Si alguien está gravemente enfermo y acepta completamente su condición y se entrega a la enfermedad, ¿no habría renunciado a su derecho a recuperar la salud? La determinación de luchar con la enfermedad desaparecería, ¿no?
La entrega es
la aceptación interior de lo que es sin reservas. Estamos hablando de su
vida -este instante- no de las condiciones o circunstancias de su vida,
no de lo que llamo su situación vital. Ya hemos hablado de esto.
En cuanto a la enfermedad, eso es lo que significa. La
enfermedad es parte de su situación vital. Como tal, tiene un pasado y
un futuro. El pasado y el futuro forman un continuo ininterrumpido, a
menos que el poder redentor del Ahora se active por medio de su
presencia consciente. Como sabe, bajo las diferentes
condiciones que forman su situación vital, que existen en el tiempo, hay
algo más profundo, más esencial: su Vida, su verdadero Ser en el Ahora
sin tiempo.
Puesto que no hay
problemas en el Ahora, no hay enfermedad tampoco. La creencia en una
etiqueta que alguien adhiere a su condición la mantiene en su lugar, le
da fuerza y hace una realidad aparentemente sólida de un desequilibrio
temporal. Le da no sólo realidad y solidez sino también una continuidad
en el tiempo que no tenía antes. Al concentrarse en este instante y
evitar rotular a la enfermedad mentalmente, se reduce a uno o varios de
estos factores: dolor físico, debilidad, incomodidad o incapacidad. Eso
es a lo que usted se somete ahora. Usted no se somete a la idea de
“enfermedad”. Permita que el sufrimiento lo empuje hacia el
momento presente, hacia un estado de intensa presencia consciente. Úselo
para la iluminación.
La
entrega no transforma lo que es, al menos no directamente. La entrega lo
transforma a usted. Cuando usted está transformado, todo su mundo se
transforma, porque el mundo es sólo un reflejo. Hablamos de esto antes.
Si
usted mirara en el espejo y no le gustara lo que ve, tendría que estar
loco para atacar a la imagen del espejo. Eso es precisamente lo que
usted hace cuando está en un estado de no aceptación. Y, por supuesto,
si usted ataca a la imagen, ella le devuelve el ataque. Si usted acepta
la imagen, no importa lo que sea, si usted es amistoso con ella, no
puede no ser amistosa con usted. Así es como usted cambia el mundo.
La
enfermedad no es el problema. Usted es el problema, mientras la mente
egotista tenga el control. Cuando usted está enfermo o incapacitado, no
sienta que ha fracasado, no se sienta culpable. No culpe a la vida por
tratarlo injustamente, pero tampoco se culpe a sí mismo. Todo
eso es resistencia. Si usted tiene una enfermedad grave, úsela para la
iluminación. Cualquier cosa “mala” que ocurra en su vida, úsela para la
iluminación. Retire el tiempo de la enfermedad. No le dé pasado ni futuro. Haga que ella lo obligue a tener una conciencia intensa del momento presente, y vea lo que pasa.
Conviértase en un alquimista.
Transmute el metal bajo en oro, el sufrimiento en conciencia, el
desastre en iluminación. ¿Está gravemente enfermo y enfadado por lo que
acabo de decir? Entonces es un signo claro de que la enfermedad se ha
vuelto parte de su sentido de sí mismo y de que usted está protegiendo
ahora su identidad, así como a la enfermedad. La condición clasificada
como “enfermedad” no tiene nada que ver con quien es usted
verdaderamente.
Por Eckhart Tollefuente: aqui
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