miércoles, 13 de agosto de 2014

ESÓFAGO Y RELACIÓN EMOCIONAL


El esófago es la parte del aparato digestivo que une la faringe con el estómago. Pasa por el cuello, el tórax y el diafragma para abrirse en el estómago. Los problemas en el esófago pueden ser DIVERTÍCULOS, HERNIA o una MALFORMACIÓN. Los dolores pueden ser ocasionados por un cuerpo extraño que se atora en el mismo.

Como el esófago está situado al principio del aparato digestivo, los problemas en este lugar indican una dificultad para aceptar y recibir lo nuevo. Agregando que la persona afectada por un problema en el esófago rechaza aceptar lo nuevo aún más rápidamente que la persona con un problema en el estómago. Tiene un crítico interno muy rápido, lo que la hace contraerse cuando sus deseos no se realizan.

El esófago es el paso para los alimentos para que éstos estén digeridos. Si tengo emociones o ideas que “pasan mal”, el esófago se crispa y el paso es más difícil, pudiendo incluso provocar irritación, ésta manifestando mi irritación interior frente a algo o a alguien que me cuesta tolerar. Mis aprensiones, mi angustia, mi pena harán que se contraiga mi esófago, pudiendo ir incluso hasta obstruir totalmente el paso. Al ser el esófago el paso entre mi boca que representa la entrada de nuevas ideas y mi estómago, las ideas que debo digerir, si siento una fuerte ira u odio para algo en mi vida “que no pasa”, puede que desarrolle un cáncer del esófago. Debo soltar cualquier amargura y ver cada experiencia de mi vida como una ocasión de crecer para que me nutran las alegrías de la vida.

Remedios para esofago inflamado:
Infusión de aloe vera o sábila: es simplemente ideal para rebajar curar infecciones y inflamaciones. Esta planta es anti-bateriana y resuelve todo tipo de inflamaciones, ya sean interiores o exteriores,de ahí que te recomendemos que te hagas un litro de agua con aloe vera cada día, a lo largo de 6 días. ¿Y cómo? Muy fácil, coge dos cucharadas del jugo del interior del Aloe Vera, cuidando de no hacerte daño, ponlo en una taza de agua hirviendo y remueve hasta que se mezcle por completo. Luego, a esta infusión, le añades tres vasos más de agua. Lo tomarás a lo largo del día, siempre tibio, es decir ni frío ni caliente para que el estómago y el esófago no se resienta.
Infusión de jengibre: otro antibiótico natural que te puede servir muy bien para curar y desinflamar. Sería perfecto que te tomaras dos tazas al día con una infusión de su raíz. Basta con una cucharada rallada de sus raíces en cada toma. Y recuerda, no te tomes estas infusiones muy calientes, mejor a temperatura normal.

fuente: aqui

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