domingo, 25 de octubre de 2015
Reflexiones Budistas - Osho
Vive sin deseos, vive gozosamente, vive sin anhelar nada más, entonces cualquier cosa que sea, será más que suficiente.
La persona que vive en el deseo no puede tener gratitud, lo único que hace es quejarse, siempre tendrá algún resentimiento contra la existencia.
La persona que no tiene deseos solo tiene gratitud. Incluso lo que recibe es más de lo que jamás mereció.
Cuando algo te suceda en meditación abre el corazón. Aunque tengas miedo a lo desconocido entra en ello y entra bailando, por que en la meditación nada puede sucederte.
Recuerda, lo que está sucediendo es tuyo y lo que no te suceda es porque aún no estás maduro para ello. No puede ocurrir antes de tiempo, por lo tanto, no lo anhelas.
Espera, ten toda la paciencia que puedas, recibe lo que te llegue y no anheles lo que no está en tu camino, ya llegarás.
El mundo en el que vives es creación tuya, igual que la araña crea su propia tela en la que después queda atrapada y no puede abandonar. Con la mente proyectas tu mundo, proyectas miles de deseos. La persona con una compresión auténtica no tiene deseos.
Vive el momento disfrutando en su totalidad de todo lo que está disponible.
¡Exprime cada momento, absorbe cada minuto!
El mayor error que alguien puede cometer, es pensar que el clima es creado por fuerzas exteriores. No lo crean las fuerzas exteriores; es una decisión tuya; es tu voluntad interior, es tu elección. Sucede en el exterior pero surge de la esencia más profunda de tu ser. Para verlo es necesario observar muy atentamente. Una vez que lo hayas visto no necesitas vivir en el infierno. ¿Por qué ibas a elegir el infierno una vez que has comprendido que es tu elección?
Buda hace mucho hincapié en la soledad; quiere que te des cuenta de ella. Una vez que la percibas te quedarás sorprendido de su belleza y alegría. No te asustará; te regocijará porque es libertad, es éxtasis, es pureza e inocencia.
Mira al mundo como un sueño, fluctuante, cambiante, nuevo en cada momento, disfrútalo, goza de su novedad, deléitate con todas las sorpresas que te brinda.
Es maravilloso que sea cambiante, no hay nada malo en ello; únicamente no te apegues a él. La alegría es el estado natural de tu ser, únicamente no te dejes llevar por deseo alguno y fijarte. Cuando no tienes deseos no existe la mente, no existe la confusión, no existe pasado ni futuro, estás totalmente contento en el aquí – ahora y estar contento aquí – ahora es gozar y cuando una persona así se mueve, dondequiera que vaya lleva esa atmósfera consigo.
Para un buda todo el año es primavera. ¡ no mires hacia arriba! Cuando rezas, miras hacia arriba como si dios estuviera allí. Mira hacia adentro, porque dios está ahí…
Vive alegremente, con gratitud, que tú alegría no dependa de ninguna causa externa.
fuente:aqui
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