lunes, 20 de febrero de 2017

¿En qué consiste la educación? - Emilio Carrillo


Educación: «contribuir a sacar del otro lo mejor de sí»

El sistema educativo está en crisis. No se sabe muy bien lo que significa educar, o lo que hay detrás de la denominación sistema educativo. Observemos que los vocablo -educación y educar proceden del verbo latino educare, que significa «contribuir a sacar del otro lo mejor de sí». Si no se está haciendo esto, no se puede decir que se esté educando. Por ello, la educación tiene dos fundamentos principales: colaborar para que el niño, el adolescente o el joven se conozca a sí mismo; y para que, al hacerlo, ponga en valor sus dones y talentos (sus capacidades y facultades innatas).

Educación y formación no son lo mismo

Coloquialmente se suele hablar de educación y formación como sinónimos, pero no significan lo mismo. Tampoco es lo mismo educar que formar. Concretamente, formación y formar no derivan de educare, sino de otro verbo latino: formare. Su traducción admite actualmente una doble interpretación: ‘formar’ y ‘formatear’. La línea que separa ambos términos es muy fina, pero muy importante. De hecho, es muy fácil pasar de formar a formatear:

+Formar es el proceso de aprendizaje de técnicas, herramientas, habilidades y conocimientos, ligados o no a los dones y talentos de la persona, que sirven para acceder al mercado laboral.

+Formatear es lo que se hace en informática cuando se formatea, por ejemplo, un disco duro: se borran los ficheros primigenios que contenía para sustituirlos por otros. El espacio queda «limpio» y ya se pueden grabar nuevos ficheros en él. Hay que recordar que cuando se le da al comando de formatear suele aparecer una pregunta en la pantalla: «¿Está Ud. seguro?». El programa tiene el detalle de advertirnos de que si elegimos formatear van a desaparecer los archivos actuales que contenga el disco. Pero nadie hace esta pregunta a los padres cuando llevan a sus hijos por primera vez a un centro educativo.

Sistemas de creencias, programas informáticos…

Es realmente esto, formatear y no educar, lo que con demasiada frecuencia y facilidad hacen los padres y el denominado «sistema educativo»: pretenden dejar a un lado los ficheros originales del niño, adolescente o joven (sus dones y talentos innatos, sus habilidades, sus facultades) e imponer en su lugar otros ficheros distintos: sistemas de creencias que actúan a modo de «programas informáticos» que desvirtúan y anulan lo que son los chicos. El sistema educativo amolda y somete a los educandos a lo que el sistema social y económico imperante quiere de ellos. Para ello, los encorseta; ajusta su comprensión de las cosas y sus pautas de conducta y comportamiento a las normas y reglas establecidas por el sistema. El pretexto es que estén preparados para incorporarse al mercado laboral. Así pues, son transformados en una especie de robots que no hacen las cosas por sí mismos, a partir de lo que son y lo que se mueve en su interior. Sus acciones y reacciones van pasando a ser mecánicas, automáticas, a medida que han sido inducidas y provocadas por esos programas informáticos, por esos sistemas de creencias.

Llegada a la edad adulta, esa persona creerá que hace cosas, que actúa, pero será mentira; nunca va a hacerlo. Porque su hacer cotidiano va a consistir en respuestas mecanizadas. El programa informático va marcando la forma de vida que quiere desarrollar la persona: por ejemplo, la forma de acceder al mercado laboral o el tipo de trabajo que quiere tener, o la manera de relacionarse con sus amistades, o el formato que debe tener su relación de pareja…

El sujeto esclavo

Con esto, el sistema consigue convertir al ser humano en un sujeto esclavo. Este es el producto final del proceso de formateo. Fijémonos en el término sujeto: literalmente, significa «estar sometido». Esto es precisamente lo que se pretende; que el ser humano esté sometido, a un sistema y a unas normas que alguien le impone. Para el individuo, verse como un sujeto es lo más normal del mundo, a causa del sistema de creencias que se le ha introducido. Es lo frecuente; pero no es en absoluto lo normal. No es normal que todos nos veamos como sujetos independientes del resto; esto corresponde a un punto, en el proceso evolutivo y consciencial, muy «infantil». Forma parte de lo que me gusta llamar consciencia egocéntrica. Y su superación nos lleva a avanzar hacia una consciencia transpersonal.

El conocimiento de uno mismo

Como padre o madre, o como educador, es hora de que recuerdes y recuperes lo que es la esencia de la educación: colaborar para que el niño, el adolescente o el joven se conozca a sí mismo y, al hacerlo, ponga en valor sus dones y talentos. Así dará lo mejor de sí. De otro modo, se está abonando el terreno de la frustración y el sufrimiento.

«Conócete a ti mismo». Este conocido aforismo fue colocado por los grandes sabios de la Grecia clásica, hace dos mil quinientos años, en el pronaos del templo de Apolo, en Delfos, donde se ubicaba ni más ni menos que el oráculo de los dioses. Si hubiesen vivido en nuestros días, esos sabios habrían sustituido ese aforismo por este: «Date cuenta de que eres Conductor y coche»; es decir, date cuenta de que eres mucho más que tu yo físico, emocional y mental (coche), que eres algo que no es de este mundo (Conductor) encarnado en este mundo. Cuando sabemos que nuestro origen es divino y eterno y que el cuerpo no es más que un vehículo que utilizamos, desaparece el miedo a la muerte, y podemos llevar una dinámica de vida radicalmente distinta. Los miedos se van diluyendo y en su lugar va apareciendo la libertad, que consiste precisamente en la carencia de miedos. Además, el conocimiento de uno mismo va muy ligado al conocimiento de los propios dones y talentos.

Los dones y talentos

Conviene educar a la persona para que despliegue una actividad laboral que no sea trabajo, sino que se vincule a sus dones y talentos. El trabajo es la actividad propia del sujeto esclavo, mientras que el ejercicio de los dones y talentos es lo propio del individuo libre. Por tanto, conviene que tanto los padres como los educadores estén atentos a los dones y talentos de los chavales, estimulen su florecimiento y faciliten su puesta en práctica.

fuente: aqui


viernes, 3 de febrero de 2017

7 Ejercicios Mindfullness que pueden realizarse en casa


Muchos sufrimos el estrés en nuestro puesto de trabajo, e irónicamente la propia sobrecarga de trabajo impide a muchos poder atajar el problema por falta de tiempo. La experta en gestión del estrés Elizabeth Scott nos propone unos ejercicios mindfulness que son lo suficientemente simples para que cualquiera pueda realizarlos en su propia casa o lugar de trabajo y son, al mismo tiempo, un método extraordinariamente poderoso para mejorar nuestra capacidad de relajación, concentración y nuestra productividad.

Ejercicio 1: Un minuto de atención plena

Este es un ejercicio fácil que puedes hacer en cualquier momento del día. El objetivo consiste en enfocar toda la atención en tu respiración durante un minuto. Deja abiertos los ojos, respira con el vientre en lugar de con el pecho y trata de respirar por la nariz y que salga por la boca. Céntrate en el sonido y el ritmo de la respiración. Prepárate para que la mente deambule (porque lo hará) y tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo cada vez que esto pase. Puedes realizar este ejercicio las veces que quieras ya que te ayuda a restaurar la mente, conseguir claridad y paz. Este ejercicio es la base fundamental de una técnica de meditación mindfulness correcta.

Ejercicio 2: Observación consciente

Escoge un objeto. Cualquier objeto cotidiano: una taza de café, un bolígrafo… Ahora permite que absorba completamente toda tu atención. Solo obsérvalo. Ser consciente de lo que estás observando te aporta una sensación de “estar despierto”. Observa cómo la mente se libera de pensamientos y se centra en el momento presente. Es algo sutil pero poderoso. También puedes practicar la observación consciente con las orejas en lugar de los ojos. Algunas veces escuchar es mucho más potente que mirar.

Ejercicio 3: Cuenta hasta 10

Este ejercicio no es más que una simple variación del ejercicio 1. En este caso en lugar de centrarse en la respiración, cierra los ojos y enfoca la atención en contar lentamente hasta 10. Si en algún caso pierdes la concentración, debes empezar por el número 1. En la mayoría de los casos sucede algo así:
– “Uno… dos… tres… tengo que comprar leche hoy. Oh, UPS, estoy pensando.” – “Uno… dos… tres… cuatro… esto no es tan difícil después de todo… ¡Ese es un pensamiento! Empezar de nuevo.” – “Uno… dos… tres… ahora ya lo tengo. Realmente estoy concentrando ahora…”

Ejercicio 4: La llamada a la atención

En este ejercicio consiste en centrar tu atención en la respiración cada vez que se produce una señal ambiental específica. Por ejemplo, cada vez que suena el teléfono. Simplemente elige una señal ajena a ti. Cualquier cosa es válida. Cada vez que te miras en el espejo, cada vez que tus manos se tocan, cada vez que oyes el claxon de un coche, el silbido de un pájaro… Esta técnica está creada para conseguir que, cuando se realiza la acción de enfocar la respiración, tu mente viaja al momento presente y se hace consciente de ello.

