Agua de Roca..... Flor de Bach.. Flexibilidad

Auto-represión, perfeccionismo, rigidez, intransigencia.

Esta es la Flor Bach de los excesivamente tercos o moralistas. Se trata de una visión limitada o parcial de las cosas que provoca egocentrismo y posesividad, todo ello encubierto por un falso altruismo. Existe una clara tendencia al dominio o autoritarismo, todo se debe hacer según sus propias leyes y se peca de una gran indiferencia hacia los placeres de la vida.

Diríamos que esta es la receta para aquellos demasiado estrictos con ellos mismos y, por ende, con el resto. Son como rocas, severos,  desean cautivar al resto para que imiten sus ideas y así se vuelvan mejores... El afán de perfeccionismo les impide ver más allá de si mismos, y sus altos ideales espirituales e intelectuales preceden a todo cuanto hacen, privándose de cualquier placer y rechazando todo aquello que, según creen, les aparta de sus metas.

No intentan imponer sus estrechos criterios, como suelen hacerlo los caracteres definidos por otras flores, sino que pretende, en una actitud carente de humildad, ser el ejemplo para que todo el mundo tome el camino correcto. El error fundamental de estas personalidades consiste en imponerse egoístamente un modelo de desarrollo determinado e inamovible, confundiendo el efecto exterior con la causa interior. No entiende que un cambio en la manera de vivir, se produce por sí mismo cuando se dan las condiciones interiores para ello.

Al afanarse en lo que es bueno, niega todo lo que, en su opinión, no lo es. En definitiva, son gente atrapada por el deseo de perfección y de cumplir ideales, y algunas veces llegan al fanatismo. Auto-negación, auto-dominio, excesivamente puritanos y moralistas.

Esta rigidez mental suelen manifestarse también a nivel físico: con dolores musculares, cansancio, dificultad motora (artrosis, artritis), reuma, estreñimiento, cálculos renales, alergias....etc..

La toma de Agua de Roca en un preparado de Flores de Bach permite comprender que todos debemos fluir con las lecciones de la vida. La persona seguirá teniendo grandes ideales, pero su alegría de vivir y paz interior pasarán a ser el ejemplo natural para los demás. Se romperá el duro caparazón interno y externo, suavizando la rigidez mental consiguiendo así ampliar la perspectiva, lo que reportará mayor capacidad de disfrute y alegría.

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