Miedo a la muerte, lo sobrenatural, la oscuridad, lo que no se ve, los presentimientos, a dormirse, a no despertarse.
Si
Mímulo es la flor de Bach indicada para aquellos temores de orígen
desconocido: enfermedad, pérdidas, animales, dolor... etc..., Alamo
Temblón se encarga de ese otro tipo de miedos de los que no se
conoce su procedencia, aquellos íntimamente arraigados en el
subconsciente del individuo y llamados, en ocasiones, "irracionales" y que no se pueden definir de forma precisa.
Quién
necesita esta esencia tiene una personalidad estancada en el continuo
presagio de que algo malo está a punto de ocurrir. Excesivamente
sensible y perceptivo siente cierta persecución o intento de castigo de
una fuerza superior, percibe los ambientes cargados negativamente y
tiende a huir de ellos.
A
pesar de este sentimiento constante, no puede evitar participar de
temores colectivos como miedo a la violencia física, violaciones,
serpientes, fantasmas, etc.., existe pues una atracción morbosa y algo
masoquista en su actitud. Pero no es proclive a comunicar sus miedos o
presagios a los demás, sobre todo para evitar la incredulidad y el
ridículo.
Por lo tanto... esta flor difiere mucho de su compañera en el tratamiento de temores Mímulo, pues
aquí no se pueden explicar las razones ni los motivos que llevan a la
persona a desarrollar este tipo de recelo. Es por esto que muchos miedos
que son tratados con otras esencias, como la mencionada, no desaparecen
hasta que no se administra Alamo Temblón.
El
problema realmente es que la persona se encuentra anclada en el plano
emocional de ideas colectivas, fábulas, arquetipos, supersticiones,
conceptos de cielo e infierno.., lo que va acompañado de miedo y
angustia. No es de extrañar que el sueño resulte inquieto y se dan
episodios de sonambulismo, pesadillas, diálogos en voz alta, sudoración,
pensamientos torturantes, tics nerviosos, escalofríos, temblores,
insomnio, dolor de cabeza, tensión en ojos y nerviosismo generalizado.
Dicho lo anterior, esta esencia es de gran utilidad en las pesadillas y terrores nocturnos de los niños,
ya que ellos sienten este temor profundo sin saber explicar el motivo
ya que se trata de algo profundo y consecuencia de la evolución durante
el crecimiento, cuando conocer ciertas realidades acerca de la vida y la
muerte puede resultar traumático y dificilmente asimilable.
La toma de Alamo Temblón (Aspen) proporciona confianza y percepción, se aprende a enfrentar los temores ocultos y desconocidos mediante
la valentía que proporciona saber que el poder universal del amor se
encuentra detrás de todo, y una vez se comprende este punto la persona
se encuentra más allá de la inquietud y la preocupación.
fuente: aqui
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