Ver las cosas como son
Cuando nos gusta alguien, él o ella pueden desatar un infierno y
nosotros sólo diremos: "¿No es una ternura?". Pero cuando no nos gusta
alguien o esa persona nos cae mal, entonces el color de su camiseta, la
manera en la que camina, la manera en la que habla, incluso las más
pequeñas peculiaridades, pueden hacernos retorcer de repulsión. La razón
de esto es que nuestra perspectiva es interna y puede que tenga muy
poco que ver con la verdadera naturaleza de la otra persona.
Para evitar esto, debemos suplicarle al Creador que abra nuestra mente
para que veamos las cosas como son... sin colorearlas con nuestros
prejuicios, suposiciones y cálculos
Karen Berg en español
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