Los
cálculos biliares, llamados también piedras, se forman de la bilis, un
líquido digestivo producido por el hígado y almacenado en la vesícula.
La mayoría
de estos cálculos no producen síntomas. Se presentan en 1 de cada 10
personas sobre los 40 años y afecta el doble de mujeres que hombres. Los
cálculos pueden transmitirse en las familias y, por razones
desconocidas, son más comunes en personas de origen latino.
La
bilis, el líquido que forma los cálculos, tiene principalmente
colesterol, pigmentos y varias sales. Un cambio en la composición de
bilis puede provocar la formación de cálculos. La mayoría son una mezcla
de colesterol y pigmentos. En aproximadamente 1 de 5 casos, sólo están
compuestos por colesterol y en aproximadamente 1 de 20 casos, sólo de
pigmento. A menudo se forman varios cálculos y algunos pueden llegar a
ser del tamaño de una pelota de golf.
¿Cuáles son las causas?
A menudo
los cálculos biliares no tienen una causa evidente. Sin embargo, los
cálculos de colesterol son más frecuentes en personas con sobrepeso o
que consumen una dieta alta en grasas.
Los cálculos de pigmento se forman si hay una destrucción excesiva de glóbulos rojos, como puede ocurrir en la anemia hemolítica y en la anemia drepanocítica.
Un
vaciamiento deficiente de la vesícula biliar debido a conductos biliares
estrechos también puede aumentar el riesgo de cálculos biliares.
¿Cuáles son los síntomas?
Los
cálculos biliares a menudo no manifiestan síntomas. No obstante, pueden
aparecer síntomas si uno o más cálculos bloquean el conducto cístico (el
tubo de salida de la vesícula biliar) o el conducto biliar común (el
conducto biliar principal que va del hígado al duodeno).
Un cálculo
que bloquea parcial o completamente el flujo de bilis provocará
ataques, conocidos como cólico biliar, cuyos síntomas incluyen:
• fuerte dolor en la parte superior del estómago
• náuseas y vómitos.
• fuerte dolor en la parte superior del estómago
• náuseas y vómitos.
Los
episodios, por lo general, son breves y suelen ocurrir después de una
comida con mucha grasa, lo que provoca que la vesícula biliar se
contraiga.
Infusiones y otros remedios para los cálculos biliares
Infusión medicinal para los cálculos biliares #1
Cortar en trozos pequeños 50 gramos de raíces de uñas de gato
desecadas. Hervir durante 10 minutos en 1 litro de agua. Tomar, sin
azúcar, tres veces al día. Así, durante todo el proceso de curación.
Infusión medicinal para los cálculos biliares #2
Hervir durante 5 minutos 1 cucharada de manzanilla en 1 taza de agua.
Tapar y dejar refrescar. Agregar el jugo de 1/2 limón y tomar tres tazas
diarias durante siete días seguidos. Este remedio ayuda a la expulsión
de los cálculos.
Infusión medicinal para los cálculos biliares #3
Hervir, durante 5 minutos, raíz del agracejo en 1 taza de agua. Tapar y
dejar refrescar. Tomar 1 taza en ayuna y otra en la tarde..
Remedio para los cálculos biliares #1
Ingerir 1/2 kilo de uvas el primer día, aimentando diariamente hasta
llegar a los 3 Kgs. Las tomas se dividirán en 3 ó 4 raciones, siendo la
primera, por la mañana, en ayunas siendo la más abundante.
Remedio para los cálculos biliares #2 Tomar, diariamente, dos cucharadas grandes de aceite de oliva, en ayunas, mezclado con 1 de zumo de un limón.
Remedio para los cálculos biliares #3
Mezclar un vaso de jugo de piña con 1/4 vaso de aceite de oliva y tomar
dos veces al día (una por la noche y otra por la mañana).
Remedio para los cálculos biliares #4 Tomar, en ayunas, 2 cucharadas de aceite de oliva y luego seguida de 1/2 taza de jugo de toronja.
Recomendaciones
No comer
en exceso especialmente alimentos ricos en grasas saturadas. Preferir en
su lugar ensaladas en especial las acompañadas con jugo de limón y ajos
crudos
Beber abundantes líquidos, preferiblemente agua mineral, jugos e infusiones. Evitar bebidas gaseosas, café y alcohol.
Aplicar compresas de agua caliente en la zona del vientre que se siente el malestar o dolor.
fuente: aqui
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