Infusiones con brezo para infecciones urinarias y calculos renales

El brezo es un arbusto enano y tortuoso 0riginario del norte de Europa y Asia.

Sus abundantes ramas son delgadas y están cubiertas por pequeñas hojas lanceoladas y persistentes que hacia fines de verano o principios de otoño se cubren de flores blancas, rosadas o con suaves tonos morados que brotan en racimos.

El brezo crece silvestre en matorrales sobre suelos silícicos del hemisferio norte.

Los campesinos utilizan los tallos para confeccionar cepillos, escobas y cestas. En algunas regiones de clima fresco, se planta con fines ornamentales en parques y jardines, especialmente a causa de su follaje perenne. Su madera se emplea para hacer carbón de fragua y sus hojas tienen aplicaciones medicinales que se recogen cuando comienzan a florecer.

Existen varias especies que suelen confundirse con el mismo nombre de «brezo». Sin embargo, éste corresponde propiamente a las plantas del género Erica. Las especies pertenecientes al género Calluna reciben el nombre de «brecina» y forman landas que invaden los pastizales de muchas regiones. Las hojas de Calluna vulgaris se han utilizado como diurético.

Propiedades curativas

Es rico en fenoles sencillos, heteró-sidos (como arbutina), taninos, fla-vonoldes, triterpenos, compuestos fenólicos y esferoides.

Es un buen remedio para combatir las infecciones genitourinarias. Esto se debe a su potente efecto antibacteriano y antiséptico urinario, que se encuentra reforzado por su acción diurética. Así, al aumentar la eliminación de orina también se expulsan los gérmenes responsables de estas afecciones.

Aunque no es frecuente usarlo para evitar edemas (retención de líquidos) y cálculos renales, su acción en estos casos sería muy válida. Sus propiedades astringentes son útiles para cortar diarreas.

Sobretodo se usan las sumidades desecadas y troceadas para elaborar infusiones y en forma de cápsulas, con el polvo micronizado de la planta. También se puede encontrar en extracto fluido (1,5-3 mi cada ocho horas) y en tinturas. Por vía externa se puede usar en forma de baños (250 g por litro de agua).

Infusiones con brezo

Infusión con brezo para infección de orina: a una cucharadita de postre, bien llena, de esta planta se le añade una taza de agua en ebullición y se deja reposar 10 minutos. Se cuela y se endulza con miel o azúcar, si se desea. Se toma una taza cada seis horas, mejor después de las comidas. Se aconseja hacer tratamientos discontinuos de una semana como máximo.

Infusión antiséptica con brezo Una combinación muy eficaz es la formada por gayuba, brezo y ortosifón.

Remedios con brezo

Remedio con brezo para la incontinencia urinaria: Hervir 40 g de raíz de gatuña en 2 litros de agua para reducir a 1 litro . Colar y agregar 40 g de flores de brezo y 20 g de gayuba. Hervir nuevamente por 5 minutos, filtrar y distribuir en 8 partes a tomar en 4 días, a razón de 2 o 3 veces diarias, cada día, durante 16 días consecutivos; descansar 10 días y tomar de nuevo otros 16 días, 32 días en total.’

Remedio con brezo para eliminar los cálculos renales: Hervir en 1 litro y 1/4 de agua, 60 g de raíces de gatuña, 40 g de corteza de abedul y 30 g de flores de brezo durante 10 minutos.  Luego, retirar del fuego, colar y distribuir en 8 partes a tomar en 4 días, a razón de 2 veces diarias durante 20 días consecutivos o hasta que los cálculos sean expulsados.

Precauciones

Su uso está contraindicado en el embarazo, la lactancia y en niños menores de 12 años. En caso de insuficiencia hepática, renal o cardíaca, es necesario consultar con el especialista antes de usarlo.

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