Muchos sufrimos el estrés en nuestro
puesto de trabajo, e irónicamente la propia sobrecarga de trabajo impide
a muchos poder atajar el problema por falta de tiempo. La experta en
gestión del estrés Elizabeth Scott nos propone unos ejercicios
mindfulness que son lo suficientemente simples para que cualquiera pueda
realizarlos en su propia casa o lugar de trabajo y son, al mismo
tiempo, un método extraordinariamente poderoso para mejorar nuestra
capacidad de relajación, concentración y nuestra productividad.
Ejercicio 1: Un minuto de atención plena
Este es un ejercicio fácil que puedes
hacer en cualquier momento del día. El objetivo consiste en enfocar toda
la atención en tu respiración durante un minuto. Deja abiertos los
ojos, respira con el vientre en lugar de con el pecho y trata de
respirar por la nariz y que salga por la boca. Céntrate en el sonido y
el ritmo de la respiración. Prepárate para que la mente deambule (porque
lo hará) y tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo
cada vez que esto pase. Puedes realizar este ejercicio las veces que
quieras ya que te ayuda a restaurar la mente, conseguir claridad y paz.
Este ejercicio es la base fundamental de una técnica de meditación
mindfulness correcta.
Ejercicio 2: Observación consciente
Escoge un objeto. Cualquier objeto
cotidiano: una taza de café, un bolígrafo… Ahora permite que absorba
completamente toda tu atención. Solo obsérvalo. Ser consciente de lo que
estás observando te aporta una sensación de “estar despierto”. Observa
cómo la mente se libera de pensamientos y se centra en el momento
presente. Es algo sutil pero poderoso. También puedes practicar la
observación consciente con las orejas en lugar de los ojos. Algunas
veces escuchar es mucho más potente que mirar.
Ejercicio 3: Cuenta hasta 10
Este ejercicio no es más que una simple
variación del ejercicio 1. En este caso en lugar de centrarse en la
respiración, cierra los ojos y enfoca la atención en contar lentamente
hasta 10. Si en algún caso pierdes la concentración, debes empezar por
el número 1. En la mayoría de los casos sucede algo así:
– “Uno… dos… tres… tengo que comprar
leche hoy. Oh, UPS, estoy pensando.” – “Uno… dos… tres… cuatro… esto no
es tan difícil después de todo… ¡Ese es un pensamiento! Empezar de
nuevo.” – “Uno… dos… tres… ahora ya lo tengo. Realmente estoy
concentrando ahora…”
Ejercicio 4: La llamada a la atención
En este ejercicio consiste en centrar tu
atención en la respiración cada vez que se produce una señal ambiental
específica. Por ejemplo, cada vez que suena el teléfono. Simplemente
elige una señal ajena a ti. Cualquier cosa es válida. Cada vez que te
miras en el espejo, cada vez que tus manos se tocan, cada vez que oyes
el claxon de un coche, el silbido de un pájaro… Esta técnica está creada
para conseguir que, cuando se realiza la acción de enfocar la
respiración, tu mente viaja al momento presente y se hace consciente de
ello.
Ejercicio 5: Escuchar música
Escuchar música tiene muchos beneficios,
tantos, que la música está siendo utilizada terapéuticamente. Eso es
porque escucharla produce una gran conciencia del ejercicio. Puedes
escuchar música relajante y sentir los efectos calmantes mientras haces
un ejercicio mindfulness centrándote realmente en el sonido y la
vibración de cada nota.
Ejercicio 6: Limpieza de casa
El término “limpieza de casa” tiene un
significado literal, así como uno figurativo; deshacerse de carga
emocional. Dejando atrás las cosas que ya no sirven. Ambos pueden ser
calmantes para el estrés. El desorden, es un estresor muy importante a
tener en cuenta. Limpiar la casa, (reconociéndolo como un ejercicio de
atención consciente) puede traer beneficios duraderos. Tienes que verlo
como un acontecimiento positivo, un ejercicio de alivio del estrés y
autocomprensión, en lugar de simplemente como una tarea. Céntrate en lo
que haces y cómo lo estás haciendo.
Ejercicio 7: Observa tus pensamientos
Es difícil conseguir que cualquier
persona estresada y ocupada que lleva un rápido ritmo de vida, lo
abandone para enfocarlo en una corriente de pensamiento a través de la
mente. La idea de sentarse, incluso, les produce más estrés. Si eres una
de esas personas, en lugar de trabajar contra la voz de tu cabeza,
puedes sentarte y “observar” tus pensamientos en lugar de involucrarte
en ellos. De esta manera no conseguirás eliminarlos como en el resto de
ejercicios pero es una buena técnica para disminuir su intensidad.
Estos ejercicios de conciencia están
diseñados para desarrollar tu capacidad de mantenerte en el momento
presente y son una buena manera de mejorar tu capacidad de concentrarte.
Practicando esos ejercicios también encontrarás más fácil meditar.
Es importante darse cuenta de que hay una
diferencia entre la atención y concentración. La concentración te ayuda
a centrar tu atención en una cosa o la otra y de esta manera te ayuda a
tomar el mando de lo que pasa en tu mente. Pero atención plena es un
paso más allá de la concentración. Atención plena es un estado de
conciencia. Es “presencia” de la mente.
Fuente: http://www.creatiabusiness.com
fuente: aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.