La
industria decidió un día convertir la sal cristalina natural en simple
cloruro sódico (la sal refinada de hoy), porque los científicos de la
época afirmaron que los demás elementos que contenía (minerales
esenciales y otros oligoelementos) eran innecesarios y bastaba el
cloruro sódico para salar los alimentos. Desde entonces cualquier
parecido entre la sal que ahora consumimos y la sal natural es
inexistente. De un alimento que era “oro puro” porque proporcionaba al
ser humano todos los elementos necesarios para su subsistencia en la
proporción exacta que el organismo necesita se pasó a consumir un
producto que es “veneno puro”, como bien saben los investigadores y
médicos.
A la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal. El yodo (tóxico cuando se sobrepasa el mínimo necesario) se añade porque se supone que mejora la función de la tiroides; y el flúor (uno de los elementos más radioactivos que existen) porque afirman que este veneno evita la caries. Un sarcasmo. La sal cristalina natural, tanto la que procede del mar (sal marina), como de las montañas, contiene los 84 elementos que compone el cuerpo humano en su proporción exacta. Poca gente sabe que la composición de la sangre humana es prácticamente idéntica al agua salina del “mar primario”, es decir, una solución con la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años.
La comida chatarra se encuentra llena de sal refinada, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, consumir este tipo de sal equivale entre 8 y 20 veces más que la que debiera comer. Pues con la finalidad de que el sodio y el potasio encuentren un equilibrio, se debe consumir de 1,500 miligramos por día, pero si no se respeta, es cuando aparecen enfermedades referentes al corazón.
A la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal. El yodo (tóxico cuando se sobrepasa el mínimo necesario) se añade porque se supone que mejora la función de la tiroides; y el flúor (uno de los elementos más radioactivos que existen) porque afirman que este veneno evita la caries. Un sarcasmo. La sal cristalina natural, tanto la que procede del mar (sal marina), como de las montañas, contiene los 84 elementos que compone el cuerpo humano en su proporción exacta. Poca gente sabe que la composición de la sangre humana es prácticamente idéntica al agua salina del “mar primario”, es decir, una solución con la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años.
La comida chatarra se encuentra llena de sal refinada, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, consumir este tipo de sal equivale entre 8 y 20 veces más que la que debiera comer. Pues con la finalidad de que el sodio y el potasio encuentren un equilibrio, se debe consumir de 1,500 miligramos por día, pero si no se respeta, es cuando aparecen enfermedades referentes al corazón.
2.- Azúcar refinada.
El
azúcar blanca no se puede considerar como un alimento, ya que es una
sustancia química pura, extraída de fuentes vegetales como la caña de
azúcar o la remolacha, a las cuales se les extrae el jugo eliminando
toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.
Para
dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se añade cal viva y es
ahí donde esa reacción alcalina mata casi todas las vitaminas, luego se
añade dióxido de carbono para acelerar la cal, este líquido azucarado
pasa por tubos que lo separan de las impurezas. Luego viene otro
tratamiento con sulfato de calcio y ácido sulfúrico para decolorar y
dejar casi blanco.
El
azúcar refinada no tiene proteínas, ni vitaminas, no tiene minerales no
tiene enzimas, no tiene micro elementos, no tiene fibra, no tiene
grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana.
No
es buena porque no aporta ningún nutriente, aporta energía, pero nada
más. Esta se conforma de glucosa y fructuosa. El problema es la manera
en que la consumimos, porque las frutas y verduras, por sí mismas, ya
contienen azúcar. Las azúcares refinadas son causantes de obesidad, de
un desequilibrio nutritivo, caries y más. Los edulcorantes químicos
también son dañinos, pues aumentan el riesgo de cáncer, como el
aspartame, la sacarina y ciclamatos, que podemos encontrar en productos
como el refresco light.
3) Harina refinada.
