La respiración es nuestra primera fuente de energía. Aumenta nuestra
vitalidad física, psíquica, espiritual y nos ayuda a restablecer el
equilibrio emocional porque controla los pensamientos, la electricidad
de tu cerebro.Muchos se preguntan y cuál es la manera correcta de
respirar? Respirar conscientemente es saber cómo el aire que inhalas
llena tu diafragma, pulmones, vientre y alimenta todas tus células, ¿De
qué manera estas permitiendo entrar el oxígeno? Profundo, superficial,
rápida, lenta…Una respiración rápida y superficial denota una persona
estresada, con miedo, ansiosa; una persona con respiración profunda y
lenta está llena de armonía y tranquilidad. Obsérvate que al hacerte
consciente de cómo respiras modificarás en cierta medida tu postura,
abriendo paso a más oxigeno…
Al modificar tu respiración modificas la calidad de tus pensamientos,
por lo tanto tu vibración, sabemos que la frecuencia de cada pensamiento
genera una emoción…Y como todo esta interrelacionado modificarás la
salud de tu cuerpo, abriendo canales de emisión y recepción de lo que
sucede en tu interior.
Los adultos utilizamos por lo general una tercera parte de nuestra
capacidad pulmonar. Sin embargo, la cienca yóguica le da mucha
importancia a la respiración: no sólo es nuestra fuente de energía
vital, principio básico del pranayama sino que también facilita la
limpieza del organismo, nos llena de vitalidad, oxigena los órganos y
facilita la relajación de la mente y del cuerpo. Con la edad empezamos a
utilizar sólo la parte alta de los pulmones, expendiendo el pecho y
elevando los hombros, pero nos olvidamos de la parte media y baja de
nuestro cuerpo, a donde también podemos expandir nuestra capacidad
pulmonar.
Para mejorar la respiración, acuéstate boca arriba, y con las manos
sobre tu vientre, siente cómo puedes inhalar profundamente haciendo que
se expanda, como lo vemos en los niños recién nacidos que inflan su
barriguita al respirar. Cuando haces esto, estás llenando de oxígeno
también la parte baja de tus pulmones, podrás respirar más
eficientemente y si lo haces con regularidad podrás volver esta tu
respiración natural. La respiración yóguica comprende la parte alta,
media y baja de tus pulmones; para practicarla, puedes poner una mano
sobre tu abdomen y otra bajo tus costillas, y sentir cómo alcanzas todos
estos niveles, expandiendo tus pulmones comenzando desde abajo, y
viendo cómo se eleva tu ombligo y luego cómo exhalas también larga y
profundamente, llevando tu ombligo hacia dentro.
Aunque hay tres tipos de respiración: abdominal, costal y clavicular, la ideal es la que integra las tres.
Clavicular: La atención se debe centrar en la parte más alta de los
pulmones. En este tipo de respiración se deben levantar las clavículas.
Para percibir con claridad la respiración clavicular, puede bloquear los
músculos abdominales y las costillas oprimiendo las manos.
Abdominal: Es la más común. Durante la inspiración el diafragma debe
bajar cuando entra aire en los pulmones. Mientras que en la espiración
el diafragma debe subir.
1- Espire a fondo varias veces, trate de quedarse sin aire en los
pulmones, expúlsalo todo contrayendo el abdomen. Sentirá que el aire
quiere entrar a los pulmones por si solo, sobre todo si intenta
mantenerlos vacíos durante unos segundos.
2- Procure que la espiración sea lenta, larga, profunda y silenciosa. Concéntrese en el movimiento del diafragma.
3- Emita el sonido Om, le ayudara a que la espiración sea continua y lenta.
Costal: Esta relacionada con la región media de los pulmones y con la zona de las costillas o caja torácica.
1- Inspira manteniendo contraída el abdomen. Sentirá que el aire entra
en la pared media y las costillas se separan. Tendrá que hacer un mayor
esfuerzo que con la respiración abdominal.
2- Espire lenta y continuamente.
Haga una treintena de respiraciones con la caja torácica. Empezara a ser
consciente que tiene que hacer un esfuerzo adicional una
vez que inicie la respiración abdominal.
La respiración completa: Comience por una inspiración lenta. Luego debe
vaciar bien los pulmones con una espiración profunda, llenar los
pulmones con el descenso del diafragma, dilatar las costillas para que
entre bien el aire y levantar las clavículas.
Se recomienda el doble tiempo en la espiración. Si inspira 6 segundos,
retenga el aire dos segundos y comience una espiración muy lenta, de 12
segundos. Más adelante pruebe 8" (Inhalar), 4" (Retener) y 16"
(Exhalar).
Más que aire:
Algunos de los beneficios que podemos obtener de una respiración correcta son:
Mejorar funcionamiento de los pulmones.
Mayor rendimiento físico.
Aumento de la relajación y la concentración.
Elimina la tensión muscular.
Se disminuyen los excesos de grasas en el organismo al quemar los restos tóxicos, pues las células reciben mayor oxigenación.
Favorece la circulación y el funcionamiento de los órganos vitrales como el corazón.
Mitiga los desordenes, alteraciones o cambios de la energía vital.
fuente: aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.