Ser tú mismo es un prerrequisito para experimentar la plenitud.
De hecho, muchas de las bendiciones que buscamos en la vida son retrasadas simplemente porque no somos fieles a nosotros mismos.
La mayoría de nosotros dedica mucho tiempo y energía persiguiendo
bendiciones cuando en realidad, el universo está constantemente
intentando enviarnos todo lo que podríamos desear y más. Simplemente
necesitamos permitir que suceda, y una de las formas de hacerlo es
parándonos en nuestra propia verdad.
Desafortunadamente, ser fieles a nosotros mismos se está convirtiendo
rápidamente en un arte perdido en una sociedad que motiva el
conformarse con la norma o seguir las tendencias más recientes. Suma a
esto nuestra intrínseca necesidad humana de aprobación y resulta a veces
imposible para nosotros simplemente “ser” y sentir que es suficiente.
Como resultado, cada vez que pretendemos ser algo que no somos, nos
distanciamos de las bendiciones diseñadas sólo para nosotros.
Piensa en ello. Si tu alma gemela se encuentra en la misma habitación
que tú ¿cómo te va a reconocer si no eres fiel a ti mismo? ¿Cómo puedes
sentir verdadera amistad, afinidad y amor por parte de quienes quieren
estar contigo por quien realmente eres?
Las bendiciones encuentran a quienes son fieles a ellos mismos.
La necesidad de agradar es una de las más grandes formas de ego que
siempre nos mantendrá alejados del propósito de nuestra vida.
Párate en tu verdad. La plenitud que te corresponde por derecho de nacimiento te encontrará allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.