La
espalda representa el sostén y el soporte de la vida. Es el lugar que
me protege si me siento impotente frente a una persona o una situación
(doy la espalda) en caso de necesidad. Poco importa el motivo, un dolor
de espalda indica que quiero quizás salvarme de algo colocándolo detrás
mío, porque es con mi espalda que olvido las experiencias que me
causaron confusión o pena. La postura adoptada da indicaciones sobre lo
que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones de mi vida:
si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón frente
a alguien o frente a algo, voy a “tensar la espalda” por orgullo. Si,
al contrario, vivo sumisión, si tengo miedo, si me siento débil, voy a
“curvar la espalda” y cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más
“me dolerá la espalda”.
Ciertas personas integran más las
dificultades de la vida en la escritura, el diálogo o el
intercambio. Elijo el medio que mejor me conviene y dejo que la vida
fluya en mí para aprender a expresarme más y afirmarme cuando lo
necesito. Acepto que la vida me sostenga en cada instante y “levanto los
hombros”, sabiendo que tengo la fuerza necesaria para realizar todos
mis proyectos.
Dolores en la Parte Central de la Espalda
(12 vértebras dorsales)
La
parte central de la espalda representa la gran región torácica del
cuerpo comprendida entre el corazón y las vértebras lumbares. Es una
región de culpabilidad emocional y afectiva.
Relación Vértebras-Complicaciones
D1 = Primera vértebra dorsal
D1 puede reaccionar fuertemente cuando
voy hasta mis límites bien sea en mi trabajo, bien sea en el deporte, en
suma, en todas las situaciones en que voy hasta el final de mis fuerzas
mentales, físicas o emocionales. No aprecia tampoco un “dopaje” que sea
bajo forma de alcohol o de droga, la que sea. Su sensibilidad en ese
momento estará a flor de piel. Me construyo entonces medios de auto
protección para protegerme de mi entorno y evitar estar herido.
Esto puede manifestarse sobre todo en mis gestos o en mis palabras: por ejemplo,
tiendo a apartar a los demás por mi frialdad o por palabras
hirientes. Esto puede incluso manifestarse por una toma de peso
importante, éste siendo mi protección natural y física, porque quiero
inconscientemente “ocupar más sitio” y dejar menos a los demás. También
esto puede esconder timidez actual y con la cual tengo dificultad para
transigir. Se pondrá aún más en evidencia si temo perder el amor de la
gente.
Debo vigilar y evitar acurrucarme sobre mí mismo rumiando negatividad constantemente, siendo siempre fijado en las mismas ideas y frustraciones.
Un mal estado de D1 puede traer
dolencias en cualquier parte de mi cuerpo situada entre mis codos y la
punta de mis dedos así como dificultades respiratorias (tos, asma, etc.)
D2 = Segunda vértebra dorsal
D2 reaccionará fácilmente cuando mi
emotividad esté afectada. Si acumulo y ahogo mis emociones, entonces D2
me mandará un mensaje y aparecerá el “dolor de espalda”. Si
tengo la sensación de que no tengo mi lugar en la vida y en la
sociedad, que la vida es “injusta” y que me siento víctima de los
acontecimientos, D2 estará afectada.
Puedo ser particularmente sensible a
todo lo que toca a mi familia, y vivo situaciones de conflicto o
desarmonía de un modo intenso. Puedo haber almacenado viejos
rencores. También puedo remover constantemente experiencias pasadas,
recuerdos, queriendo fijar mi realidad en acontecimientos pasados en vez
de mirar el porvenir con confianza y viviendo intensamente el momento
presente. Puedo contemplar una nueva situación que me trae un miedo a lo
desconocido.
¿Voy a tener demasiadas responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé despabilarme solo? ¿Cómo van a reaccionar la gente alrededor mío? Si dudo de mí, de mis capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de roer” volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta tener angustia. También puedo volverme irritable frente a una persona o un suceso y reacciono por saltos de humor.
