lunes, 19 de mayo de 2014

La influencia del color


Hace tiempo ya que se sabe que ciertos colores provocan una reacción especial en el cerebro y que, según el color que se trate, así son los efectos que puede causar sobre las substancias neurotransmisoras cerebrales, acelerando o retardando las conexiones entre las células. En experimentos realizados se ha comprobado que si se introduce a una persona excitada en una habitación enteramente pintada de rosa vivo, existen muchas posibilidades de que se tranquilice enseguida y caiga en un estado de somnolencia.

Para obtener el efecto contrario bastará con trasladarla a otra sala de tonalidades celestes: en contados segundos desaparecerá la debilidad muscular ocasionada por el ambiente rosa. Todo parece significar que el popular dicho ver la vida en rosa, más que síntoma de felicidad lo sería de falta de energía. De otras pruebas realizadas con crías de ratones sometidas a diferentes tipos de iluminación, se desprende que las que habían crecido rodeadas de una luz verde se mostraban menos activas que aquellas cuya vida había transcurrido bajo una luz roja. Parece ser que el rojo provoca excitación y otorga energía.


Los colores se clasifican en fríos y calientes, según sus longitudes de onda; primarios y secundarios, etc...pero además de estas clasificaciones tradicionales cada color guarda relación con uno de los centros hormonales de cada persona.


El rojo, relacionado con las partes genitales, estimularía la sexualidad y representaría también el miedo a la muerte.

El verde tiene que ver con el corazón, el plexo cardiaco y el timo. Representa el miedo a la pérdida de seguridad; simbólicamente significa adquisición. Se asocia con la fuerza vital y la búsqueda de posesión, así como el equilibrio.

El celeste está conectado con las glándulas tiroides y paratiroides, las cuales, a su vez, lo están con las funciones de comunicación y aceleración del organismo. Es el miedo al cambio y representa los conceptos mentales; expresa un sentimiento de satisfacción y reverencia.

El índigo se relaciona con la epífisis. Expresa el miedo a la espontaneidad y enlaza con emociones tales como la envidia y la admiración.

El violeta, en conexión con la hipófisis, representa el miedo al caos. Es el color de la imaginación y de las sensaciones de vergüenza o admiración. Significa el orden duradero.

El amarillo está en relación con el plexo solar y el páncreas; concuerda con lo intelectual; representa el cambio. Bajo el punto de vista de la supervivencia es el miedo a ser rechazado o a sentirse insatisfecho.

El naranja se relaciona con el plexo esplénico o suprarrenal y también con el bazo. Es el miedo a quedar marginado. Tiene que ver con la ambición y el contacto social.

fuente: aqui

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