Algunas veces no necesariamente tenemos que eliminar nuestra
negatividad; sólo tenemos que aprender cómo ponerla a trabajar para
nosotros en lugar de en nuestra contra. Por ejemplo: mi Trastorno de
Déficits de Atención (ADD por sus siglas en inglés) solía evitar que
tuviera algún logro, hasta que me di cuenta de que en lugar de tratar de
escribir un libro con tanta insistencia, debía escribir varios al mismo
tiempo. ¡A la edad de 33 años, me convertí en un autor prolífico
gracias a lo que una vez consideré como una enorme fuente de negatividad
en mi vida!
Mientras más grande sea la oscuridad, mayor será la Luz que puede ser revelada al transformarla para el bien.
¡No te deshagas de ella! ¡Transfórmala!
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