¿Voy a tener demasiadas responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé despabilarme solo? ¿Cómo van a reaccionar la gente alrededor mío? Si dudo de mí, de mis capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de roer” volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta tener angustia. También puedo volverme irritable frente a una persona o un suceso y reacciono por saltos de humor.
Aprendo a pedir y a hacer confianza en mi capacidad de aceptar nuevos retos. Suelto mi pasado y me giro hacía el futuro sabiendo que ahora soy capaz de tomar mi lugar en armonía con mi entorno. Puedo también leer la sección referente al corazón para tener otras pistas.
Una D2 en mal estado suele estar
acompañada de malestar y dolores en el corazón y los órganos que se
vinculan a ellos, así como a los pulmones.
D3 = Tercera vértebra dorsal
D3 está esencialmente relacionada con
los pulmones y el pecho. Puedo ir a consultar lo referente a estos dos
temas para ver cuáles son las causas que pueden afectarles y tendré una
pista para saber porqué D3 me manda también mensajes. Además, todo lo
que puedo percibir por mis sentidos y que no me conviene del todo hará
reaccionar D3.
Ya que soy muy sensible a mi entorno, me he confeccionado un sistema con el cual sé lo que está bien y lo que está mal, lo que es aceptable o no.
Ya que soy muy sensible a mi entorno, me he confeccionado un sistema con el cual sé lo que está bien y lo que está mal, lo que es aceptable o no.
Puedo estar fijado y rígido en mi modo
de pensar o ver las cosas. Tengo tendencia a juzgar cualquier persona o
situación que no entre en mi definición de “correcto”. Puedo reaccionar fuertemente frente a lo que considero ser una “injusticia”.
Incluso puedo volverme colérico, incluso violento mientras no esté de
acuerdo con lo que veo, percibo u oigo. También puedo construirme un
“escenario” en mi cabeza, disfrazando la realidad, frecuentemente a
causa de mi miedo a ver la realidad de frente y también porque la
realidad que me rodea me deprime. Entonces, tengo menos gusto de vivir,
ya no tengo el sentimiento de estar en seguridad. Puede invadirme la
tristeza. Ya no tengo el gusto de luchar. La depresión se va apoderando
de mí progresivamente, y querré cortarme de este mundo que sólo me trae
pena, frustración, ansiedad.
Debo aprender a ver la vida bajo un nuevo día. Aceptar que no pueda vivir en un mundo perfecto pero que cualquier situación es perfecta porque cada situación me permite sacar una lección.
D4 = Cuarta vértebra dorsal
D4 se refiere a los placeres, a los
deseos, a las tentaciones frecuentemente insatisfechos. A veces mis
esperas son desmesuradas, carecen incluso de realismo y me vuelvo
irritable, colérico porque “mis deseos” no están realizados.
Estoy enfadado con la vida, mi entorno. En el fondo de mí, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo, que tengo tendencias depresivas y el único modo que conozca de equilibrar este estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de excitación, bien sea naturalmente o artificialmente.
Estoy enfadado con la vida, mi entorno. En el fondo de mí, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo, que tengo tendencias depresivas y el único modo que conozca de equilibrar este estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de excitación, bien sea naturalmente o artificialmente.
Puedo practicar deportes de emociones
fuertes (paracaidismo, alpinismo, etc.) o puedo tomar drogas para
ponerme en un estado de éxtasis y de bienestar temporal. Me refugio así
en un mundo imaginario, protegido de todos.
Sin embargo, no estoy al albergue de las emociones que he inhibido y de las cuales he intentado escapar. En apariencia puedo ser muy libre, pero en realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas, mis frustraciones, y por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás, porque nunca supe reconocerlo y aceptarlo. Entonces, tengo tendencia a rechazar a los demás. Me opongo, me mantengo distante y alimento esta cuneta con mi mal humor, mi actitud depresiva.
Sin embargo, no estoy al albergue de las emociones que he inhibido y de las cuales he intentado escapar. En apariencia puedo ser muy libre, pero en realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas, mis frustraciones, y por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás, porque nunca supe reconocerlo y aceptarlo. Entonces, tengo tendencia a rechazar a los demás. Me opongo, me mantengo distante y alimento esta cuneta con mi mal humor, mi actitud depresiva.
