Haya....para los intolerantes

Desarrolla la confianza en la capacidad de los demás y disminuye la tendencia a la crítica destructiva

Las personas que necesitan tomar esta esencia son aquellas incapaces de aceptar todo aquello que consideran imperfecto, su crítica constante hacia los otros les impide ver las virtudes ajenas lo que se traduje en clara intolerancia. Ellos tienen la convicción de que marcando los defectos ajenos están ayudando a mejorar y corregir sus defectos, su rigidez mental es fuerte y marcada, resultando hirientes y antipáticos. Ideas fijas y tendencia a la soledad... no comprenden ya que solamente entienden una forma de ver las cosas y actuar: "a su manera", pero, y aunque pueda parecer lo contrario, no intentan imponerse ante otros.

En estas personalidades subyace un auténtico miedo ante la vida, no saben expresar sus sentimientos y jamás dirán "te quiero", porque esto les hace parecer débiles. En cambio, de su boca saldrán frases como: "no te basta con lo que hago" o "yo expreso mis sentimientos con acciones". Es su forma de protegerse del medio, a través de este duro código de conducta, plagado de mecanismos de defensa. 

Esta forma de actuar puede venir de familias donde hubo que tragarse mucho odio, humillación o desilusiones; y así, de este mismo color, ven la vida cuando son adultos. Suelen aparecer tensión y rigidez acumulada en hombros y brazos, intolerancia a  los ruidos, músculos agarrotados, tendencia a la presión alta y problemas digestivos. Sus rasgos faciales también son rígidos y el mal humor está presente en todos ellos.

En su aspecto positivo, la toma de Haya, dentro del sistema de Flores de Bach, ayuda a restablecer el contacto con su ser interno, aporta tolerancia y comprensión, humildad e indulgencia. Corrige la severidad física y psíiquica, permite ver que existen otros puntos de vista y patrones de comportamiento igualmente válidos, y que cada uno trabaja la perfección según su propia naturaleza. Ayuda a percibir la belleza y favorece la aceptación. De esta forma, el aislamiento y el rechazo es sustituido por sensación de unidad en la diversidad.

 

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