¿Han tratado alguna vez de hablarle a
alguien en un idioma que ustedes no hablan? ¿O comunicarse con alguien
que no los estaba escuchando o prestándoles atención? ¿Qué sucede cuando
el idioma o la atención no son el problema pero igualmente no se pueden
conectar y comunicarse con alguien? Al avanzar hacia una mayor
percepción de nosotros mismos como seres energéticos, nos haremos más
conscientes de la energía de la gente que nos rodea, quiénes se pueden
conectar fácilmente con nosotros y quiénes no. La energía es la forma en
la que primero nos conectamos con alguien al principio, y todo fluye
desde esa conexión cuando lo hace y no cuando no está presente.
Aun cuando suene poco glamoroso, todas
nuestras conexiones con las personas se basan en energía. Cualquier
emoción que tengamos respecto a las personas en nuestras vidas todas
comenzaron a partir del tipo de energía con la que nos conectamos.
Cuando compartimos una frecuencia y vibración, nos conectamos y
comunicamos bien. De no ser así, ellas pueden estar hablando y aunque
escuchemos las palabras, no tenemos idea de lo que están diciendo. Si no
podemos procesar la energía de ellas, entonces no puede existir la
conexión y aunque tratemos de esforzarnos, no sucederá. Ellas pueden
estar hablando en nuestro idioma pero no seremos capaces de entenderlas
porque a un nivel energético, no estamos hablando el mismo idioma.
Asumimos que podemos conectarnos
fácilmente con todos los que hablan nuestro idioma (porque utilizan las
mismas palabras que nosotros) y eso no siempre es cierto. En dependencia
del acento, pronunciación y velocidad del habla de ellos, puede parecer
como si hablaran en una lengua extranjera. Aunque podamos escucharlos,
no podemos entenderlos fácilmente. Lo mismo es cierto desde una
perspectiva energética. Todos somos humanos así que todos debíamos ser
capaces de entendernos a un nivel básico, ¿cierto? No siempre es así.
Hay muchos humanos con quienes no podemos comunicarnos con mucha
facilidad. Pero, si comenzamos todas nuestras conexiones preguntando si
estamos alineados y en resonancia energética, eliminaríamos muchas
comunicaciones erróneas. Aunque asumimos que ellos nos escuchan y
entienden, muchas veces no lo hacen. Y si no existe una fuerte conexión
energética no estamos totalmente presentes o atentos, así que tampoco
los escuchamos a ellos realmente.
Cuando no tenemos una fuerte alineación o
conexión energética con alguien, nuestras conversaciones se pueden
basar en presunciones – anticipamos lo que ellos van a decir y solamente
escuchamos la mitad de lo que dicen. O, físicamente y mentalmente
estamos haciendo otra cosa durante nuestras conversaciones así que
solamente estamos captando parte de lo que se dice y llenando los
espacios en blanco. O no queremos estar en esa conversación así que
nuestros corazones y mentes están cerrados a todo lo que no sea el
sonido de sus voces. ¿Realmente escuchamos todo lo que la gente dice o
escuchamos la mitad y asumimos el resto con lo que pensamos o sabemos
que ellos van a decir?
Pero ahora nuestra energía está mucho más
sintonizada y nuestras necesidades son más precisas, así que ya no es
fácil conectarnos con personas a los niveles básicos en la mayoría de
nuestras conversaciones. Ahora buscamos la resonancia y alineación
energética, buscando la concordancia dimensional y la conexión
multidimensional. Cuando escuchamos ahora, es con todo nuestro ser y si
no podemos encontrar esos puntos de alineación, tenemos muy poco que
decir porque nuestros puntos de conexión no existen.
Las conexiones y las relaciones que no
tienen una alineación energética son drenajes de energía y para
llenarlos tenemos que manipular nuestra energía, lo cual no se siente
bien y está fuera de integridad con nuestra intención. En lugar de
dedicar tiempo a tratar de alinearnos con todas nuestras conexiones
ahora, buscamos aquellas que son más reconfortantes, fáciles de manejar y
se sienten apropiadas. En lugar de sostener conversaciones con
cualquiera que quiera hablarnos, buscamos a personas que son una fuente
de inspiración, iluminación y con quienes podamos compartir una
alineación energética. Hemos evolucionado de escuchar y oír a una
comunicación plenamente conectada. Ya no es suficiente para nosotros
simplemente hablar el mismo idioma, necesitamos hablar con la misma
energía.
Ahora, antes de conectarnos con alguien,
nos hacemos más preguntas respecto a la alineación y la integración,
examinando la energía de ellos, y buscando fuertes puntos de conexión.
Si no podemos encontrar una buena conexión, seguimos adelante. Aunque
podamos tener menos conexiones inicialmente, éstas se sentirán genuinas y
poderosas. De lo contrario, se sentirán pesadas y aburridas y tendrán
poca duración. La integridad y la alineación son una gran parte de
nuestro nuevo paradigma y funciona en ambos sentidos. No podemos estar
en integridad con quienes no se alinean con nosotros y no podemos estar
en integridad con nosotros mismos cuando tratamos de conectarnos con
personas que no se alinean fácilmente con nosotros. Prestarle atención a
aquello que nos sirve bien significa fijar nuestra atención para estar
en un flujo de gracia y fluidez en todas las áreas de nuestra vida. Y
cuando nos mantenemos en integridad con nuestra propia energía,
invitamos a las conexiones que nos empoderan y nos hacen avanzar, con
personas a quienes también empoderamos y ayudamos a avanzar.
Por Jennifer Hoffman
23 de Diciembre 2014
Fuente: enlighteninglife.com
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar
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