No es todo lo que vemos. Hay una realidad que nos rodea y a la que no
podemos acceder a través de nuestros sentidos. Hay otros planos, otros
mundos, por los que atravesamos tras nuestra muerte física y que están
tremendamente organizados. Para hablar de este tema hemos extraído en
varias partes uno de los capítulos del libro “La luz diamantina“, de
Francisco Redondo. Con él os dejamos.
El hombre percibe el mundo que le rodea gracias a sus sentidos físicos,
la influencia de dicho mundo es quizás lo más importante de su vida.
Pero si prestamos un poco de atención observaremos que no todo lo que
nos rodea lo registra o percibe nuestros sentidos. Echemos rápidamente
una ojeada, al espacio vacío que hay entre el ordenador y nosotros, ¿qué
vemos?, seguramente muchos dirán ¡nada!, sin embargo sabemos que, hoy
por hoy, científicamente esto no es cierto en modo alguno. Entre ese
espacio, aparentemente vacío, existe una multitud de formas, más o menos
sutiles. Están las motas de polvo y algunos ácaros, esta el aire que
aunque invisible al ojo, permanentemente presente en la atmósfera. Pero
aún hay más, están miles y miles de ondas de radio y televisión, además
de millones de conversaciones de teléfonos móviles.
Vaya, el espacio vacío parece muy congestionado de tráfico de ondas.
Pero si además queremos profundizar un poco más, seremos conscientes que
los átomos que formas la partículas del oxígeno, por ejemplo, vibran o
mejor dicho, giran incesantemente dentro de su núcleo, los electrones y
los protones alrededor del neutrón, y este movimiento produce una
finísima fricción que a su vez produce diversos ultrasonidos, que
nuestros oídos son incapaces de percibir. Si siguiéramos investigando, y
profundizando en diferentes dimensiones, muy pronto entraríamos dentro
del campo de lo extrasensorial, dónde los pensamientos, las emociones y
las fuerzas y vidas invisibles ocuparían su lugar en el tiempo y en el
espacio que nos rodea. Miremos atentamente a nuestro alrededor, nada es
realmente lo que parece ser, y hay mucho más oculto que no percibimos,
que lo que a priori o a simple vista parecería haber.
Conocemos el mundo por medio de nuestros CINCO SENTIDOS, y si uno de ellos es defectuoso nuestro conocimiento del mundo también varia. Estos 5 sentidos todos los conocemos y son: LA VISTA: Este sentido nos permite percibir, ver, una determinada gama de vibraciones cromáticas. EL OÍDO: Nos permite oír, una limitada frecuencia de decibelios. EL TACTO: Relacionado con la sensibilidad de la piel. EL GUSTO: Nos pone en relación con una delimitada escala de sabores. EL OLFATO:
Este sentido está mucho más desarrollado en los animales que en el
hombre. Es un sentido poco utilizado en detrimento de los demás, sin
embargo cuando lo utilizamos con plena conciencia nos proporciona un
campo de experiencias maravilloso. “Nuestros sentidos Físicos, son como
ventanas abiertas al mundo exterior, que permite al Morador Interno,
vislumbrar una pequeña porción de la ” Realidad “. Más allá de esta
fracción, encontramos otras “Realidades” más profundas, ya sean
químicas, atómicas o Espirituales, de las cuales nuestros CINCO SENTIDOS, por sí mismos, nada saben…”
C. Jinarajadasa, en su libro “Fundamentos de Teosofía” hace una buena y
clara exposición de lo que a los sentidos y a su percepción estamos
considerando, diciendo así: “Consideremos, por ejemplo, nuestro
conocimiento del mundo por la facultad de la vista. ¿Qué entendemos por
ver un objeto? Ello significa que nuestros ojos responden a las
vibraciones de luz emitidas por el frente del objeto y que nuestra
conciencia las traduce en ideas de forma Y color. Por supuesto que
nosotros sólo vemos la parte que nos da de frente, nunca el todo, que
abarca las partes anterior y posterior. Esta facultad de ver se debe,
pues, a las ONDAS DE LUZ a que responden nuestros ojos. Pero ¿qué es,
después de todo, la Luz? Al contestar a esta pregunta veremos enseguida
cuán pequeña es la parte VISIBLE del
Mundo y cuán grande la INVISIBLE” (…)
Por desgracia o por suerte dependemos más de la vista que de cualquier
otro sentido. Tal es exactamente el principio fundamental de la
CLARIVIDENCIA. Nos rodean muchos tipos de vibraciones a que el mortal en
general no puede responder. Está ciego, inconsciente, respecto a una
parte del universo, dispuesto a revelársele si él fuera capaz de
responder a sus vibraciones. Pero el Clarividente responde y por lo
tanto VE más del mundo real que el que no lo es. Por supuesto que no
todos los clarividentes son iguales en responder al mundo invisible:
unos ven poco y otros mucho; unos adquieren un concepto claro de lo que
ven y otros confuso e incoherente. Pero el principio de la clarividencia
es exactamente el mismo de la visión ordinaria. Aún no conocemos qué
desarrollo especial de los nervios y de los centros cerebrales es
necesario para responder alas vibraciones del mundo invisible, pero la
ciencia del mañana nos la descubrirá, descubriéndonos científicamente la
“FISIOLOGÍA OCULTA DEL CEREBRO” y pondrá el mecanismo de la
clarividencia más a nuestro alcance que lo está hoy.
