Cada vez que nos encontramos en modo reactivo, usualmente percibimos
nuestras emociones reactivas. Pero para transformar nuestra reactividad,
tenemos que ver el pensamiento que la causa.De la misma forma en la que
un árbol tiene cuatro niveles básicos de manifestación (semilla, tronco, ramas y frutos)
nosotros atravesamos cuatro niveles en nuestra realidad. La semilla
corresponde a la conciencia, esa voz de bajo perfil; el tronco
corresponde a los sentimientos y las emociones; las ramas corresponden a
las acciones; y los frutos representan nuestra realidad.Aunque tratemos
de apagar nuestras emociones reactivas, si no cambiamos nuestra
conciencia al detener esos pensamientos, a nivel de la semilla, entonces
no estamos cambiando realmente nuestra naturaleza reactiva.
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