Se dice que la Turquesa es la piedra más popular utilizada como amuleto y
se le atribuyen un gran ramillete de propiedades protectoras. Está muy
estrechamente ligada con el éxito y la buena suerte porque posee grandes
poderes para proteger a su portador contra el fracaso. Además nos
preserva contra la pobreza según canta un dicho popular que asegura que
"la mano que lleva una turquesa no conoce nunca la pobreza". Es eficaz
contra el veneno y los problemas de salud y, según se afirma, protege a
su propietario contra la falta de éxito en la caza.
Durante la antigüedad fue muy utilizada tanto por sus propiedades
mágicas como en representaciones artísticas. Para los aztecas era la
"piedra de los dioses" y la utilizaron como amuleto poderoso contra el
mal y en sus armas con el fin de aumentar su eficacia en el ataque.
También la emplearon en máscaras, escudos y cuchillos ceremoniales. Los
antiguos egipcios, que crearon joyas de gran belleza, usaron la turquesa
para confeccionar tanto sus adornos como sus amuletos. El escarabajo,
por ejemplo, se elaboraba con este mineral, y los "pectorales", como el
encontrado sobre la momia de Tutankamon, estaban elaborados en oro
cincelado con incrustaciones de turquesa y otras piedras preciosas. En
otros lugares se consideraba un eficaz amuleto contra el mal de ojo y
otras desgracias, además de proteger a los marineros contra los ataques
del mar. De color azul opaco y brillo de cera emerge como un reconocido
amuleto en los viajes. Se dice que grandes viajeros como Cristóbal
Colón, Vasco da Gama llevaban siempre consigo una piedra de turquesa.
Los árabes la denominaban "piedra de la suerte" y en Asia Central lo
consideran un importante amuleto que simboliza el valor y la esperanza.
En México es también muy popular como amuleto que proporciona buena
suerte. Conocida también como "la piedra turca", esta piedra se utiliza
mucho en collares, aros, anillos y armamentos para la cabeza. Se dice
que alarga la vida y proporciona una muerte pacífica, pero languidece
cuando la persona que la posee sufre un desengaño amoroso o enferma.
Entonces cambia su color a un tono más pálido. La Turquesa pertenece al
signo Acuario. Esta asociación con el signo significa que potencia los
aspectos positivos de este signo y minimiza los negativos.
Propiedades para el cuerpo
Es muy útil para personas sometidas a quimioterapia porque depura y
protege la célula de sustancias nocivas endógenas y exógenas. Protege
contra la polución ambiental y la contaminación química de los
alimentos. Favorece la regeneración de los tejidos, ligamentos y
tendones. Es por tanto muy útil para aquellas personas que padecen
torceduras frecuentemente. Gracias a ella podremos mantener la juventud
en la piel y llegar a la vejez sin dolencias. Buena en enfermedades por
intoxicación aguda o crónica y contra el veneno. Protege el sistema
respiratorio de dolencias respiratorias. Es un reconstituyente general y
bueno para los que padecen anorexia. Eficaz con los dolores de cabeza.
Propiedades para la mente
Representa la paz. Incrementa la sensación de bienestar y estimula el
sentimiento de alegría interior. Ideal para usar en meditación. Ayuda al
crecimiento personal. Aporta creatividad, paz, equilibrio emocional y
lealtad. Útil para las personas inactivas, demasiado emotivas o ansiosas
que se angustian con facilidad y para quienes están agobiados por las
obligaciones o se precipitan demasiado a la hora de tomar una decisión.
Favorece la facilidad de palabra y la comunicación con otras personas.
Por eso es muy útil para aquellos que tienen que hablar en público y
enfrentarse a un auditorio donde están obligados a exponer algún tema o
decir un discurso. Absorbe la negatividad y la melancolía y calma el
odio y la ira.
Protector de los animales
La Turquesa además de favorecer a las personas tiene la cualidad de
proteger también a los animales. En la antigüedad existía la costumbre
de utilizar esta piedra como amuleto protector de los animales. Todavía
hoy en Asia es muy frecuente adornar a los elefantes con turquesas,
posiblemente para protegerlos de cualquier mal. En Turquía se le llamaba
el "Talismán del Jinete" porque se pensaba que si un jinete llevaba una
de estas piedras nunca sufriría lesiones si caía del caballo en un
golpe de mala suerte. También durante la Edad Media se colocaba en la
brida de los caballos para evitar caídas y fracturas
fuente:aqui
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