La Ciencia esotérica nos enseña que existen SIETE PLANOS en relación
especial con el hombre y el sistema Solar, y todo individuo y toda
entidad tiene en ellos alguna fase de su vida. Hay diferentes maneras de
expresar con palabras los diferentes estados de la materia y de la
energía. Dependiendo de la escuela esotérica, religión o creencia, estos
diferentes niveles pueden ser descritos como: PLANOS, DIMENSIONES,
ESTRATOS, REINOS, MORADAS, NIVELES, MUNDOS, REGIONES, etc. Nosotros
preferimos utilizar la definición de Planos o Mundos, y es importante
comprender que cuando nos referimos a dichos “Planos” o los vemos
reflejados en diagramas, así como en cuadros o dibujos, de ningún modo
deben ser tomados como mapas o realidades superpuestas, ya que la
necesidad de representar los planos como “ESTRATOS”, cuando en realidad
se INTERPENETRAN, y de describir la posición física de las cosas que
existen sólo en materia etérica o mental, imposibilita hacer una
ilustración gráfica con precisión.
Como resumen que sugieren realidades, los diagramas son de gran valor
para quienes los emplean correctamente. Veamos a continuación los
diferentes Planos:
LOS 7 PLANOS
1) El Plano Físico.
2) El Plano Astral, Emocional o De Deseos
3) El Plano Mental.
4) El Plano Búdhico o Intuicional.
5) El Plano Átmico o Nirvánico.
6) El Plano Monádico .
7) El Plano Divino o Ádico.
(Hemos empezado a enumerar los PLANOS o DIMENSIONES de la naturaleza
desde el más denso al más elevado, sin embargo también podemos hacerlo
al revés, siendo el plano Divino el primero y el Físico el séptimo, el
orden no importa, pero tengamos en cuenta que cuando digamos por ejemplo
el quinto plano, sepamos en qué orden hemos empezado, si de arriba o de
abajo.) Como hemos dicho, las diferentes dimensiones del Universo se
“ínter-penetran siempre”, de tal manera que en este mismo instante, aquí
y ahora, todos los planos participan conjuntamente, aunque sí es cierto
que un plano superior se expande por encima de uno inferior en
diámetro. El mejor ejemplo para comprender esta idea de integración, es
el de la esponja llena de agua, dónde en un mismo espacio hay tres
elementos diferentes, sólido, líquido y gaseoso(aire), compartiendo
todos ellos armoniosamente la esponja.
Cada Plano es una región muy concreta de existencia, aunque
estrechamente relacionada con la anterior y la posterior inmediata. Esto
es posible debido a que cada Plano esta subdividido a su vez en “siete
sub-planos” o siete diferenciaciones menores. Así podemos comprender que
por ejemplo el Plano Físico contiene dentro de su manifestación
diversos estados de la materia que llamamos: sólido, líquido, gaseoso, y
cuatro más que a continuación expondremos. También cada Mundo difiere
por completo del otro, y tienen sus propias leyes y limitaciones
dimensiónales. Veamos a continuación cada uno por separado, aunque sólo
sea básicamente.
