El aura es la energía psíquica que nos envuelve, nuestro particular
campo electromagnético. Alguien dijo del aura que era nuestra firma
espiritual. Su color e intensidad dependen de si su poseedor se
encuentra triste, enamorado, alegre, enfermo, sano, cansado, etc., y su
tamaño puede variar desde varios centímetros a muchos metros en todas
direcciones.
Desde antiguo, místicos, esoteristas y numerosos religiosos afirmaron
que los seres humanos, en especial los seres vivos, poseemos una
especie de halo energético, más o menos luminoso, que envuelve nuestros
cuerpos. Por su lado, algunos místicos y clarividentes amplían esta
definición diciendo que también las plantas y los minerales son
poseedores de un “aura”.
Ese fluido, o esencia sutil o invisible que nos rodea, se manifiesta
en colores, pero en colores mucho más brillantes y variados en cuanto a
tonalidades y matices que los colores ordinarios discernibles para la
visión física.
Esta idea de la existencia de un campo energético alrededor del ser
humano comenzó a tener una consistencia más o menos científica con los
descubrimientos, en 1935, de los doctores Harold Saxton Burr y Northrop
de la Universidad de Yale (EEUU), quienes utilizando instrumentos de
medición eléctrica muy sensibles, descubrieron la existencia de campos
energéticos envolviendo los cuerpos de los seres vivos. Pero no fue
hasta l939 cuando el ingeniero ruso Semyon Kirlian lograra una imagen de
su propia mano, colocada sobre papel fotosensible, con una serie de
emanaciones parecidas a un halo rodeando los contornos de sus dedos.
DEL COLOR DEL AURA.
¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los colores de tu aura? ¿O
has sentido curiosidad en saber por qué te sientes tan cómodo cerca de
un desconocido? ¿O se te has llegado a cuestionar por qué necesitas
poner distancia entre tu y alguien que aprecias?.
La respuesta está en el hecho de que la impresión real que causamos
en el ánimo de quienes se relacionan con nosotros, es la del aura o
ambiente mental que forjamos con nuestros pensamientos, emociones y
estado físico.
Si esta energía que nos rodea no compatibiliza con la de quien
tenemos a nuestro lado no nos sentiremos bien con su cercanía y
buscaremos distanciarnos todo lo que las circunstancias nos lo permitan.
Y, por el contrario si nuestra aura y la de quienes tenemos a nuestro
lado “congenian”, tienen parecida vibración, es cuando nos sentiremos a
gusto y relajados.
CÓMO SE FORJA NUESTRA AURA.
El aura está asociada con la salud del cuerpo físico y mental. Nuestro
estado influye en la fuerza y el tamaño de la misma (el cual puede ser
de varios centímetros o de muchos metros en todas las direcciones) y en
su color, que varía dependiendo de nuestros estados mentales,
emocionales, y físicos.
Hay personas que seducen y atraen a la gente a su alrededor, puede
que el comentario que haga nuestra razón sea: “son personas con una
conversación inteligente, o personas con mucho sentido del humor” y
probablemente sea así, pero, seguramente, también su aura tendrá algo
que ver.
Normalmente, las personas tienen en su aura uno o dos colores
dominantes, colores que probablemente serán sus colores favoritos en la
vida diaria. Pero, los colores áuricos varían, no son colores fijos en
cada ser humano.
Cuanto más luminosa, limpia y brillante sea un aura, mayor será el
avance espiritual de su portador y creador. En cambio, las auras grises o
de colores oscuros reflejan complejos, problemas, falta de claridad,
sufrimiento.
Por otro lado, el aura incluye y es influenciada por todos los
elementos; siempre que tenemos contacto con alguien, nuestra aura
reacciona a la de esa persona. Si la frecuencia de nuestra aura es
compatible con la de él o ella, nos adaptaremos rápidamente y nos
sentiremos atraídos. Si ese no es el caso, nos sentiremos a disgusto y
esa persona no nos agradará.
Esto último es importante y debemos tenerlo en cuenta: nuestra aura
contamina a quienes se ponen en contacto con nosotros pero, a su vez, es
contaminada por otras auras. Y, aunque muchas veces nos será imposible
alejarnos de personas en las que detectamos un aura que no nos sienta
bien, detectarlo es importante para reducir nuestro tiempo de
“exposición” a lo mínimo indispensable, como también podremos decidir
extender el tiempo de contacto si notamos que alguien nos “afecta”
positivamente; en otras palabras cuando al lado de alguien notamos que
nos serenamos, que nuestro ánimo se potencia, que respiramos con mayor
facilidad, estamos cerca de quien tiene un aura que nos beneficia y sin
dudarlo deberíamos dilatar el tiempo de estos contactos y por supuesto
buscar el repetirlos.
EJERCICIO PARA VER EL AURA.
Según las descripciones más habituales, el aura es una especie de
neblina de luz teñida con varios colores; un envoltorio sin límites
definidos, del que emanan destellos, rayos y franjas de color, que puede
adoptar gran variedad de formas, desde halos circulares vistos
alrededor de las cabezas de individuos con reputación de santos, hasta
brillos fulgurantes que los clarividentes afirman ser capaces de ver.
El siguiente ejercicio es uno de los más sencillos a la hora de
proponernos averiguar si podemos ver “nuestro resplandor”. Los
entendidos aseguran que no debemos darnos por vencidos si no logramos
ver nada durante las primeras experiencias. Pero aseguran que leer auras
puede llegar a sernos de mucha utilidad, entre otras cosas para
determinar si se debe confrontar a una persona en un cierto momento,
para saber como está el ambiente a nuestro alrededor, e incluso para
captar los sentimientos de una persona y sus pensamientos en determinado
momento antes de que llegue a manifestarlos o, aunque no lo haga.
Los pasos a seguir para experimentar nuestra aura son los siguientes:
* Buscar un lugar tranquilo y con luz suave.
* Tener preparado un papel blanco donde poder apoyar íntegramente una mano.
* Colocar la mano sobre el papel y relajar completamente los ojos, o
sea no mirar con atención, no fijar la mirada en la mano, dejarla en
libertad.
* Después de un tiempo veremos como una “niebla” alrededor de la mano.
* Y, si miramos el tiempo suficiente, empezaremos a distinguir colores.
fuente:aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.