Antes de que puedas realmente ofrecer amor a otro, es importante
reconocer tu naturaleza divina. Dios te creó, lo que significa que el
propio ADN de Dios está dentro de tu ser.
Por ende, personificas el amor y la Luz.
Si no lo sabes, no puedes mostrarlo.
Y por cierto, si no puedes mostrarlo, ¿¡Cómo, por todos los Cielos, te reconocerá tu alma gemela!?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.