Como
se ilustra en The Daily Mail, con los años la calidad del pan se ha
vuelto mucho peor en lugar de mejorar. En 1911, la sal, las grasas
baratas, el alumbre, la cal en polvo y el blanqueador eran los
ingredientes “malos” del pan. Actualmente, hay que lidiar con
ingredientes nuevos que dañan la salud y que se pueden encontrar en la
tienda en donde compra el pan. La harina blanca producida es casi puro
almidón, y ahora contiene una pequeña fracción de los nutrientes del
grano original. Además, los tratamientos químicos en el grano dan como
resultado la formación de un subproducto llamado aloxano –un veneno
utilizado en la industria de la investigación médica para producir
diabetes en ratones sanos. El aloxano causa diabetes al hacer girar
enormes cantidades de radicales libres en la células pancreáticas beta,
destruyéndolas. Las células beta son las células primarias de las zonas
del páncreas llamadas islotes de Langerhans y producen insulina; así que
si son destruidas, se desarrolla la diabetes.
Teniendo
en cuenta el rango epidémico de la diabetes y otras enfermedades
crónicas, no es buena idea tener una toxina como esta en su pan, incluso
si es en pequeñas cantidades.
Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene. El pan blanco, el pan de salvado, los panes de bollería, no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes. Los panes más recomendables son el pan de centeno y el pan integral.
Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene. El pan blanco, el pan de salvado, los panes de bollería, no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes. Los panes más recomendables son el pan de centeno y el pan integral.
4) Arroz refinado.
Según
los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de
Harvard, en Estados Unidos, el arroz blanco causa aumentos bruscos en
los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es un riesgo de
diabetes.Aunque el arroz se ha consumido durante siglos en muchos
países, fue sólo en el siglo 20 que comenzó a refinarse y consumirse
como arroz blanco.
Para producir el arroz blanco el grano integral es sometido a un proceso de refinado con el cual se le retira la capa exterior y el germen. Y básicamente lo que queda es el endospermo, que consiste principalmente de almidón. El estudio analizó los datos de tres grandes estudios llevados a cabo con cerca de 40.000 hombres y 157.500 mujeres sobre el consumo de arroz y el riesgo de diabetes. Los científicos descubrieron que quienes consumían cinco o más porciones de arroz blanco a la semana tenían 17% más riesgo de diabetes que quienes consumían menos de una porción al mes.
Desde el punto de vista de la salud pública, debería recomendarse el reemplazo de granos refinados como el arroz blanco por granos integrales, incluido el arroz integral para facilitar la prevención de la diabetes tipo 2
Para producir el arroz blanco el grano integral es sometido a un proceso de refinado con el cual se le retira la capa exterior y el germen. Y básicamente lo que queda es el endospermo, que consiste principalmente de almidón. El estudio analizó los datos de tres grandes estudios llevados a cabo con cerca de 40.000 hombres y 157.500 mujeres sobre el consumo de arroz y el riesgo de diabetes. Los científicos descubrieron que quienes consumían cinco o más porciones de arroz blanco a la semana tenían 17% más riesgo de diabetes que quienes consumían menos de una porción al mes.
Desde el punto de vista de la salud pública, debería recomendarse el reemplazo de granos refinados como el arroz blanco por granos integrales, incluido el arroz integral para facilitar la prevención de la diabetes tipo 2
5) Leche de vaca pasteurizada.
La
pasteurización de la leche destruye las bacterias beneficiosas, junto
con las malas y destruye las enzimas esenciales para la absorción de
nutrientes. La Pasteurización de la leche destruye toda su fosfatasa, lo
que es esencial para la absorción del calcio y el calcio trabaja con la
vitamina D, no sólo está disponible a través del sol, pero es un
nutriente esencial en la nata cruda. Calentar cualquier alimento crudo
destruye las enzimas activas, por lo que la lipasa (una enzima única de
la leche y se necesita para completar la digestión de las grasas) es
lanzada junto con muchos otros nutrientes esenciales que la
pasteurización destruye.
Se considera que es la principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos. Y es que la leche, además es rica en grasas saturadas y colesterol. Algunos estudios, incluso la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque debido a ser baja en magnesio, no deja que los huesos absorban el calcio.
Se considera que es la principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos. Y es que la leche, además es rica en grasas saturadas y colesterol. Algunos estudios, incluso la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque debido a ser baja en magnesio, no deja que los huesos absorban el calcio.
fuente: Hablando de Conciencia
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