pleno potencial?
En las rodillas:
Frente a quién o qué tengo la sensación de tener que arrodillarme y delante de quién o qué no quiero doblar?
A partir de ahora, compruebo mis verdaderas intenciones con relación al amor.
Debo cambiar mi modo de pensar y adoptar una nueva actitud frente a las situaciones de mi vida.
Quedándome abierto al amor que está omnipresente (por todas partes) y
expresándolo de modo más honesto, libre y espontáneo, mi corazón será
radiante y respetaré a los demás tanto como a mí - mismo.
Amistad, comprensión y perdón son ahora disponibles para mí.
La artritis reumática se considera actualmente como la afección articular más grave.
Suele estar generalizada al conjunto del cuerpo en vez de una sola articulación.
El sistema inmunitario está tan enfermo que empieza a auto - destruirse,
atacándose al tejido conjuntivo de las articulaciones (colágeno), de
tal modo que se puede temer el riesgo de una lisiadura generalizada con
dolor e hinchazón articular.
Es directamente un achaque de mi propio yo, porque las fuertes emociones de rencor y dolor no consiguen expresarse.
La artritis reumatoide está vinculada a un profundo desprecio de sí, a
un odio o a una rabia inhibida desde hace tiempo, a una crítica de sí
tan intensa que esto afecta la energía más fundamental de mi existencia.
Viví experiencias en las cuales me sentí avergonzado o culpable.
Es la manifestación de una crítica mucho más importante frente a la
autoridad o a todo lo que representa la autoridad para mí: individuo,
gobierno, etc.
Rehúso doblarme a esta autoridad, poco importan las consecuencias!
Es como si ‘estuviese rumiando” constantemente la autoridad, criticándola.
Mi movilidad se vuelve limitada y no consigo expresarme libremente (en
particular en el caso de ciertas direcciones por tomar y que debo
comunicar con mi entorno de un modo fluido y gracioso) porque mis
articulaciones son demasiado dolorosas.
Mi cuerpo se vuelve rígido, igual como mis actitudes. No consigo
expresar mis fuertes emociones y tengo la sensación de estar
constantemente oprimido y subyugado. Entonces adopto comportamientos de
recogimiento, auto - sacrificio, y rumio mis emociones sin poder
expresarlas.
“Sirvo de víctima propiciatoria sacrificándome a una causa cualquiera”; siempre están encima mío”.
La apertura a nivel corazón es esencial si quiero liberar todas las
emociones que envenenan mi existencia. A partir de ahora, recobro mi
pleno poder sobre mi vida, empezando por amarme y por aceptarme tal como
soy.
¡Tomo el lugar que me corresponde!
ARTROSIS.
Esta enfermedad afecta a las articulaciones de una manera crónica, pero
se diferencia de la artritis en que no presenta signos inflamatorios.
Las personas que la padecen sufren sobre todo al despertar en las
mañanas y les lleva un cierto tiempo poder mover la articulación
enferma.
La articulación artrosada suele estar limitada para realizar algunos movimientos, y se puede romper.
Existe una similitud muy grande entre la artritis y la artrosis, salvo
que en esta última la persona que la padece siente mucha ira y rencor
hacia otra persona y no hacia sí mismo, como ocurre en el caso de la
artritis. No se hace cargo de su responsabilidad y prefiere culpar a
otros de sus desgracias. Alimenta un sentimiento de injusticia. Le
beneficiaría tener más compasión hacia los demás y cultivar el
entusiasmo.
Es igual al bloqueo mental de la artritis. Si padeces artrosis, revisa por qué te resulta tan difícil pedir lo que necesitas.
Si es porque crees que haciendo lo que te gusta vas a exagerar y a
volverte egoísta, te sugiero que revises si esto es cierto. También te
ayudaría consultar la definición de la palabra "egoísta".
Acepta la idea de que te puedes permitir decir "no" cuando no quieras
realizar algunas tareas y, si te decides a llevarlas a cabo, debes
hacerlas con placer y sin criticarte internamente. Si te impones muchos
deberes porque buscas reconocimiento, confiésalo y reconoce que lo haces
por ti y no porque alguien te obligue.
Concédete el derecho de buscar reconocimiento haciendo cosas para los
demás. Si realizas tus tareas con alegría en lugar de criticarte
mentalmente, la vida te parecerá más agradable y te volverás más
flexible y ágil.
La artrosis es la manifestación intensificada de la artritis.
Es una enfermedad de desgaste articular de los huesos, de origen
mecánico y no inflamatorio como la artritis, una agravación profunda de
la estructura ósea, localizada o habitualmente generalizada al conjunto
del cuerpo.
Sin embargo, las articulaciones sometidas a importantes esfuerzos
mecánicos son las que más están afectadas, como las de la columna
vertebral (vértebras cervicales [del cuello], vértebras lumbares [parte
inferior de la espalda]), de las caderas, de la mano, de las rodillas,
de los tobillos.
El dolor que provoca es de origen “mecánico” y no inflamatorio y aparece
habitualmente después de un esfuerzo sostenido y desaparece en reposo
(esta enfermedad también lleva el nombre de reuma de desgaste).
Cuando padezco de artrosis, es como si aumentara más mis actitudes, mis
esquemas de pensamiento que hace que se repitan acontecimientos en mi
vida y mis pensamientos rígidos.
Esta enfermedad está vinculada a un endurecimiento mental, a una
ausencia de “calor” en mis pensamientos (el frío y la humedad aceleran
la aparición de la artrosis), frecuentemente con relación a la
autoridad.
Es la motivación exagerada por cumplir una acción sin buscar el reposo o
el equilibrio (me doy hasta el fin de mis límites, sin pararme para
saber si me exijo demasiado), una impresión de soportar una persona o
una situación que ahora se ha vuelto intolerable, o una fuerte reacción
inhibida con relación a una forma cualquiera de autoridad. Soy muy
intransigente y rígido hacía mí - mismo.
¡Mi cuerpo me habla y tengo interés ahora en escucharle!
Puedo integrar esta enfermedad empezando a aceptar conscientemente que
vivo una ira y que mis pensamientos son rígidos. La energía que fluye a
través mío es fluida, armoniosa, en movimiento.
¡Quedándome abierto de corazón a esta energía y reconociendo que tengo que cambiar algo
fuente: aqui
Buenísimo y enriquecedor. Felicidades!!!
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