Ejercicio 5: Escuchar música

Escuchar música tiene muchos beneficios, tantos, que la música está siendo utilizada terapéuticamente. Eso es porque escucharla produce una gran conciencia del ejercicio. Puedes escuchar música relajante y sentir los efectos calmantes mientras haces un ejercicio mindfulness centrándote realmente en el sonido y la vibración de cada nota.

Ejercicio 6: Limpieza de casa

El término “limpieza de casa” tiene un significado literal, así como uno figurativo; deshacerse de carga emocional. Dejando atrás las cosas que ya no sirven. Ambos pueden ser calmantes para el estrés. El desorden, es un estresor muy importante a tener en cuenta. Limpiar la casa, (reconociéndolo como un ejercicio de atención consciente) puede traer beneficios duraderos. Tienes que verlo como un acontecimiento positivo, un ejercicio de alivio del estrés y autocomprensión, en lugar de simplemente como una tarea. Céntrate en lo que haces y cómo lo estás haciendo.

Ejercicio 7: Observa tus pensamientos

Es difícil conseguir que cualquier persona estresada y ocupada que lleva un rápido ritmo de vida, lo abandone para enfocarlo en una corriente de pensamiento a través de la mente. La idea de sentarse, incluso, les produce más estrés. Si eres una de esas personas, en lugar de trabajar contra la voz de tu cabeza, puedes sentarte y “observar” tus pensamientos en lugar de involucrarte en ellos. De esta manera no conseguirás eliminarlos como en el resto de ejercicios pero es una buena técnica para disminuir su intensidad.
Estos ejercicios de conciencia están diseñados para desarrollar tu capacidad de mantenerte en el momento presente y son una buena manera de mejorar tu capacidad de concentrarte. Practicando esos ejercicios también encontrarás más fácil meditar.
Es importante darse cuenta de que hay una diferencia entre la atención y concentración. La concentración te ayuda a centrar tu atención en una cosa o la otra y de esta manera te ayuda a tomar el mando de lo que pasa en tu mente. Pero atención plena es un paso más allá de la concentración. Atención plena es un estado de conciencia. Es “presencia” de la mente.


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miércoles, 18 de enero de 2017

¿Qué es el ego y cómo opera?- Eckhart Tolle



La mente es comparable con el océano; en la profundidad está calmado y pacífico; y en la superficie está agitado y turbulento.

A la profundidad de la mente, se la denomina el Ser. Es la esencia de todas las cosas; la energía de la cual todos formamos parte; es el todo (Tao), o también llamado la Realidad Absoluta, Conciencia Pura o Dios.
La superficie de la mente, en cambio, es el ego.

¿QUÉ ES EL EGO? 



Es la identificación con el yo físico-mental-emocional. Es decir, cuando nos identificamos con nuestros pensamientos, con nuestro cuerpo físico, con el mundo que nos rodea y con nuestra propia historia de vida, entonces es cuando surge un falso sentido de “yo”; un personaje ficticio al cual llamamos el ego.

Este sentido de “yo” se siente separado de los demás y vive en función de conceptos mentales y patrones condicionados impuestos por la familia, la sociedad y la cultura en general.

En el momento de nacer, se te asigna un nombre, y se te va programando tu mente a través de la educación y el sistema cultural y social. Por tanto, se ha creado un ser conceptual, el cual no existe, es tan solo una creencia, una idea, es mental.

El Ser es lo que tú eres. Es tu verdadera naturaleza; libre de conceptos, condicionamientos, ideas y pensamientos.

El Ser es la Realidad Absoluta, es Conciencia Pura. Es el espacio-silencio-consciente no manifestado, del cual surge toda la manifestación; el mundo.
Todo es el Ser. Nada puede existir fuera del Ser.

El Ser no es un estado, es adimensional; es un no-estado, desde el cual surgen los diferentes estados de conciencia.

Así, podemos decir, que desde la paz y el silencio absoluto, surge un movimiento mental, creando un mundo manifestado y una existencia dual.

El Ser siempre es; es permanente, atemporal, es ilimitado e infinito. Y del Ser, surge el movimiento mental, dando forma a los diferentes estados de conciencia; los cuales concurren mutuamente. Este movimiento mental está formado principalmente de pensamientos, los cuales son impermanentes, están sujetos al tiempo, son limitados y finitos.

Cuando vives desde el ego, no eres. Simplemente te identificas con el pensamiento, surgen emociones y crees que lo que tú percibes y lo que tú ves, es la realidad.

Cuando vives desde el ego, surgen todo tipo de ilusiones, percepciones erróneas y dolores que han permanecido ocultos en nuestro interior y que salen a la superficie cuando se da una situación concreta en la vida.

Cuando estás en el Ser, es cuando vives la realidad tal y como es. Esto solo es posible hacerlo en el momento presente, justo en este mismo instante, aquí y ahora.

Vivir en el Ser es permanecer como Presencia consciente, sin tiempo. Es la dimensión vertical, la cual es la realidad. La dimensión horizontal es la de la mente, en la cual hay pasado y futuro. La dimensión horizontal es la ilusión.
El ser humano vive entre estas dos dimensiones, la vertical y la horizontal, las cuales forman la dualidad de la totalidad, del Tao.

Si te identificas con la mente, los pensamientos, toda tu realidad será una ilusión. Son tus percepciones erróneas, creadas por ti mismo a partir de un pensamiento o una emoción.

Si estás en el aquí y ahora, en el Ser, dejas de identificarte con la mente y fluyes con lo que Es. Y cuando estás en este estado, no hay lugar para sufrimiento, ni ilusiones, simplemente Eres uno con el Todo.

Cuando vives desde el ego, no eres feliz. No aceptas lo que se te ha dado; deseas cambiarlo. Entonces pones resistencia, hay lucha interior, y por tanto, sufrimiento.  Deseas que tu vida sea diferente de lo que es. Eres un mendigo.
Nunca puedes encontrar la felicidad mientras vivas identificado con tu mente. Para poder encontrar la felicidad, debes ir más allá. Debes trascender la mente, el pensamiento. Debes estar en el Ser.

Cuando estás en el Ser, todo lo que hay en tu vida lo encuentras perfecto. No deseas que las cosas sean diferentes, pues comprendes que todo lo que es, está bien, es correcto, es perfecto. Tienes paz interior, no hay lucha, no hay resistencia, no hay sufrimiento ni dolor.

Para encontrar la verdadera felicidad, tu atención no debe estar en la mente, debe estar en el Ser. Y esto solo se consigue con la práctica espiritual; meditación cada día, y auto-indagación.

Si practicas cada día meditación y auto-indagación, al cabo de unos años, habrás trascendido la mente y estarás en el Ser. Entonces todo te parecerá perfecto, ya no serás un mendigo, y además, podrás lograr tus deseos.

Este es el estado de Buda y Cristo. Es el estado de Iluminación.

La Iluminación es permanente, es un estado que permanece todo el tiempo. Siempre está ahí. Lo que sucede es que queda oscurecido por el pensamiento constante y la identificación con él.

Ahora, quizás habrá algunos días en los que trasciendas la mente y estés en el Ser; lo veas todo bello, perfecto, sientas paz en tu interior y ningún deseo de cambiar tu vida. Pero este estado puede durar muy poco y luego vuelvas a “caer” en el estado dormido, en la distracción de los pensamientos. Para poder llegar a la iluminación, el estado permanente del Ser, debes hacer la práctica espiritual todos los días: meditación y auto-indagación.

Cuando vives en una aceptación completa de lo que es, ese es el final de todo el drama en tu vida. Porque vives desde el Ser.

La mayoría de las llamadas “cosas malas” que ocurren en la vida de las personas se deben a la inconsciencia. Son creadas por uno mismo, o más bien creadas por el ego.

A veces me refiero a esas cosas como “drama”. Cuando eres plenamente consciente, el drama ya no viene a tu vida.

