Algunas veces quedamos tan estancados en la búsqueda de los milagros
en nuestras vidas (buscar nuestra alma gemela, intentar obtener nuestro
trabajo soñado, superar los comportamientos negativos, etc.) que dejamos
de apreciar todas las bendiciones que ya tenemos a nuestro alrededor.
Siempre debemos esforzarnos por más, pero no a expensas de disfrutar verdaderamente todo lo que tenemos el día de hoy.
Una naturaleza agradecida es aquélla que experimenta una plenitud consistente.
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