La felicidad en fuentes externas - Walter Riso
[...] Muchos de nosotros experimentamos esto: intentamos
encontrar la felicidad en la gente y las cosas a nuestro alrededor en
vez de buscarlas dentro. Y, por supuesto, el placer que obtenemos de
estas cosas no es constante, solo temporal, y por eso nuestra felicidad
sube y baja dependiendo de si estas cosas nos dan felicidad ahora mismo o
no.
Podrías no darte cuenta, pero es probablemente algo que haces en al
menos un área de tu vida. Voy a considerar algunos ejemplos de fuentes
externas de felicidad, aunque no te estoy juzgando a ti ni a nadie.
Obviamente he hecho esto muchas veces y todavía lo hago, y creo que es
algo que todo ser humano hace. Eso no significa que no podamos
cambiarlo, pero lenta y gradualmente.
Aquí tenemos algunas formas en que la gente busca la felicidad de otras personas o cosas:
1. Esposo/a o novio/novia. Es un problema tan común.
Tenemos un ideal de lo que una relación romántica debe ser y esperamos
que nuestra pareja nos haga feliz de muchas maneras. Queremos que ellos
nos quieran, hagan cosas románticas o sexys, que nos muestren que les
importamos de mil maneras, que pongan nuestras necesidades por delante
de las de cualquier otro (incluyendo las suyas), que sean siempre
amables y considerados y respetuosos.
Esto es una fantasía, por supuesto, y en verdad cuando estás en una
relación a largo plazo con alguien la fantasía siempre se viene abajo.
La otra persona tiene que ocuparse de sus propios problemas, y nosotros
nos enfadaremos y seremos maleducados a veces, y no siempre el perfecto
compañero romántico que pretendemos. ¿Qué significa esto para nuestra
felicidad? Bueno, cuando ellos son cariñosos y estupendos, ¡nos sentimos
tan felices! Pero cuando no lo son, nos enfadamos o deprimimos o
decepcionamos. ¿Por qué ya no nos aman? Y por eso sentimos que ya no
somos dignos de ser queridos y nos preocupamos por que nos rechacen.
2. Adicciones. Comida, drogas, alcohol, videojuegos,
TV, algo en intemet, sexo, pomo. Cada una de estas cosas nos da placer,
al menos temporalmente, y por eso son modos fiables de encontrar un
momento de felicidad. Puede que no controlemos a nuestras parejas o
niños o colegas o incluso nuestros trabajos, pero podemos controlar
estas cosas —si queremos comer, normalmente podemos—. Si queremos fumar
hierba o tomar una cerveza, normalmente podemos. Por supuesto, estas
cosas solo nos dan placer temporal, y por eso cuando no estamos
consumiéndolas, las queremos. No somos felices, porque nuestra felicidad
depende de si estamos usando estas cosas o no. Y por eso regresamos a
por más, y así sucesivamente.
3. Emoción y pasarlo bien. Esto puede manifestarse
de muchas maneras: a la gente le gusta ir de fiesta, bailar, beber con
los amigos. O tener citas con personas o salir a buscar plan al bar.
Otras veces la gente busca la emoción en las aventuras, deportes o los
viajes. No hay nada malo con practicar deportes o viajar o salir con los
amigos, por supuesto. Pero lo que hay que ver es si estás buscando la
felicidad en esas cosas. Y si cuando no las tienes, te sientes infeliz.
Porque no puedes sentirte emocionado en todo momento de tu vida y cuando
no te sientes así tu felicidad se desplomará.
4. Trabajo. Si eres un adicto al trabajo o adicto a
estar siempre ocupado, podrías estar buscando la felicidad en tu
trabajo. Otra vez, no hay nada malo con hacer trabajo que disfrutes y
que incluso ames. Yo lo hago y obtengo satisfacción de ello. Pero
deberías prestar atención a lo que ocurre cuando no estás trabajando:
¿hay un sentimiento de privación?, ¿ansías volver a ello?, ¿es el lugar
donde buscas la felicidad? Si es así, entonces solo estarás contento
cuando estés trabajando. [...]
Libro “Desapegarse sin anestesia” de Walter Riso
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.