EL PLANO FÍSICO
El Plano Físico es el MÁS DENSO y el más evidente para el ser humano
común. Está sujeto a más Leyes que los otros seis superiores, ya que
conforme se asciende en niveles (vibración), menor es la presión
ejercida por la materia. La composición de su SUSTANCIA, es la más
grosera y concretizada, siendo por lo tanto el plano inferior de la
creación.
El hombre hace contacto con él a través de sus SENTIDOS FÍSICOS: vista,
oído, gusto, tacto y olfato, teniendo la mente como agente sintetizador
de todos ellos. Este contacto se alcanzo gracias al enorme esfuerzo
realizado por la evolución, para capacitarlo en responder lo mejor
posible a los impactos del mundo exterior (físico). El estudio sobre sus
innumerables fenómenos, así como de sus variados tipos de vida, no
pueden ser desarrolladas aquí, ya que ya han sido suficientemente
tratados y desarrollados por nuestros científicos y hombres de ciencias
naturales (…).
EL PLANO ASTRAL
Entramos aquí a considerar el Sexto Gran Plano (…). En este nivel el
Mundo Astral a perece muy diferente al mundo físico, la materia es mucho
más sutil que la etérica, y dotada de una especial Vitalidad y
Movilidad. Se trata pues de una materia en movimiento incesante, que
adopta todas las formas, imaginables, con vertiginosa rapidez, pasando
continuamente de una a otra, y refulgiendo con infinidad de matices
cromáticos, incluidos muchos colores no conocidos por el ojo físico. La
luz solar en el plano astral produce un efecto muy diferente que en el
físico. Existe aquí una LUMINOSIDAD DIFUSA que no procede de ninguna
dirección determinada, siendo la propia materia astral luminosa de por
sí, no existiendo en ese nivel la absoluta oscuridad, ni las sombras, y
no viéndose afectada por las condiciones atmosféricas del plano físico.
La visión en este Plano es asimismo muy diferente de la física, ya que
cada objeto se percibe por todos sus lados a la vez, incluyendo su
interior, al igual que su exterior.
Igualmente puede contemplarse las partículas que componen la atmósfera,
las Auras De Los Seres, y los cuatro Subniveles de la Materia Etérica,
además de los colores ultravioletas, infrarrojos y todos cuantos actúan
como complementarios de los colores ordinarios a los que nuestra visión
común no percibe, por esa razón se la denomina “astral” haciendo
referencia a “estrellado” “luminoso”.
La materia del PLANO ASTRAL actúa como Transmisora y Receptora de los
impulsos que ocasionan los movimiento, y permiten el SENTIMIENTO, la
percepción del placer y el dolor, del agrado y el desagrado, así, como
de los DESEOS, las aspiraciones, el AMOR, el odio, y todo tipo de
emoción. Esa es la razón por la cual al Plano Astral también se la
conoce como el Plano Emocional o de Deseos. Así, también, todo objeto
físico posee materia Astral del grado correspondiente, que actúa como su
contraparte a ese nivel, si bien no existe una correlación directa
entre las partículas del objeto físico y las de su contraparte astral,
que se hallan en continuo movimiento. En los seres vivos esta
contraparte se destruye por disgregación tras la muerte física. En el
caso de los objetos inanimados, la contraparte se destruye cuando se
destruye el objeto físico. El nivel astral es fluídico y hace posible
que un objeto puramente astral pueda ser movido por un ser astral, pero
no la contraparte astral de un objeto físico ya que ésta se halla unida
indisolublemente a él. Para una persona que es capaz de salir
conscientemente con el Cuerpo Astral, llamado también, proyección
astral, puede percibir esta realidad con mucha más nitidez y ser
consciente, también, de la falta de gravedad y de otras leyes, puramente
físicas.
El Plano Astral esta subdividida a su vez en SIETE niveles diferentes,
con muchas diferencias entre los inferiores y los superiores. En los
subplanos inferiores encontramos una gran y nublosa existencialidad, es
el mundo de las pesadillas, del odio, de los deseos más escalofriantes
de la humanidad. Es el estado relacionado con lo que los cristianos
consideran el infierno, un nivel dónde sus habitantes están sujetos a
muchas penalidades auto-generadas. Es importante comprender que cada
Plano o Subplano están dentro de cada ser humano, y que no hace falta
“morir” o dejar el cuerpo físico para experimentar dichos niveles, de
hecho son mucha los individuos que por ley de afinidad o correspondencia
viven en sus propias vidas subjetivas, dichos subplanos.