Es importante que reconozca y que acepte mis emociones para poder integrarlas y permitirme vivir plenamente mi vida.
Cuando D4 está afectada, también puede seguir una dificultad con la vesícula biliar.
D5 = Quinta vértebra dorsal
D5 está tocada cuando me vuelvo a
encontrar en una situación en que tengo la sensación de perder el
control. Me siento entonces desestabilizado. Incluso puedo hallarme en
un estado de pánico. Esto se produce en particular en el plano afectivo
con relación a mi cónyuge, un miembro de mi familia, un amigo cercano,
etc.
Este control se esconde a veces bajo una
apariencia de “querer ayudar a alguien”, “guiarlo”, “ayudarle en sus
dificultades”, pero en el fondo de mí, ejerzo un control para con esta
persona, estando en posición de “fuerza” incluso inconscientemente. Si
las cosas no suceden como lo deseo, puedo volverme frustrado, crítico,
impaciente e incluso colérico, y D5 reaccionará violentamente.Quiero
darme una imagen de “duro de roer” que tiene la “espalda ancha” y que
“es capaz de cargar”.
Pero, en el fondo, sé que me cargo
demasiado los hombros, lo cual me lleva a estar inseguro, angustiado, en
rebelión contra mi entorno que hago responsable de mi malestar. Tengo
grandes ambiciones, lo cual me hace a veces apartarme de mis valores
profundos y actuar en contradicción con éstas. Entonces, me echo en
relaciones artificiales con la gente, viviendo decepción tras decepción,
porque el amor verdadero, sencillo, no es bastante presente.
Es importante que esté a la escucha de mi interior, que tome contacto con mi esencia, con mis verdaderos valores para que vuelva la calma en mi vida y que vea claro en los acontecimientos, desarrollándome y siendo capaz de vivir el amor verdadero.
Se debe observar que el mal estado
de D5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando mi
hígado y mi circulación sanguínea.
D6 = Sexta vértebra dorsal
D6, va a reaccionar cuando me critico y
que me juzgo severamente. Puedo haber estado educado en un entorno muy
estricto en el cual los valores y las líneas de conducta debían seguirse
al pie de la letra. Habiendo crecido en este clima autoritario y no
permisivo, ahora puedo tener “casos de consciencia” en los cuales
quisiera darme gusto, coger tiempo para mí pero juzgo que esto no es
“correcto” y “ que no me lo merezco”.
Me creo preocupaciones inútilmente
porque no dejo de analizar cada uno de mis gestos, cada una de mis
palabras, cada uno de mis pensamientos, para estar seguro de que “estoy
correcto”. Me corroe la culpabilidad por dentro. La angustia está muy
presente y me auto castigo cortándome del mundo. Tengo dificultad en
aceptarme. Me siento víctima de la vida, impotente frente a los
acontecimientos. Juzgo severamente éstos sin querer aceptar que están
aquí para hacerme crecer, pero viéndoles preferentemente como castigos,
injusticias. Vivo entonces en la frustración y la incomprensión, el
resentimiento, envidioso y celoso de los demás.
Tengo necesidad de estar más flexible y permisivo para conmigo y aprendo a ver positivo en cada acontecimiento, sabiendo que cada experiencia me lleva a conocerme más y a volverme mejor.
Una D6 en mal estado se suele acompañar de malestar al nivel del estómago.
D7 = Séptima vértebra dorsal
D7 es una trabajadora de trabajos
forzados. Si en mi vida, me empujo al límite en las cosas que debo
hacer, sin escuchar mi cuerpo cuando necesita descansar o relajarse, D7
va a echar un grito de socorro. Es posible que así quiera olvidar o huir
a alguien o una situación cualquiera. Puede que quiera olvidar mis
problemas financieros, afectivos, etc. Parándome, es muy posible que
afloren el desánimo y la insatisfacción frente a mi vida, cosa que no
quiero. Acumulo mucha ira y agresividad: todo ruge adentro mío porque
“la vida no tiene nada bueno para ofrecerme”. Me obstino, incluso me
bloqueo sobre ciertas ideas que me obsesionan.
