Cuando la gente viene y me pregunta “¿Cómo hago para meditar?“,
yo le respondo: “No es necesario preguntar cómo se medita. Pregunta
cómo hacer para permanecer libre de ocupaciones. La meditación se
produce espontáneamente. Sólo pregunta cómo tener tiempo libre de ocupaciones: eso es todo. En esto consiste todo el truco de la meditación: en cómo permanecer libre de ocupaciones. Entonces, no puedes hacer nada: la meditación habrá de florecer.”
Cuando no estás haciendo nada, la energía se desplaza hacia el centro, se instala en el centro. Cuando estás haciendo algo, la energía se dirige hacia afuera.
Actuar es una forma de salirse de uno mismo. No actuar es una forma de entrar en uno.
Las
ocupaciones son un medio de escape. Puedes leer la Biblia, puedes
transformarlo en una ocupación. No hay diferencia alguna entre una
ocupación religiosa y una secular: todas son ocupaciones y te ayudan a
quedarte en la parte exterior de tu ser. Son excusas para quedarse del
lado de afuera.
El hombre es ignorante y ciego, y quiere seguir siéndolo, porque le
parece que volverse hacia el interior es como entrar en un caos. Y así
es. En tu interior, has generado un caos. Tienes que salir a su
encuentro y superarlo. Se requiere coraje: coraje para ser uno mismo, y coraje para meterse dentro de uno mismo. No conozco coraje más grande que ese coraje de ser meditativo.
Pero la gente que se queda en la parte exterior, ya sea con cosas
terrenales o no terrenales, pero igualmente con ocupaciones, piensa… y
ha dado origen a un rumor a su alrededor: tienen sus propios filósofos,
que dicen que, si eres un introvertido, de alguna manera estás enfermo,
algo no anda bien contigo. Y constituyen la mayoría. Si meditas, si te
sientas en silencio, se burlarán de ti:
“¿Qué estás haciendo? ¿Mirándote fijamente el ombligo? ¿Abriendo el
tercer ojo? ¿Adónde vas? ¿Estás enfermo?… Porque, ¿qué hay para hacer en
el interior? No hay nada.”
Para la mayoría de la gente, el interior no existe; sólo consideran que
existe el afuera. Y en realidad es exactamente al revés: sólo el adentro es real; el afuera no es más que un sueño. Pueden
llamar enfermos a los introvertidos, pueden llamar enfermos a los
meditadores. En Occidente, piensan que el Oriente está algo perturbado:
¿cuál es la finalidad de sentarse solo y dirigir la mirada hacia
adentro? ¿Qué va uno a encontrar allí?. No hay nada.
Osho.
fuente: aqui
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