¿CÓMO OPERA EL EGO Y CÓMO CREA EL DRAMA?



El ego es la mente no observada que gobierna tu vida cuando tú no estás presente como la conciencia testigo, como el que observa.

El ego se percibe a sí mismo como un fragmento separado, en un universo hostil, sin conexión real interior con ningún otro ser, rodeado de otros egos que, o bien ve como una amenaza potencial o que intentará usar para sus propios fines.

Los patrones básicos del ego están diseñados para combatir su propio miedo y su sensación de carencia.

Son la resistencia, el control, el poder, la codicia, la defensa, el ataque, etc.
Algunas de las estrategias del ego son extremadamente inteligentes, pero nunca resuelven verdaderamente ninguno de tus problemas, simplemente porque el ego mismo es el problema.

El ego solo puede vivir en el pasado y en el futuro. Cuando estás en el presente, en el aquí y ahora, no hay ego, solo presencia.

Cuando los egos se juntan, sea en las relaciones personales o en las organizaciones o instituciones, ocurren cosas “malas” tarde o temprano: drama de un tipo u otro, en forma de conflicto, problemas, luchas de poder, violencia física o emocional, etc.

Esto incluye males colectivos tales como la guerra, el genocidio y la explotación, todos debidos a la inconsciencia masificada.

Cuando te vuelves a conectar con el ser y ya no estás dominado por tu mente, dejas de crear esas cosas. Ya no creas o participas en el drama.

Muchos tipos de enfermedades son causadas por la resistencia continua del ego; que produce bloqueos en el flujo de energía que circula por el cuerpo.

Debido a la identificación con un pensamiento, surge una emoción. Si el pensamiento es positivo, la emoción será de alegría, contento, felicidad. Pero si el pensamiento es negativo, la emoción será de tristeza, miedo, ira o dolor.

Cuando hay emociones negativas, éstas alteran el ritmo de nuestro flujo de energía vital, creando bloqueos y estancamientos, los cuales impiden que la energía vital fluya correctamente. Las enfermedades físicas es el síntoma que nos avisa de que se ha producido un bloqueo o estancamiento de nuestra energía vital.

Siempre que dos o más egos se juntan, sigue el drama de un tipo u otro. Pero incluso si vives totalmente solo, puedes crear tu propio drama.

Cuando sientes pesar de ti mismo, hay drama. Cuando te sientes culpable o ansioso, creas drama. Cuando permites que el pasado o el futuro oscurezcan el presente, estás creando drama. Siempre que no estás en el momento presente, permitiéndote ser, estás creando drama.

La mayoría de las personas están enamoradas del drama particular de su vida. Su historia es su identidad. El ego gobierna su vida.

Incluso su búsqueda de una respuesta, de una solución o de curación, forma parte de él. Lo que más temen y se resisten a aceptar es el fin de su drama. Mientras sean su mente, lo que más temen y a lo que más se resisten es a su despertar.

Cuando vives en una completa aceptación de lo que es, ese es el final de todo el drama en tu vida.

Nadie puede tener siquiera una discusión contigo. No se puede discutir con una persona completamente consciente.

Una discusión implica identificación con la mente y una resistencia y reacción a la posición de la otra persona. El resultado es que los polos opuestos se energizan mutuamente. Esa es la mecánica de la inconsciencia.

Cuando eres completamente consciente, no hay ni ataque, ni defensa. Por eso, no hay drama. Cuando eres completamente consciente, dejas de estar en conflicto.
La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo, mientras la mente no observada maneje nuestra vida. Es decir, mientras estemos identificados con el pensamiento, con un sentido de “yo”, habrá sufrimiento de una forma u otra.

El dolor que creas ahora es siempre una forma de no aceptación; una forma de resistencia inconsciente a lo que es.

En el nivel del pensamiento, la resistencia es una forma de juicio. En el nivel emocional, es una forma de negatividad.

La intensidad del sufrimiento, depende del grado de resistencia al momento presente. Y ésta, a su vez, depende de la fuerza de tu identificación con la mente.
El ego siempre busca negar el Ahora y escapar de él. Cuanto más identificado estés con la mente, más sufres.

Cuanto más capaz seas de honrar y aceptar el Ahora, más libre estarás del dolor, del sufrimiento y del ego.

¿PORQUÉ HABITUALMENTE SE NIEGA O SE RESISTE EL EGO AL AHORA?



Porque no puede funcionar y permanecer en control, sin el tiempo; que es pasado y futuro. Así que percibe el Ahora intemporal como una amenaza.
El tiempo y la mente son de hecho inseparables.

Necesitamos la mente, así como del tiempo, para funcionar en este mundo, pero llega un momento en el que se apoderan de nuestra vida y ahí es donde se establecen la disfunción, el dolor y la tristeza.

El ego busca continuamente cubrir el momento presente con el pasado y el futuro, y así el Ser, que es inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo. Nuestra verdadera naturaleza, lo que realmente somos, queda oscurecida por la mente.

Se ha acumulado una carga cada vez más pesada de tiempo en la mente colectiva humana, con una gran cantidad de dolor residual del pasado.

Si no quieres crear más dolor para ti y para los demás, si no quieres aumentar más el residuo de sufrimiento pasado que aún vive en ti, no creas más tiempo, no vivas en el ego, vive en el aquí y ahora.

El momento presente es todo lo que tienes. Haz del Ahora el foco primario de tu vida.

Mientras que antes habitabas en el tiempo y hacías breves visitas al Ahora, establece tu residencia en el Ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando se requiera para manejar los asuntos prácticos de la vida.
¿Qué podría ser más demente que crear resistencia interior a algo que ya es?
¿Qué podría ser más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora?

Ríndete a lo que es. Di “sí” a la vida, y observa cómo ésta empieza súbitamente a funcionar a favor tuyo y no contra ti.

Eckhart Tolle
Camino al Despertar

domingo, 15 de enero de 2017

Relaciones humanas, fractales, y la ley de las dependencias



Hace unos 2.500 años, un filósofo indio llamado Kapila formuló una doctrina que explicaba los orígenes del universo, y toda la vida consciente del mismo. Sus conceptos incluían la teoría del «quinto elemento», conocida por muchos gracias a la alquimia y varios textos herméticos, y precedían a las enseñanzas de Aristóteles y Platón. La filosofía de Kapila se denomina samkya, y se erigió en una de las seis escuelas de la filosofía india clásica, siendo tan importante su incidencia que tuvo consecuencias trascendentales en el pensamiento metafísico budista y la filosofía griega, y extendiéndose hasta la Edad Media a través de los alquimistas europeos. Las huellas de la filosofía samkya aparecen en enseñanzas tales como las diferentes escuelas rosacruces, el “cuarto camino” de Gurdjieff, la masonería, la teosofía, el gnosticismo, etc.

Kapila decía que la conciencia pura e indiferenciada ha existido siempre, que ha estado irradiando eternamente, sin principio ni fin, a través del espacio y el tiempo, expresándose a través de una serie de principios que, en conjunto, podemos generalizar como energía consciente en movimiento. Para manifestar lo que entendemos por la “Creación”, la energía se condensa en cinco estadios o formas diferentes (elementos), que actúan como bloques de construcción de toda manifestación material, en diversas permutaciones y combinaciones. Estos elementos, todos los cuales proceden del primero de ellos, que los griegos llamaron éter, o en sanscrito se llamaba akasha, son el Aire, el Fuego, el Agua y la Tierra.

Esta antigua lista de elementos es un método rápido para clasificar toda la materia manifestada, y es la base de muchas enseñanzas esotéricas, alquímicas, mágicas y ocultistas de manipulación de la componentes de la realidad según su estado, cada uno con unas propiedades determinadas, que se denominan colectivamente tattwas, un término que viene a designar todas las cosas que poseen esencia, y hay sistemas completos destinados a estudiarlos y aprender a manipularlos a voluntad. Todo lo que podemos percibir en nuestro plano terrenal se compone de uno o más de estos cinco elementos combinados de varias maneras y en diferentes proporciones. Así mismo, es también la base para la medicina tradicional china, intercambiando y modificando alguno de los nombres de los elementos, y de otras filosofías orientales derivadas de las escuelas místicas de la india.

De la misma manera que estos cinco elementos se combinan para darnos los bloques básicos de construcción de la realidad (partículas cuánticas, partículas subatómicas, átomos, etc.), y nada puede existir sin que haya una relación interdependiente de los mismos para conseguir cualquier otra cosa, los seres humanos nos relacionamos para generar la experiencia de la vida humana, y nada se puede conseguir sin la existencia de estas relaciones.