Debo aprender a apreciar lo que tengo y lo que soy y ver toda la abundancia que es presente en mi vida. Tengo el derecho de tomar tiempo para mí, tengo el derecho de vivir emociones en vez de dejarlas hervir adentro mío. Me concedo el derecho de vivir mi pena, mi decepción, mis miedos porque es así como podré aceptarlos y cambiarlos en positivo. Puedo hacer mi limpieza interior a medida y dejar que D7 funcione normalmente.
Es así como los males que acompañan
frecuentemente una D7 en mal estado y que tocan frecuentemente el
páncreas y el duodeno podrán también irse.
D8 y D9 = Octava y novena vértebra dorsal
D8 y D9 que hallo a la altura del
diafragma y que están estrechamente vinculadas, se parecen en todo. Por
esto, se tratan juntas. Se afectan principalmente cuando vivo
inseguridad debido a un miedo que tengo de perder el control en una
situación o con una persona. Me siento más seguro de mí cuando dirijo
perfectamente todos los aspectos de mi vida, cuando orquesto
perfectamente cualquier situación para saber exactamente qué debo
esperar. Me escondo en mi burbuja de cristal, sin hacerme preguntas ni
hacer esfuerzos para cambiar lo que sea en mi vida. Vivo todas mis
emociones “para dentro”.
Pero este “supuesto equilibrio” está
trastornado, D8 y D9 asustadas reaccionan fuertemente, acurrucándose de
miedo. La desesperación puede tener lugar y tengo el mal de vivir. Tengo
dificultad en ver la luz al final del túnel.
Puedo sentir desprecio por la vida y me dirijo hacía un abismo que sólo puedo vencer haciendo confianza en la vida y dejando ir el control que ejerzo.
Puedo sentir desprecio por la vida y me dirijo hacía un abismo que sólo puedo vencer haciendo confianza en la vida y dejando ir el control que ejerzo.
Porque es soltando cuando gano el dominio de mi vida.
Tomo nota que una D8 lastimada puede
acompañarse de dolores del diafragma y el bazo (incluyendo los
trastornos de la sangre) mientras que D9 en mal estado estará acompañada
de alergia o de un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales o
de urticaria.
D10 = Décima vértebra dorsal
D10 está afectada, esto suele reflejar
una profunda inseguridad frente a la cual me siento sin armas, sin
recursos. Mi confianza está en su nivel más bajo y necesito “un pequeño
tónico” para ayudarme a darme más valor y a olvidar mis
preocupaciones. Frecuentemente, esto puede ser un consumo más grande de
alcohol o de droga que de costumbre que me dará “un pequeño estímulo”.
Sin embargo, cuando vuelvo a mi estado normal, las inseguridades aún
están presentes y mi vida se oscurece porque sólo veo el lado negativo
de las cosas. Lo veo todo en negro, rechazando la vida, compadeciéndome
de mi mismo. Estoy preocupado por pequeñeces y me enfado sin ser capaz
de manifestarlo sin embargo, lo cual afecta mi sensibilidad que vuelve a
flor de piel y que hace que me irrito por futilidades.
Aprendo a hacerme confianza y aprendo a ver la belleza alrededor mío y la que existe dentro mío. Tengo el valor de pedir ayuda.
Una D10 en mal estado se acompaña frecuentemente de dolores en los riñones, reconocidos como la sede del miedo.
D11 = Onceava vértebra dorsal
D11 se hallan también cuando mi sistema
nervioso tiene dificultad en funcionar. Mi gran sensibilidad a todos los
niveles hace que D11 se desforme porque también desformo la realidad
para sufrir menos. La cambio a voluntad para que sea como quiero. Me
“corto” voluntariamente de mi entorno. Pero esto sólo puede durar cierto
tiempo y debo pronto o tarde enfrentar la realidad. En ese momento, una
tensión interior se habrá instalado, y tendré dificultad en transigir
con ella.