El Cielo y el Infierno están dentro del hombre, es su propio bagaje
interior, y de él depende subir o bajar de grado espiritual. Los
Subplanos Intermedios, son regiones dónde suelen ir los recién
“fallecidos”, un plano cordial, dónde los deseos y anhelos humanos
suelen materializarse en materia astral, estando sus habitantes viviendo
en su propio mundo de ilusión particular. En los niveles Superiores
encontramos una profunda Bondad, una luminosidad y ambientes sumamente
refinados. El amor es la clave para ir ascendiendo de subplanos y de
planos, cuando más se asciende mejor es la claridad y percepción
espiritual, y el alma se encuentra más libre, con menos velos
ocultadores de la “verdad”. Cuando tratemos el tema de la “MUERTE” en
otro capítulo, profundizaremos un poco más sobre dicho plano, ya que el
ser humano, y en este ciclo de manifestación en concreto, es muy
afectado por él, siendo todavía y por desgracia un ser muy
desequilibrado emocionalmente.
Los HABITANTES del Mundo Astral, porque tengamos presente que habitantes
o seres de muy diferentes clases existen en todos los planos de la
creación, y así como en el plano físico existen innumerables seres
vivos, así también en el plano astral y en los demás, existen
infinidades de vidas, que viven, evolucionan y se desenvuelven
normalmente en su propio habitad. Los Habitantes astrales se pueden
dividir, a groso modo, en dos tipos: Los humanos, y los que no lo son. Y
dentro de esta división encontraríamos a los que habitan, propiamente
dicho, este plano y los visitantes que esporádicamente lo visitan o
realizan alguna labor.
En este plano encontramos a los que recientemente han fallecido, también
encontramos a los que durante el sueño dejan el cuerpo físico y vagan
por el plano astral dormidos, sin conciencia despierta. También están
los Discípulos y Adeptos que a voluntad entran en dicho mundo y de una
forma totalmente consciente realizan algún trabajo espiritual o de
aprendizaje. Cualquier individuo puede salir en cuerpo astral, y puede o
no estar espiritualmente desarrollado, porque el desenvolvimiento
psíquico no va necesariamente unido al progreso espiritual. Por lo
tanto, podrá el psíquico ser perfectamente consciente al actuar fuera
del cuerpo físico, pero por falta de adiestramiento se expone a
tremendos ENGAÑOS respecto a lo que percibe. Sin embargo los ADEPTOS o
los Discípulos espiritualmente desarrollados, rara vez suelen actuar en
los mundos astrales, ya que su atención va más bien dirigida hacia el
Plano MENTAL, donde hay mayor claridad y exactitud de lo que se percibe.
En cuanto al individuo vulgar, se le ve flotando vagamente en su cuerpo
astral durante el sueño físico en más o menos inconsciente condición.
Durante el sueño profundo, el EGO (Alma) con el cuerpo astral se retira
del físico y permanece en su contigüidad, pero si el individuo está muy
poco desarrollado psíquicamente, queda tan inactivo como el cuerpo
físico. Sin embargo, en algunos casos, el cuerpo astral flota como en
sueños a impulsos de las corrientes astrales y eventualmente reconoce a
otros Egos en la misma condición y tiene experiencias agradables o
desagradables, cuyo recuerdo irremediablemente confuso y a menudo
trasmutado en grotesca caricatura de lo realmente ocurrido, es causa de
que al despertar el individuo crea que tuvo un sueño muy extraño.
La clasificación de los habitantes (del plano astral) no humanos, es aún
mayor que la física, entra las que destacan ciertos “Elementales” o
Espíritus de la Naturaleza, ciertas Jerarquías Dévicas o Angélicas, y
seres procedentes de otros mundos, así como una gran variedad de
entidades de muy diversa índole evolutiva.
EL PLANO MENTAL
El Plano Mental es aún mucho más sutil que el Astral, siendo más elevado
y sujeto a menos leyes limitadores, en cuanto al Alma se refiere. Si
bien también esta subdividido en sietes subplanos, existe una gran
brecha entre los cuatro inferiores y los tres superiores, dividiéndose
por consiguiente en DOS GRANDES ÁREAS o REGIONES bien diferenciadas. El Mental Superior o MENTAL ABSTRACTO y el Mental Inferior o MENTAL CONCRETO.