La relacionalidad de la vida humana
En los años 80, un filósofo llamado James Care escribió que la manera en que las personas solemos ver el mundo hoy en día está totalmente en contra a como la vida nos ha creado para verla [originariamente, antes de las varias manipulaciones genéticas sufridas]. Las relaciones humanas entre dos personas, por ejemplo, están basadas en una interacción que suele durar una duración finita de tiempo, que tiene una serie de reglas y normas para que se lleve a cabo, y en la cual, en muchas ocasiones, de esa interacción sale alguien que gana algo, y alguien que pierde algo (en ello se basan los deportes, el mundo financiero, educativo, la economía en la que se sustenta nuestro día a día, etc.). Es un tipo de relación en el que siempre prevalece el individualismo y el servicio a uno mismo. Sin embargo, decía James Care, este individualismo y las sociedades basadas en el mismo no son más que una ficción, ya que no existe tal cosa como un único individuo separado de su contexto y aislado, que pueda existir y desarrollarse como tal sin apoyarse en los demás y necesitarse mutuamente, sino que toda la experiencia humana está constituida por roles y relaciones entre nosotros, ya que vivimos en el mundo, y somos parte del mundo, o, como dice un mantra que suelo usar mucho para recordar mi porqué en esta encarnación: soy una célula en el cuerpo de la humanidad, y estoy al servicio de la totalidad”.

Todos dependemos de todos
No hay nada que el ser humano pueda llevar a cabo sin tener en cuenta los elementos y personas que le rodean. Sabemos, y hemos hablado en otros artículos y conferencias, que es el programa ego de gestión de nuestra psique lo que nos da la ilusión de la separación y de la individualidad, y lo que nos hace vernos como seres aislados, pero todo lo que hacemos y somos depende de todo lo demás, y nada puede ser hecho o alcanzado sin tener en cuenta las relaciones con objetos, elementos y personas involucradas, por lo que la filosofía de vida que está más alineada con nuestro propósito y función no es nunca la filosofía de la individualidad, sino la de la relacionalidad e interdependencia de todos con todos. En este aspecto, todos necesitándonos a todos, y todos trabajando con todos, es una forma de existencia que fluye con los principios de la vida que rigen el planeta, sin principio ni fin, un tipo de relación con el entorno, los otros reinos de la naturaleza y el resto de la raza humana donde el enfoque está puesto en reforzar los lazos y las conexiones de las que penden nuestros crecimientos mutuos, para poder resolver situaciones cada vez más grandes con la fuerza de la unidad.

Para solventar paradojas a la hora de entender bien el concepto de individualidad contra el que James Care escribe, hemos de ver a esta principalmente como un componente en el trabajo personal de mirar hacia nuestro interior para conocernos mejor, sanarnos, desprogramarnos, autoevaluarnos y observarnos, etc., ya que es el único aspecto que nadie puede mirar o hacer por ti, y del que no dependes de nadie para poder hacerlo, pero si que puedes necesitar a los demás para ayudarte a ello. Pero, perfectamente alineado, resulta también que el trabajo de cambiar en nuestro interior para poder cambiar el mundo exterior pasa también por ver esa ilusión de individualidad en lo más recóndito de cada uno, y ya cuando hemos removidos unas cuantas capas de filtros, velos y programas mentales, aparecen atisbos de que viajando hacia el interior de ti mismo para cambiarte y crecer, llegas al corazón de los campos de consciencia que unen todas las cosas y todas las personas, volviendo a darte cuenta que el mundo exterior, de nuevo, cumple con las ideas a rajatabla de que todo depende de todo, y que los limites que nos ponemos para definir donde termino yo y donde empiezas tu son solo una construcción de la mente, en la parte más terrenal de los múltiples niveles que componen nuestra existencia.

La ley de correspondencias
Los antiguos filósofos ya se dieron cuenta de que si todo depende de todo y todas las personas dependen de todas las personas, debe haber algún tipo de ley cósmica o universal que rija estas dependencias. Hace un par de años, en este otro articulo, ya explicamos porqué se corresponden ciertas cosas con ciertas otras cosas, basándonos en la ley de las octavas.

Habréis leído hasta la saciedad que lo que buscas “ahí fuera” lo tienes entrando “hacia dentro”. Porque es lo mismo. No es que seamos parte del universo. Es que todo el universo es parte de nosotros, está en nosotros. El más absoluto infinito se concentra en la parte más pequeña de cada una de nuestras células. ¿Es esto correcto? ¿Cómo puede algo “finito” como nosotros, un ser humano, “ser” algo infinito como el Universo?

Fractales infinitos
La respuesta está en lo que se llama un fractal. Un fractal es una representación geométrica que puede ser dividida hasta el infinito y conserva su misma forma, estructural, potencial, etc. Fijaros en la figura siguiente. Es la conocida estrella de David, símbolo de muchísimas culturas que se pierden en la antigüedad (y mal apropiada por alguna actual). Imaginaros una de vuestras células, la más pequeña, como el círculo que rodea la figura. Este espacio es finito, está acotado, es fácil de entender que tiene límites. Ahora insertamos una figura geométrica en su interior, un triángulo equilátero, mejor dicho, dos. Uno hacia arriba, y otro hacia abajo. Buscamos una representación geométrica que nos explique cómo el infinito puede estar contenido en algo finito, y este es el modelo que lo explica.

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¿Y por qué dos triángulos y no otra cosa? Porque representan la dualidad de nuestro universo y la doble polaridad de todo lo que existe. Existimos en una realidad en la cual percibimos que no existe blanco sin negro, ni frío sin calor, una cosa y su contrario, por eso este símbolo representa la dualidad. ¿Es correcta esa percepción? No. Todo funciona por triadas, y al ser humano le falta ver la realidad a través de la tercera energía o polaridad, la energía neutra o equilibrante, pero por la manipulación de la esfera de consciencia sufrida en los albores de nuestra creación no podemos ver los tres componentes que forman todo lo que existe, y por eso vivimos bajo la ilusión de la dualidad.

Volviendo a la figura, en estos momentos seguimos teniendo un espacio finito (el interior del círculo) acotado por la circunferencia que representa ser un átomo nuestro, una célula o nuestro cuerpo entero, el límite que defina no tiene importancia. ¿Cómo metemos algo infinito en ello? Si para cada uno de los nuevos triángulos resultantes vamos añadiendo más triángulos, dividiendo estos que ya hemos creado, tal y como veis en la figura siguiente, volvemos a obtener nuevas estrellas de David de tamaño menor, pero siempre totalmente completas, con las mismas características y propiedades que la estrella “madre”, los mismos ángulos, las mismas proporciones, etc.

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Cada una de esas divisiones crea la misma forma que el dibujo original, y lo que es mejor, podemos seguir así hasta el infinito, porque cada estrella nueva que se crea, puede ser dividida de nuevo hasta donde queramos, suponiendo que pudiéramos tener un microscopio tan potente que nos permitiera ver esas subdivisiones tan pequeñas hasta el infinito. Y, además, para cada nivel en el que dividimos, tenemos un nuevo círculo que lo rodea que representa el límite ilusorio de algo acotado que tiene ese subnivel.

Todo conectado con todo
Gracias a este proceso existe el infinito dentro de un espacio finito y esta es la respuesta que nos permite entender cómo todo el universo puede estar dentro del más pequeño de nuestros átomos, porque cada célula nuestra es un fractal que está conectado con todo el universo que existe en la célula, persona o silla de al lado (tal y como están conectadas entre sí todas las mini estrellas de David que salen en la figura). Es la ley de la correspondencia hacia arriba, o hacia abajo, hacia dentro o hacia afuera, es el modelo de las relaciones humanas, de la vida, de la consciencia, en cualquier plano, en cualquier dimensión, en cualquier nivel.
El infinito, el universo y todos sus planos existenciales están en nosotros y una parte del Todo no puede existir sin la parte de al lado. No existe individualidad como tal, como concepto de una parte aislada del resto que pueda hacer algo sin la concordancia y existencia del resto de partes que forman el conjunto mayor al que pertenece. Y, por el mismo motivo, no existe acción, por pequeña que sea, que una de las micro-micro-figuras fractales realizara, que no afecte si o si a todo el conjunto, de ahí que no hay pensamiento, acción o energía movida, creada o emitida por el ser humano, que no tenga repercusión, en su justa medida, en todos y cada uno del resto de fractales de la Creación. El “efecto mariposa”, del cual seguro habréis oído hablar, nace de este concepto.