Esto puede volverse tan insoportable que
incluso puedo tener ideas de suicidio ya que vivo en la incomprensión y
que tengo miedo del porvenir porque me siento impotente en cambiar las
cosas en mi vida. Me considero “víctima”, herido en mis
sentimientos. Rumio lo negativo y hago pocos esfuerzos para sacarme de
esta situación.
Debo aprender a moverme e ir hacía delante en vez de estancarme en un estado de ser comatoso y complacerme en la pasividad. Empiezo a creer también que es posible cambiar cosas en mi vida pero que debo estar listo para invertir esfuerzos y pedir ayuda.
Las dolencias en la D11 se acompañan
frecuentemente de dolores en los riñones así como de enfermedades de
piel (eczema, acné, etc.).
D12 = Doceava vértebra dorsal
D12 está afectada sobre todo cuando vivo
en un lugar cerrado. Tengo tendencia a criticar, juzgar, saltar
fácilmente a conclusiones, no porque haya comprobado sino solamente
porque mis observaciones pueden darme falsas impresiones y que las
interpreto a mi modo. Esto me lleva a vivir mucha ira que me “roe
interiormente”. Mi mental es muy activo. Mi sensibilidad está “a flor de
piel”. Me construyo castillos de arena. Me invento todo tipo de
escenarios. Ya que tengo dificultad en transigir con mi entorno, vivo
mucha inseguridad. Puedo entretener ideas mórbidas, ya incapaz de
absorber lo que sea de lo que veo, siento o percibo y envidiando lo que
tienen los demás.
Aprendo a comunicar, a ir a comprobar con las personas relacionadas para eliminar la duda y la inseguridad que me habitan. Así veo más claro en mi vida y se establecen en mí la calma.
Una afección en el nivel de la D12 se
acompaña frecuentemente de males intestinales, dolores en las
articulaciones, una circulación linfática deficiente y así a veces
afecciones en las trompas de Falopio.
Tanto es así que los dolores en medio de
la espalda son la señal clara de una relación difícil con la vida y las
situaciones de mi existencia. Esta región de la espalda corresponde
también al movimiento de exteriorización de la energía de vivir que
fluye por mí. Esto significa que en período de madurez interior (cuando
adquiero experiencia), varias cualidades divinas tales como la
confianza, el amor, el desapego (es decir el libre albedrío) sobre todo
en el plano afectivo) están puestas a prueba.
Mis dolores de espalda e incluso la
espalda curvada pueden significar diversas cosas: culpabilidad en unas
situaciones en que no me he de sentir culpable, amargura o una débil
confianza en mí vinculada a una vida que siento muy pesada por
llevar. Puedo tener la sensación de que “están siempre pegados a mi
espalda”. Si tengo dolor de espalda, esto denota un gran sentimiento de
impotencia, frente a una situación presente difícil de tratar y en la
cual necesitaría ayuda. La desesperación puede aparecer porque no me
siento bastante apoyado en el plano afectivo y padezco también
inseguridad. Tengo tendencia a retener mis emociones y vivo mucho en el
pasado. Me quedo vinculado a dicho pasado. Me siento inestable y
ansioso. El objetivo por alcanzar reside en una expresión más activa de
la energía divina.
Necesito ser transparente en todo, conmigo mismo y los demás, dejando de transportar sentimientos de un pasado cojo para dar paso a un aquí y abajo tranquilo y sereno. Necesito ayuda y ánimo, conectarme con mi ser interior que vela sin cesar sobre mí.
Mi cuerpo me da señales importantes. No
hay vergüenza ninguna en pedir ayuda. Al contrario, es un signo de
inteligencia ya que esta ayuda me permite ir hacía delante. Veo
importancia en mi propia identidad y soy prudente con mi ego y mis
miedos. Aprendo a comunicar con mi ser interior por la meditación y la
contemplación; con él hallaré muchas soluciones y respuestas. Estar
conectado con mi ser interior, es elegir vivir mejor las situaciones de
la vida.
Fuente: "El gran diccionario de las dolencias y enfermedades" - Jacques Martel
fuente: aqui
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