Si el Plano Astral incorporaba una CUARTA DIMENSIÓN que de alguna forma,
parecía anular el problema de la distancia o ESPACIO, ya que en ese
nivel uno puede viajar a la velocidad del pensamiento, en este nivel
MENTAL encontramos una QUINTA DIMENSIÓN, que parece anular el TIEMPO, ya
que, en este Plano en el que se producen los PENSAMIENTOS, todos los
procesos relacionados con un sujeto determinado que en el nivel Físico
se manifiestan en un orden secuencial, aquí se producen todos al tiempo,
y en un mismo lugar.
La región del Plano Mental Abstracto, observado desde el punto de vista
cristiano sería las Moradas del Cielo, o “Devachán” ocultista. Siendo la
residencia verdadera de nuestra ALMA, de nuestro “YO SUPERIOR”. En los
tres subplanos superiores se encuentra lo que esotéricamente se denomina
“CUERPO CAUSAL”, el cual es, hablando simbólicamente “El Templo de
Salomón Interno”, lugar donde permanece todos los tesoros del hombre,
todas sus experiencias recogidas vida tras vida, nada se pierde en la
Evolución, y menos aún una experiencia.
Es el plano que corresponde a nuestra mente, al pensamiento, a las
ideas, a la memoria, a la visualización, la imaginación, la asociación,
el lenguaje, etc. Los cuatro niveles inferiores o subplanos concretos
estén relacionados con la vida ordinaria y sus sentidos físicos. La
Mente Concreta, mide, pesa, estudia, analiza, es mediática y formal.
Pero debemos de hacer una importante aclaración, la mente y el cerebro
no son la misma cosa. El cerebro es el soporte físico necesario, el
recipiente material para soportar o digerir la Mente. La Mente no es
física, por esa razón se puede pensar, y aun con mayor claridad, fuera
del cuerpo físico sin necesidad del cerebro físico. La Mente utiliza el
instrumento celular para expresarse en el mundo físico, y así el hombre
puede permanecer consciente, pensar, trabajar, experimentar y
evolucionar en el Plano Físico. De ahí la importancia de la salud
mental, de tener un buen instrumento cerebral para recibir adecuadamente
las impresiones del Alma, que utiliza el instrumento mental como
mediador en este mundo.
Los Iniciados superiores suelen utilizar este plano para trabajar
espiritualmente, y así como una puede realizar una proyección astral,
también los discípulos avanzados pueden proyectarse fuera del cuerpo
físico y astral, y permanecer en sus cuerpos mentales, funcionando
perfectamente y con más precisión si cabe, que con los anteriores. En
este mundo como en los demás existen muchas vidas y entidades de
diferentes rangos. También en los subplanos inferiores del plano mental
encontramos a ciertas entidades “Elementarias”, a ciertas Jerarquías
Angélicas de mayor grado, a seres con cierto grado de evolución. Y en
los subplanos superiores a Seres como los Maestros de Sabiduría, a Devas
excelsos y a los Ángeles Solares.
Únicamente nuestro escaso desenvolvimiento, la limitación a que nos
sujeta la vestidura de carne, nos impide darnos cuenta de que el
esplendor, la Gloria del Cielo está AQUÍ y AHORA en nuestro
alrededor, y que las influencias dimanantes del mundo Celeste actuarían
en nosotros si fuéramos capaces de comprenderlas y recibirlas. Por
imposible que esto le parezca al profano, es la más evidente y sencilla
realidad para el Ocultista, y a quienes no han comprendido todavía esta
fundamental verdad le repetiremos el consejo que da al respecto el Señor
Gautama el BUDA:
” No os quejéis ni lloréis ni supliquéis, sino abrid los
ojos y ver, porque la luz os envuelve y sólo falta que
arranquéis la venda de los ojos y miréis. Es algo admirable,
hermoso, superior a todo cuanto soñó el hombre, a todo
cuanto por lo que lloró y suplicó, y es, además, sempiterno…”
EL PLANO BÚDICO O “INTUICIONAL”
Numerológicamente el Plano Búdico es el CUARTO Gran Plano de Nuestro
Sistema Solar, siendo el número 4 el CENTRO o medio de los 7. Por lo que
tenemos 3 inferiores (Físico, Astral y Mental), y 3 superiores (Átmico,
Monádico y Divino) siendo el Plano Búdico el punto medio. Podría
decirse también que simboliza el MÍSTICO CORAZÓN CÓSMICO, y que a su vez
tiene una oculta e íntima relación con el corazón humano, siendo este
órgano analógicamente el centro del hombre.