Todo está conectado, todo es interdependiente, todo afecta a todo, y quizás lleguemos a tener todos esta visión del mundo, en algún momento de nuestro periplo evolutivo como especie. Requiere algo que pocos humanos han llegado hasta el  momento a ser conscientes en cada momento de sus vidas, pero es una de esas cosas que esperan a ser descubiertas más allá del velo de la ilusión de nuestra realidad percibida, manipuladamente, como individual y separada de todo lo demás.

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sábado, 14 de enero de 2017

Osho: La Responsabilidad y la Libertad van juntas



“La libertad tiene dos partes, y si sólo tienes una de sus partes, una sola parte, sentirás libertad mezclada con tristeza. De manera que tienes que comprender toda la psicología de la libertad.

La primera parte es la libertad de: liberarse de la nacionalidad, de cierta iglesia, de cierta raza, de cierta ideología política. Esta es la primera parte de la libertad, la base de la libertad. Siempre es de algo. Una vez que hayas logrado esta libertad, te sentirás muy ligero y muy bien y muy feliz. Y, por primera vez, empezarás a deleitarte en tu propia individualidad, porque tu individualidad estaba tapada por todas esas cosas de las que te has liberado.

Pero esto es sólo la mitad…. y entonces vendrá la tristeza, porque falta la otra mitad. Ya se ha logrado la libertad de, pero ¿libertad para qué? La libertad en sí misma no tiene sentido a menos que sea libertad para algo, algo creativo: libertad para esculpir, libertad para bailar, libertad para crear música, poesía, pintura. A menos que tu libertad se convierta en una realización creativa, te sentirás triste. Porque verás que eres libre: tus cadenas están rotas, ya no llevas esposas, ya no llevas ninguna cadena, no tienes ninguna prisión, estás bajo la noche estrellada, completamente libre. Pero ¿a dónde ir? ….

Entonces llega una tristeza repentina. ¿Qué camino elegir? Hasta ahora no se planteaba la cuestión de ir a alguna parte: estabas preso. Toda tu consciencia se concentraba en cómo liberarse, tu única ansiedad era cómo liberarte. Ahora que eres libre, hay que afrontar un nuevo tipo de problema. ¿Qué hacer ahora que eres libre?

La libertad sola, en sí misma, no significa nada a menos que elijas un camino creativo. O profundizas más en la meditación para realizarte a ti mismo, o si tienes algún tipo de talento que no ha tenido ocasión de desarrollarse debido a tus grilletes… No podías componer música porque tenías las manos encadenadas, no podías bailar porque tus pies estaban encadenados… si tienes talento para bailar, sé un bailarín. Entonces tu libertad es completa, entonces el círculo está completo.

Libertad de y libertad para: es un dilema al que se enfrenta toda persona que primero lucha por la libertad y luego de pronto descubre: “Ahora que soy libre, ¿qué voy a hacer?”. Hasta ese momento, estaba muy ocupada, muy afanada, muy atareada. Incluso en sueños pensaba sólo en la libertad. Y nunca se había planteado qué iba a hacer cuando la alcanzara.

Pero es necesario algo más. Tienes que volverte un creador. Tienes que encontrar alguna creatividad que colme tu libertad, de lo contrario tu libertad está vacía. Necesitas crear algo o descubrir algo. Actualiza tu potencial o entra en ti para encontrarte a ti mismo, pero haz algo con tu libertad. La libertad es tan solo una oportunidad para ti. No es el objetivo en sí misma. Simplemente te da toda la oportunidad de hacer lo que quieras hacer. Cuando eres libre y te sientes triste, es porque todavía no has usado esta oportunidad.

La meditación estará bien, la música estará bien, la escultura estará bien, el baile estará bien, el amor estará bien. Pero haz algo con tu libertad. No te quedes sentado con tu libertad, de lo contrario te entristecerás…

Pero recuerda algo fundamental para toda la cuestión de la libertad: la responsabilidad y la libertad van juntas. Si no quieres responsabilidad, tampoco puedes tener libertad. Ambas llegan juntas o ambas se van juntas…

Habías soñado con la libertad sin pensar nunca que le seguiría una gran responsabilidad. Tienes libertad, pero no has cumplido con la responsabilidad. Por eso permanece en torno a ti la tristeza. Eres absolutamente capaz de deshacer esta tristeza. Si fuiste capaz de deshacer tu esclavitud, tus cadenas, con seguridad eres capaz de ser creativo. Si fuiste capaz de deshacer las prisiones, con certeza puedes hacer, crear algo bello.

Mi propia experiencia es que, a menos que de alguna manera te vuelvas un creador, tu vida permanecerá vacía y triste. Las únicas personas dichosas son las creadoras. Puede que sea simplemente la creación de más consciencia, más experiencia de la verdad, la consciencia, la dicha. Puede que sea simplemente un mundo interior de creatividad o puede que sea algo externo. Pero la libertad tiene que volverse responsable, positiva. Tu libertad todavía es negativa. Es bueno que hayas salido de la prisión, pero no es suficiente. Ahora tiene que ganarte el pan. Hasta ahora te estaban suministrando el pan. Con las cadenas, te estaban suministrando un cobijo, te estaban dando ropa…

La libertad significa que tendrás que ser responsable de cada acto, de cada respiración; serás responsable de todo lo que hagas o no hagas.

La gente en realidad le tiene mucho miedo a la libertad, aunque hable de ella. Pero mi propia experiencia es que muy pocas personas quieren realmente la libertad… porque subconscientemente saben que la libertad traerá consigo muchos problemas que no están dispuestos a afrontar. Es mejor permanecer en un aprisionamiento confortable…

Tendrás que disipar la oscuridad de la tristeza; de lo contrario, tarde o temprano, entrarás en alguna prisión. No puedes seguir sobrecargándote de tristeza. Antes de que la carga sea excesiva y te haga retroceder a alguna esclavitud…, cambia toda la situación siendo una persona creativa. Descubre cuál es tu alegría en la vida, qué te gustaría crear, qué te gustaría ser, qué quieres que sea lo que te defina”.
Fuente: Osho, Libertad. La valentía de ser tú mismo

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viernes, 13 de enero de 2017

El Dolor de Cuello y las emociones



El cuello es una parte muy importante del cuerpo que une la cabeza al resto del organismo y, en el sentido metafísico, el cuerpo espiritual con el material. El dolor de cuello se manifiesta cuando la persona mueve la cabeza en cierta dirección. Si la rigidez es intensa, se llama tortícolis.

Como el cuello es una de las partes flexibles del cuerpo, todo problema en él denota inflexibilidad en la persona que lo padece. Esta persona no quiere hacer frente a una situación porque no la puede controlar como quisiera. Tiene miedo de ver o de escuchar lo que pasa a su espalda, del mismo modo en que la rigidez en su cuello le impide girar la cabeza hacia atrás. Hace como que la situación no le molesta, pero en realidad siente muchas emociones.

La presencia de este padecimiento te indica que la razón por la cual no quieres hacer frente a la situación no es buena para ti. Esta actitud mental te lleva a ponerte rígido y no te ayuda a encontrar una solución. Si tienes miedo de lo que pueda pasar a tus espaldas, date cuenta de que este temor es producto de tu imaginación y no de la realidad. Te sugiero que hables con la persona o personas involucradas y las expreses al mismo tiempo lo que crees y lo que temes.

Para más datos, observa si la rigidez de tu cuello te impide mover la cabeza para decir sí o no. Si te es difícil moverla para decir sí, la razón por la cual te impides decírselo a alguien o a una situación dada no es válida. Descubre el temor que te impide decir sí. Te sugiero que después verifiques con la persona relacionada si tu temor está justificado realmente. En resumen, si el dolor te impide decir sí, tu cuerpo te dice que lo mejor para ti es decir sí. Te dice que tu terquedad, tu inflexibilidad, te perjudica mucho más de lo que te ayuda en la situación que vives. Si lo que se te dificulta es decir no, sigue el mismo procedimiento.

El cuello es la parte del cuerpo que soporta la cabeza. Este nexo entre el cuerpo y la mente es también el puente que permite a la vida manifestarse, es la expresión viva, el que autoriza el movimiento más fundamental. Representa la flexibilidad, la adaptabilidad y la dirección anticipada. Es multi – direccional y amplia mi visión exterior del universo.

