Todos dibujamos ciertas películas en nuestra cabeza: cómo debería ser
nuestra alma gemela, cuán espiritual debería comportarse una persona,
cuál debería ser mi empleo. Pero a veces esas películas pueden volverse
tan arraigadas en nuestra conciencia que nos cerramos a mayores posibilidades que quizás nunca
antes hemos considerado.Algunas veces debemos romper el caparazón y
estar abiertos al nuevo camino delante de nosotros el cual nos guiará a
una mayor realización.
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