Este Plano, al ser el PRIMERO verdaderamente Superior no se puede hacer
contacto con él, sino es a través de un riguroso trabajo de aceleración
evolutiva, siendo los Iniciados de orden superior los que sí pueden
acceder conscientemente a dicho mundo y hacer contacto y trabajar en él.
Esta es una de las razones por las cuales poco o nada se puede decir
sobre él, salvo que su estructura es completamente diferente y mucho más
sutil de lo que nos podamos imaginar. El Plano Búdico también es
conocido como el PLANO “INTUICIONAL”, pues en él, se capta las
REALIDADES VÍRGENES de una forma natural, instantánea, intuitivamente,
sin necesidad de utilizar el mecanismo mental para entenderlas o
comprenderlas. Por esa razón la INTUICIÓN es un mecanismo muy
espiritual y a la vez muy natural que utiliza el Iniciado avanzado para
discernir inequívocamente sobre cualquier asunto. Esta intuición, a la
que hacemos referencia, no es la misma que las corazonadas o las
adivinaciones instintivas. La Intuición es el instrumento del Alma, por
el cual se puede reconocer “la verdad más elevada”, directamente,
desnuda, sin capas o velos, por lo tanto estamos hablando de un Poder o
Cualidad de carácter Divino.
Las Fuerzas y energías de dicho Plano son con las que trabajan los
Maestros de Sabiduría. En el Plano Búdico la “UNICIDAD”, la “UNIDAD” es
reconocida perfectamente y corroborada por la conciencia del Iniciado.
Es el Plano del AMOR PURO, llamado curiosamente, en los escritos
esotéricos “RAZÓN PURA”, teniendo una relación íntima con el cuerpo o
plano astral, el cual deberá a su debido tiempo, tras una larga
depuración y transmutación, manifestar y reflejar como un buen espejo
las cualidades más elevadas del plano búdico. El ser humano debe ser un
buen canal de manifestación de dichas energías, cuando esto ocurra de
una forma masiva, tendremos la demostración más solemne de la expresión
“FRATERNIDAD” en el plano físico.
LOS PLANOS ÁTMICO, MONÁDICO y DIVINO
A medida que se asciende en Dimensiones, más difícil resulta su
interpretación y estudio para nuestra limitada mente tridimensional. En
estos Planos Superiores actúan muchas menos leyes condicionadoras del
espíritu humano, por lo que hay una mayor LIBERTAD en cuanto a expresión
de la Divinidad se refiere, a la vez que fluye en ellas un Gran Caudal
de Espiritualidad Divina, indescriptible para nuestros cerebros. De
momento poco o nada se puede decir, sólo que en ellos moran los
ESPÍRITUS PUROS, y Seres que trascienden nuestra peculiar condición
humana, siendo las “MORADAS” más hermosas de nuestro PADRE CELESTIAL.
Dando nociones esporádicas sobre dichos Planos, podemos decir que en el
Plano Átmico, por ejemplo se manifiesta con mucha fuerza la Voluntad del
Ser, el aspecto Poder Espiritual, así como en el Plano Monádico es la
morada o la región de nuestro VERDADERO SER, nuestro “YO DIVINO”, el “ESPÍRITU”
del hombre, es el nivel que el ser humano debe alcanzar como meta en
este planeta. Cuando la alcanza y se fusiona con la “Mónada”, el
Espíritu Divino entonces deviene como hombre perfecto o MAESTRO de
Sabiduría. En el Plano llamado Divino o Ádico, por ser el primero y más
elevado, parecer ser que uno entra en cierta relación mística e
incluyente con la Voluntad Divina, con la Conciencia de Dios, siendo
consciente en cierta medida del “PLAN DIVINO” (…).
fuente: aqui
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