Lo puedo ver todo alrededor mío y, gracias a la flexibilidad de mi cuello, puedo mirar una situación bajo todos los ángulos (delante, atrás…). Mi punto de vista se vuelve más objetivo. Un cuello en buena salud me permite tomar las mejores decisiones. Todo lo que da la vida pasa por el cuello: el aire, el agua, los alimentos, las circulaciones sanguínea y nerviosa.

Une la cabeza con el cuerpo y permite la libre expresión de sí, la palabra viva (voz) y el amor. El cuello separa, pues, lo abstracto de lo concreto, lo material de lo espiritual. Es importante mantener mi cuello en buena salud porque me permite ver lo que me rodea con una menta abierta, dejando de lado cualquier forma de obstinación y estrechez mental (cuello rígido). Ya que la garganta se sitúa en el nivel del cuello, si tengo dificultad en tragar mis emociones, si las “reprimo”, esto puede crear una tensión en el nivel de mi cuello en donde se halla el centro de energía de la comunicación. Al corresponder el cuello a la concepción, también representa mi sentimiento de pertenencia, mi derecho de estar en esta tierra, dándome así un sentimiento de seguridad y de plenitud.
Angeles Castell

Tomado de: barcelonaalternativa.es

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martes, 10 de enero de 2017

20 Formas sanas de responder al Insulto


“No existe ofensa hasta que,
el que recibe el improperio, lo valora como tal.”

Hay un sabio principio de la navegación que reza: “No importa cómo soplan los vientos, sino cómo uno ubique las velas. En el mismo mar y con las mismas condiciones climáticas dos barcos a vela pueden dirigirse en direcciones opuestas.” Del mismo modo, lo primordial ante el insulto no es el agravio recibido, sino la forma en que respondemos a él. Y lo podemos hacer de dos grandes modos:
– Nos ubicamos como espectadores, nos sentimos víctimas y reaccionamos con violencia. A su vez, siendo espectadores, podemos ser pasivos o activos. En el primer caso, estamos llenos de ira, pero nos sentimos impotentes de reaccionar (las personas que proceden así tienen tendencia a la depresión, al cáncer, a las enfermedades auto inmunes e infecciosas y a la diabetes). En el segundo caso, descargamos nuestra ira y, a la violencia recibida, oponemos más violencia (las personas que proceden así tienen tendencia a las enfermedades cardiovasculares). Como aquel hombre que se autodefinía como pacifista porque odiaba la guerra, sin advertir que así la fomentaba. Ambas variantes constituyen respuestas estereotipadas y fútiles.

– Nos ubicamos como protagonistas y asumimos con conciencia la responsabilidad de gobernar la situación que nos toca vivir, abordando la situación desde alguno de los siguientes enfoques:
1. Enfoque desde la ACEPTACIÓN: Aceptar y recibir el hecho del insulto tal cual es, sin por ello estar de acuerdo con su contenido.

2. Enfoque desde la SERENIDAD: Advertir que no tiene sentido perder la razón ante alguien que, al insultarnos, ya demostró haberla perdido.

3. Enfoque desde la COMPRENSIÓN: El que insulta está fuera de sí, enceguecido momentáneamente por su ira y sumergido en problemas que no ha podido resolver. O bien se siente víctima de alguna injusticia, o bien conoce su falta, pero usa el ataque como defensa. En el fondo es una persona que sufre y se siente desvalido o impotente por lo que, en el fondo, está necesitado de ayuda y contención afectiva. De este modo, permanecemos serenos e íntegros, al no dejarnos arrastrar por la ira del otro y, a la vez, tendemos una mano solidaria hacia el que la necesita.

4. Enfoque desde la PRUDENCIA: Advertimos que, lo que aparentemente es un ataque nuestra integridad y nos podría herir (como el insulto), se diluye y desvanece en lo que realmente es: una opinión adversa sobre lo que aparentamos ser, y no necesariamente sobre lo que somos.

5. Enfoque desde la PAZ: Si permanecemos serenos ante el insulto, con nuestra actitud, disolvemos al instante cualquier agravio o calumnia.

6. Enfoque desde la CARIDAD: Si puedo amar y estar en paz cuando me ofenden no solo me beneficio sino que también beneficio a los demás. Irradiando calma colaboro y contribuyo a que los otros se pacifiquen.

7. Enfoque desde la CONCIENCIA: Si el que me insulta está expresando una verdad sobre mí, aunque de modo inadecuado, aprovecho la oportunidad de tomar conciencia de ello y así poder superarme. Si el agravio no responde a la verdad, entonces no soy quién el otro cree que soy, en cuyo caso no existe motivo alguno para preocuparme.

8. Enfoque desde la REFLEXIÓN: Permite tomar distancia para examinar el problema con más claridad y evitar caer en un arrebato de ira.

9. Enfoque desde la APELACIÓN: Permite consultar a la conciencia y que ésta sea la guía de nuestra conducta. Es más fácil devolver una trompada que guardar el puño cerrado en el bolsillo, pero sólo de esta forma se podrá inmovilizar al atacante.

10. Enfoque desde el HUMOR: Es un excelente neutralizador del ácido del insulto. Una mujer conduce su automóvil mientras otro conductor la increpa haciendo referencia a su madre. Ella, con calma, baja su ventanilla y le pregunta: ¿Nos conocemos?.

11. Enfoque desde la ESTRATEGIA: La mejor estrategia es la que el adversario no espera. Y cuando alguien insulta espera que el otro reaccione con enojo. Permanecer en calma no sólo nos permite gobernar la situación, sino además desarmar al contrincante y sembrar la semilla de la duda en el campo de sus creencias.

12. Enfoque desde la JUSTICIA: El que insulta, aunque de mal modo, está efectuando un reclamo. Cabe entonces reconocerle el derecho que le corresponda (el cual no necesariamente puede coincidir con el que exige) o bien, defender el propio.

13. Enfoque desde la TEMPLANZA: Tanto el que insulta como el que se ofende y reacciona han perdido el control sobre sus pasiones.

14. Enfoque desde la TRASCENDENCIA: Permite tomar distancia con la situación, salir de la misma y observarla desde afuera.

15. Enfoque desde la LEY DE TERCIOS: Más allá de lo mal o bien que hagamos las cosas, todos contamos con adherentes, indecisos y opositores, en cantidades iguales. Al tercio a favor hay que nutrirlo, al tercio fluctuante hay que seducirlo y al tercio en contra hay que saber gobernarlo. El tercio en contra es indispensable para nuestro crecimiento (los dos errores más frecuentes son intentar conquistarlo o combatirlo). Cuanto más luchamos contra el tercio en contra más lo fortificamos. Si el que me insulta pertenece a mi tercio en contra no vale la pena hacer nada pues es imposible agradar a todos, así como no es posible que todos me agraden.

16. Enfoque desde la COMPETENCIA: El adversario, al igual que el suelo, no es nuestro enemigo sino nuestro aliado. Ambos, al oponer resistencia, nos dan la posibilidad de afirmarnos y avanzar en el camino.

17. Enfoque desde la HUMILDAD: Desde la humildad no aparentamos más de lo que somos pero somos más de lo que aparentamos. Así, el insulto es la oportunidad para recordar que el otro es más que lo que está mostrando con su arrebato.

18. Enfoque desde la SABIDURÍA: Desde la sabiduría se absorbe el impacto del insulto, como el adulto absorbe el golpe de un bebé. Asimila el agravio y lo transforma, devolviéndolo en una sana convivencia.

19. Enfoque desde la RESPONSABILIDAD: Somos a la vez tan responsables de dejarnos arrastrar por la ira y la furia cuando alguien nos insulta como de dar una respuesta sana, sensata y justa.

20. Enfoque desde la LIBERTAD: Al responder al insulto con violencia salimos de nuestra órbita y perdemos nuestro autodominio. Soy libre de responder con serenidad siendo constructivo pero soy esclavo de reaccionar con ira siendo destructivo.
Por Gabriel Jorge Catellá


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lunes, 9 de enero de 2017

Inciensos Mágicos: ¿Para qué usar cada uno?

Los inciensos son utilizados para aromatizar y crear “buenas vibras”, estas delicadas varitas han sido elementos protagonistas de diversas religiones y culturas desde la Edad Antigua, y pueden ser de gran ayuda en la meditación y el contacto con el místico. Conozca sus tipos y propiedades.

AMBAR: Afrodisíaco para ambos sexos, da energía y fuerza física. Prosperidad. Mejora las situaciones en general. Cambia las energías positivas por negativas. Para conseguir serenidad. Potencia la atracción de la persona que deseamos y asegura su fidelidad. Elimina obstáculos, roces, resentimientos y rencores de las personas con las que convivimos.

