“Podemos considerar la materia como constituida por las regiones del espacio en las cuales el campo es extremadamente intenso, no hay lugar para campo y materia, el campo cuántico es la única realidad”.
Albert Einstein
Sabemos que el vacío cuántico
transporta luz, energía, presión y sonido, pero ¿podría también
correlacionar sucesos separados e incluso distantes?
En este caso el vacío no sería sólo un mar súper denso de energía sino también un mar de información.
Esta es la opinión que defienden numerosos científicos e investigadores.
El astronauta Edgar Mitchell, del
proyecto Apolo, cuenta que estando en el espacio llegó a la conclusión
de que la información es parte de todas las sustancias del universo, es
una parte de una díada en la que la otra parte es la energía. La
información está presente en todas partes y ha estado presente desde el
origen del universo. El vacío cuántico, dice Mitchell, es el mecanismo
de información holográfico que guarda la experiencia histórica de la
materia.
Saber cómo puede el vacío cuántico
grabar la información del mundo revelado, conservarla y transmitirla es
la pregunta fundamental de la física contemporánea, la clave del nuevo
paradigma de todas las ciencias.
Una
teoría especialmente prometedora es la de los físicos rusos G.I. Shipov
y A.E. Akimov, más tarde elaborada por científicos en America y Europa.
Esta teoría de la “onda de torsión”,
demuestra que el vacío puede vincular hechos físicos a través del
espacio-tiempo. Estas ondas de torsión enlazan el universo a una
velocidad que es mil millones de veces la velocidad de la luz.
Esta vinculación a través de onda de
torsión puede implicar más que las formas conocidas de energía, puede
implicar también la información.
Todas las partículas poseen una propiedad cuántica, un “momento magnético” especifico. Su impulso magnético está registrado en el mar de energía virtual del vacío en forma de mínimos vórtices o remolinos.
El teórico húngaro, Lászlo Gazdag,
defiende que estos pequeños vórtices llevan información, de manera
parecida a los impulsos magnéticos grabados en un disco de un ordenador.
Estas diminutas estructuras que giran, viajan a través del espacio e
interaccionan.
Cuando dos ondas de torsión o más se
juntan, forman una figura de interferencia que integra las informaciones
de las partículas que han creado los vórtices.
Esta figura de interferencia transporta la información del conjunto de las partículas.
De forma simplificada se puede decir que “los
vértices graban la información sobre el estado de las partículas que
los crean y que las figuras de interferencia graban la información del
conjunto de las partículas cuyos vértices han interferido”.
De esta manera, el vacío graba y
transporta información sobre los átomos, moléculas, macromoléculas,
células e incluso organismos, poblaciones y ecosistemas de organismos.
No hay límite evidente a la información que las ondas de torsión que interfieren pueden conservar y transportar.
A fin de cuentas, pueden transportar información del estado de todo el universo.
A través de todo el universo las
partículas están relacionadas por el vacío de la misma manera en que los
objetos están relacionados en el mar: generando y recibiendo ondas.
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