ALMIZCLE: Limpieza y purificación.

ALOE VERA: Para concretar proyectos. Armoniza el ambiente laboral.

BENJUI: Limpia energías negativas.

BERGAMOTA: Antidepresivo. Reanima y estimula en el proceso de auto superación.

CANELA: Ayuda a aclarar ideas, es bueno para la meditación. Afrodisíaco. Protección. Para curar. Otorga energía al cuerpo. Da seguridad. Aumenta la capacidad para penetrar en nuestra conciencia psíquica. Para mejorar nuestra economía. Atrae el dinero y clientela para el negocio.
CANABIS: Produce buen humor, relax y una mente creativa.

CLAVEL: Refuerza el conocimiento y favorece a los iniciados, es un potente afrodisíaco, transmite felicidad.

CLAVO: Atrae el dinero y clientela para el negocio.

CHANDAN: Consolida las relaciones comerciales. Atrae la suerte en el negocio.

COCO: Estimulación del placer sexual. Afrodisíaco placentero protección.

CEREZA: Aroma dulce que estimula el amor.

EUCALIPTO: Alivia todo tipo de alergias y estimula la fortaleza física y mental, especialmente la agudeza y el ingenio. Además, su potencial balsámico ayuda a fortalecer la salud en el aspecto mágico.

GINSENG: Sirve para potenciar la capacidad y fuerza para trabajar. Ayuda a incrementar el vigor sexual y la vitalidad.

INCIENSO NATURAL: Sirve prácticamente para todo y está relacionado a nivel mundano como al espiritual, por lo que puede utilizarse para todo lo que se desee. Es el incienso del poder, el que atrae y reparte energías, el que engrandece y da triunfos y el que atrae con fuerza el amor y la fortuna. Favorece ampliamente el crecimiento personal, el don de mando, la capacidad de triunfo y el esfuerzo por llegar a la cima en todos los planos, desde el material al espiritual, ya que dentro de la esencia de este incienso se encuentra la aspiración a Dios, la aspiración a la divinidad. Depura el egoísmo, la falta de generosidad, el endiosamiento, la necedad, la falta de amplitud de miras, el abuso o exceso de autoridad, la ambición desmedida, la falta de energía y el exceso de oportunismo. El incienso natural es un gran equilibrador de pasiones y ambiciones humanas, por eso no es nada extraño su uso dentro de un amplio espectro de religiones. El incienso natural es el depurador por excelencia.

JAZMIN: Combate la depresión, da optimismo, animosidad. Su suave aroma atrae la buena suerte. Otorga concentración e inspiración. Para la unión de la pareja.

LAVANDA: Descarga, limpia, aleja el miedo. Remueve las malas vibras en el trabajo e impulsa prósperamente la actividad comercial.

LIMON: Estimulante mental, limpia y refresca. Purificación. Alivia el estrés y calma los nervios. Atrae alegría. Estimulante general. Para conservar la salud. Favorece las energías positivas. Limpieza y protección de la casa y del trabajo. Sabiduría ancestral para todo proyecto.

LOTUS (flor de loto): Atrae la abundancia, favorece la realización de negocios. Libera de la depresión y da fuerzas de Ánimo.

MADRESELVA: Especial uso mágico indicado para revertir problemas de dinero, y para fortalecer la economía hogareña. Además es útil para aquellos que necesitan bajar de peso.

MANZANA: Salud física y mental, genera bienestar y alivio a cualquier dolor físico.

MANDARINA: Atrae el amor y facilita el entendimiento de la pareja.

MAGNOLIA: Salud psíquica y la actividad mental, también ayuda al desarrollo espiritual. Supera los quiebres familiares, emocionales y laborales.

MENTA: Aleja la soledad interior, depura ambientes cargados.

MIRRA: Protector universal. Protección contra todo mal o daño que vayas a recibir. Meditación. Limpieza de personas y lugares. Potencia los rituales. Contra el mal de ojo, los hechizos y la brujería. Aleja energías negativas y malos espíritus.

MUSK: Afrodisíaco. Brinda mucha suerte en todo tipo de actividad o relación.

NIGHT QUEEN (reina de la noche): Generosidad, simpatía, atractivo para el sexo opuesto, especial para el amor. Realza la elegancia y el glamour en las mujeres. Imprescindible para una cita amorosa.

OPIUM: Atrae pareja, anti-soledad, para obtener o perdurar la unión de la pareja.

PATCHOULI (pachulí): Abundancia y prosperidad en todas las etapas de la vida. Por la mañana energiza, por la noche actúa como afrodisíaco.

PINO: Purifica y otorga frescura y limpieza. Energizante.

ROSA ROJA: Produce sensación de paz, sirve para el amor. Afrodisíaca.
Amor. Alivia los problemas sexuales de las mujeres. Resuelve los casos de impotencia psicológica de los hombres. Inspira sentimientos de paz y felicidad. Nos ayuda a sentirnos bien en nuestro cuerpo eliminando las dudas sobre nuestro aspecto y atractivo. Para calmar las disputas domésticas.

ROSA BLANCA: Estimula el amor en el hogar y la pareja. Armonía emocional.

ROSA AMARILLA: Elimina las penas y los recuerdos tristes. Ayuda a superar perdidas de amor.

ROMERO: Para la buena suerte. Protección y limpieza, destruye maleficios. Limpieza de personas y casas. Para potenciar las propiedades mágicas. Afianza la seguridad en uno mismo. Contra el odio y el temor. Para conseguir una relación amorosa. Aclara la mente. Aumenta la memoria (excelente para exámenes y estudios).

RUDA: Relajante. Libra del insomnio despierta poderes psíquicos y mentales. Protección.

SANDALO: Relaja el cuerpo y tranquiliza la mente, otorgando suerte y fortuna. Paz interior. Brinda éxito en todo por medio de la perseverancia. Excelente para la meditación y relajación.

SIETE PODERES: Para el amor, salud dinero, suerte en general.

TOMILLO: Garantiza un sueño tranquilo y reparador, además de estimular la mente positiva.

VAINILLA: Su aroma es especial para encantar y seducir. Afrodisíaco. Revitaliza el cuerpo. Activa los sentidos. Muy buena para los esfuerzos físicos y los rituales mágicos.

VETIVER: Especialmente para la protección, además sirve para crear estados de ánimo equilibrados, muy bueno para la meditación.

VIOLETA: Propicia la unión permanente de la pareja, sirve para la relajación profunda. Contrarrestar la envidia. Alivia el cansancio y el estrés.

YLANG-YLANG: Especial para los nervios y la tensión.
Fuente: hallegadolaluz.blogspot.com

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martes, 3 de enero de 2017

LAS UÑAS Y SU SIGNIFICADO EMOCIONAL.

 
 Las uñas en sí mismas, representan “protección”, por lo tanto, si yo presento algún problema en mis uñas, necesariamente deberé analizar en qué aspecto de mi vida me siento desprotegido. Hay que revisar el significado de cada dedo, ya sea de las manos o de los pies para comprender un poco más lo que significa cada uña.

- Morderse las uñas: 
Ahora bien, si yo me muerdo las uñas, significa que me estoy conteniendo de “arañar” (atacar). Las manos tienen una connotación con referencia a la función paterna o a mi padre (la autoridad, el jefe…), me contengo de matar a mi padre, de hacerle daño a mi padre, de vengarme de mi padre, de atacar a mi padre (real o simbólico). También puede ser la madre, es un porcentaje mínimo de los casos,  si se trata de las uñas del dedo pulgar.
La persona que se muerde las uñas, es alguien que se carcome por dentro al no sentirse protegida, sobre todo con respecto a los detalles de su vida. Puede sentir ira hacia uno de sus progenitores que no la protegió lo suficiente, según sus necesidades. Cada vez que revive esa falta de protección con ese padre o indirectamente con otra persona, se muerde las uñas, lo cual le da seguridad y alivia su angustia.
¿Cuál es la emoción biológica oculta?:
Me prohíbo atacar. Estoy desprotegido. Quiero confiar. Frustración. Me como a mí mismo. Siento despecho por alguno de mis padres o figuras de autoridad.
¿Cómo libero esa emoción biológica?:
Me permito defenderme
Puedo defenderme sin comerme.
Soy certero al defenderme.
Acepto a mi padre y le perdono y me perdono, porque no hay nada que perdonar.
Vivo tranquilo y sin rencores.


- Uñas quebradizas:

Representan nuestra fragilidad ante la culpa. Por lo general, las personas a las que se les rompen fácilmente o a las que se les “abren”, las capas de las uñas, son personas que se culpan por haber hecho las cosas mal, por no haber sido perfectos en algo que hicieron. Su búsqueda por ser perfectos y reconocidos les hace debilitarse.
¿Cuál es la emoción biológica oculta?:
Sentirse débil para atacar. No poder/querer atacar.
Sentirse culpable por no ser perfecto.
Sentirse culpable por no hacer las cosas perfectas.
Sentirse débiles por estar buscando la perfección.
¿Cómo libero esa emoción biológica?:
Comprendo que siempre doy mi máximo esfuerzo.
Me acepto fuerte y seguro.
Suelto la culpa (mayor trampa del ego) y me amo tal cual soy.


- Uñas encarnadas:
Cuando yo tengo las uñas encarnadas, significa que vivo con inquietud y culpa mi derecho a avanzar por la vida. Es una mezcla de emociones, porque por una parte, sé y siento que debo hacer las cosas y por la otra, siento que está mal que haga eso o lo haga de tal manera.
¿Cuál es la emoción biológica oculta?:
Inquietud y culpa por mi derecho a avanzar en la vida.
Culpa por querer ser el mejor o llegar más lejos.
Culpa porque mi avance moleste o inquiete a los que me rodean.
¿Cómo libero esa emoción biológica?:
Acepto que yo voy por mi propio camino.
Elijo mi camino en la vida.
Me siento feliz y alegre con lo que decido hacer.
Acepto mi derecho a avanzar por la vida.

- Uñas con hongos:

El pie significa madre (real o arquetípica, como la madre tierra). Examinar situaciones de “porquería” con respecto a alguien a mi alrededor. Los hongos vienen en fase de recuperación a comerse la materia muerta, son como basureros, desempeñan el rol del limpiador, del sepulturero (pueden estar relacionados con la muerte o la limpieza real o simbólica). Hay una relación tóxica con la que tendré un duelo sin finalizar.
¿Cuál es la emoción biológica oculta?:
Relación tóxica con alguien cercano.
Imposibilidad de romper relación con alguien que me ataca constantemente.
Desvalorización por parte de alguien cercano.
¿Cómo libero esa emoción biológica?:
Me alejo de esa persona con la que mantengo una relación tóxica.
Me defiendo con coherencia.
Comprender que soy valioso y amarme.

UÑAS DE MANOS Y SU SIGNIFICADO:   “Me protejo de…”

Uña del pulgar: La relación del la función paterna (relación de la madre con el padre).
Uña del índice: La forma en que tomo decisiones.
Uña del dedo medio: Mi vida sexual, mi centro, el dedo con el que insulto.
Uña del anular: Los compromisos que adquirí.
Uña del meñique: Secreto familiar a mi alrededor.
Todas juntas: La relación con mi padre.

UÑAS DE LOS PIES Y SU SIGNIFICADO     “Me protejo de…”

Uña del dedo gordo: Mi madre me obliga a…
Uña del dedo 2 : Relación con colaterales: Hermanos, pareja, amigos…
Uña del dedo 3: Comunicación con colaterales.
Uña del dedo 4: Enojo y rencor por injusticias de mi madre o colaterales.
Uña del dedo 5: Problemas de territorio con colaterales.
 Todas juntas: La relación con mi madre.
Fuente: mireyalarruskain.com



lunes, 2 de enero de 2017

El esclavo moderno


[…] La manipulación mental de las ideologías y estructuras de poder buscan a toda costa administrar el pensamiento humano para adaptar el pensar, el sentir, el decir y el hacer del sujeto a un sistema des-humanizante. […]
PLANIFICACIÓN DEL DESAHOGO Y DEL DESCANSO
El esclavo es esclavo por experimentar la certidumbre paralizante de no poder romper ni liberarse del sistema que lo mantiene encerrado y limita sus movimientos. Esta limitación del movimiento presenta modalidades diferentes según las épocas y las tendencias por las cuales transitó la humanidad a lo largo de su devenir histórico.

Así, el esclavo antiguo sufre el cercenamiento de sus movimientos físicos y esta característica, percibida de manera ostensible y pública, guarda cierto paralelismo con el cercenamiento sutil que sufren quienes viven sometidos a pautas y procesos intangibles que limitan el libre movimiento de una mente que no pudo aprender a pensar por sí misma. 

Es así como, en este último caso, los barrotes de la cárcel mental forman parte de la vida cotidiana del esclavo moderno. Ello, según los matices y casos que se presentan bajo un estado alienante de presión compulsiva en el amplio espectro de la vida social. Tanto el agobio por la superación de las condiciones de indigencia y necesidad, como las condiciones estresantes para lograr una mejor posición profesional o comercial, como así también el exceso y el despilfarro de la opulencia y la frivolidad, constituyen las formas sutiles por las que el esclavo moderno se encuentra encadenado. 

Si bien tal situación de “encerramiento” muchas veces no es percibida por el mismo afectado, es evidente que el sometimiento y la pasividad de su mente lo conducen a responder mecánicamente a los valores del consumismo, de la moda, de la tradición y de la industria del entretenimiento. A ello no escapan no pocos sistemas laborales, familiares y sociales en la vida del hombre y la sociedad actuales, cuyas normas y procedimientos inculcados por la vía del estímulo-respuesta, condicionan la reflexión y la autonomía asemejando, en cierto modo, a las órdenes agresivas y violentas de tiempos remotos. 

Es evidente que, a instancias de un consumo hiper-estimulado y alienante, la mayoría de los individuos se ven presionados para acatar sin autonomía alguna a los sistemas que los mantiene compulsivamente ocupados, entretenidos y obligados a seducir para poder vender y comprar. De esta manera, el determinismo que ello conlleva, clausura el margen de autonomía de la mente por vías aparentemente inofensivas y que buscan el sometimiento y la incondicionalidad a un sistema de producción y consumo. 

La experiencia nos muestra que las culturas que sustituyen la iniciativa del sujeto por la adaptación pasiva a las formas pre-establecidas de un sistema manipulatorio, promueven un sometimiento e incondicionalidad paradojal a cambio de los beneficios seductores de la aprobación y la pertenencia a un estilo de vida aceptado sin sentido crítico. Es así como los fanatismos, las ideologías y la misma moda imponen los valores que resultan más oportunos para apoderarse de la creatividad del sujeto y bloquear el ejercicio de su autonomía de pensamiento.

La manipulación mental de las ideologías y estructuras de poder buscan a toda costa administrar el pensamiento humano para adaptar el pensar, el sentir, el decir y el hacer del sujeto a un sistema des-humanizante. De esta manera, el sujeto deja de ejercer su autonomía intelectual, al mismo tiempo que es despojado de su iniciativa y de su creatividad, en aras de una forma de vida basada en una cultura que, al cercenar el movimiento natural de la inteligencia, no puede menos que ser asimilada, metafóricamente hablando, a las formas sofisticadas de la moderna esclavitud.



A propósito de esto, y a semejanza de la planificación del desahogo y el descanso de los esclavos antiguos mediante la administración ocasional de recursos lúdicos o de placer, el esclavo moderno acepta los aparentes beneficios de un sistema que le ofrece incentivos para neutralizar su estrés, su insatisfacción y su abatimiento físico y moral. Ello, al punto de que aquél no alcanza a advertir que las herramientas del desahogo no constituyen un enaltecimiento de su dignidad, sino un recurso de adhesión incondicional al sistema que lo mantiene ocupado bajo las condiciones adictivas de un trabajo que le confiere una aparente seguridad y bienestar. 

A partir de esta radiografía mental del esclavo moderno, surge la necesidad de promover una conciencia que permita al sujeto conquistar un estado de supremacía y autonomía respecto de los sistemas que han prescindido y desalentado la conquista de la dignidad personal. Este nuevo estado de conciencia le permitirá liberarse del condicionamiento que imponen los paradigmas y modelos mentales centrados en el poder y el lucro desmedido. 

Lejos de tal dignificación, la omnipotencia del sistema instala en su lugar los recursos distractores de una planificación del desahogo y del descanso. Con ello, el individuo podrá sobrellevar y compensar las múltiples formas de un condicionamiento consentido y des-humanizante. Esto nos acerca a un interrogante acerca de cómo ayudar, lejos de toda promesa e ilusión manipuladoras, a preservar y a resguardar la autonomía intelectual frente al determinismo de los sistemas no centrados en los valores de la dignidad humana.

fuente: aqui