Fuentes para este articulo:
http://consciouslifenews.com
http://www.globalresearch.ca
http://www.infowars.com
http://www.carnicominstitute.org
http://www.nytimes.com
Según el neurocirujano Russell L. Blaylock, las partículas nanométricas de aluminio que se encuentran en los chemtrails están contribuyendo en gran medida a la enfermedad degenerativa de hoy en día.
Al igual que en la bioingeniería, donde los científicos reconfiguran el ADN de los cultivos, creando alimentos genéticamente modificados, la geoingeniería es el intento mundial de manipular el sol y el clima en la Tierra. En ambas operaciones masivas de ingeniería los “profesionales” tratan de jugar a ser “Dios”, pero es un hecho que la naturaleza y los procesos naturales no pueden y no están destinados a ser controlados. Por lo tanto, vemos que las consecuencias no intencionadas son las enfermedades degenerativas que se producen hoy en día debido a los transgénicos y a la geoingeniería. Todas las estadísticas sobre las enfermedades son negadas, sin embargo, todos los controladores justifican sus medios.
Esencialmente, es necesario que haya una protesta pública masiva contra la geoingeniería similar a la protesta contra los cultivos modificados genéticamente.
A medida que la realidad de la geoingeniería se afianza se van viendo cada vez más consecuencias, nunca es demasiado tarde para detener esta locura y trabajar juntos por las bases reales de conservación del medio ambiente. En estos experimentos de geoingeniería se utilizan aviones jumbo militares para liberar grandes cantidades de aluminio, estroncio, y bario en la atmósfera, muchos nos preguntamos si el debate sobre el calentamiento global es sólo un intento de distracción política para lograr la aceptación pública de las tácticas de geo-ingeniería. Muchas personas están empezando a sentir que los chemtrails son utilizados secretamente para controlar y despoblar. Después de todo, millones de personas sin saberlo son víctimas de estos aerosoles en masa, somos como peces en un tazón. Miremos el cielo y busquemos los chemtrails
¿Desde cuándo un grupo, gobierno o corporación millonaria tiene la autoridad para usar jets para derramar cantidades masivas de elementos altamente tóxicos en la desprevenida población? Por más investigación que se acrediten, no tienen autoridad moral ni tienen idea de todo lo que están destruyendo como los suelos y todo lo que las plantas absorben de los aerosoles en masas que caen sobre ellas.
El deseo de experimentar con los cielos
Cuando en la década de 1960 comenzaron tranquilamente a surgir las discusiones sobre la farsa del cambio climático, los científicos empezaron a lanzar ideas para combatir el presunto “calentamiento global”.
Mediante la introducción de mini partículas que reflejaban la luz solar en la atmósfera, que podrían aumentar ligeramente la reflectividad, contrarrestando los gases que atrapan el calor, y de ese modo lograr enfriar el planeta.
La idea del Dr. Becker, de Colombia, fue introducir dióxido de azufre a la estratosfera en los años 80. Para el año 2006, el Dr. Crutzen, premio Nobel en el Instituto Max Planck publicó informes sobre cómo su técnica podría funcionar para enfriar el planeta.
Uno de los principales inventores de la bomba de hidrógeno, Edward Teller, cree que “Inyectar partículas de dispersión de la luz solar en la estratósfera parece ser un enfoque prometedor y escribieron en The Wall Street Journal,” ¿Por qué no hacerlo? “
Las consecuencias de la fumigación masiva, según el neurocirujano Russell L. Blaylock
De acuerdo con el neurocirujano Russell L. Blaylock, las enfermedades degenerativas, especialmente los trastornos neurológicos como la enfermedad de Alzheimer están creciendo a un ritmo alarmante, debido en gran parte a la masiva fumigación de aluminio nanométrico en la atmósfera.
De acuerdo con la literatura médica, las partículas nanométricas son “infinitamente más reactiva e inducen a un intensa inflamación en varios de los tejidos.”
Dr. Blaylock dice:
“El efecto más severo de estas nanopartículas, lo sufren el cerebro y la médula espinal, con una lista cada vez mayor de enfermedades neuro-degenerativas, como el mal de Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig.”
Blaylock explica además, que las partículas de aluminio nanométrico pueden penetrar fácilmente en el cerebro a través de la sangre y los nervios olfativos de la nariz. Pasando a través de los tractos neuronales olfativos, las partículas logran penetrar fácilmente en el área más afectada del cerebro por el Alzheimer.
Por otra parte, en los casos de Alzheimer, la parte afectada del cerebro siempre demuestra tener los niveles mas altos de Aluminio.
Las partículas de aluminio también pueden entrar en el cuerpo a través del sistema respiratorio, donde ya se ha demostrado que causa tremenda inflamación en los pulmones, otras condiciones agravantes como el asma y las enfermedades pulmonares. Debido a su tamaño microscópico, las partículas de aluminio pueden incluso entrar en el tracto gastrointestinal y dispersarse en muchos otros órganos y tejidos del cuerpo, incluyendo la médula espinal.
Como neurocirujano, con interacciones diarias con enfermedades neurológicas, el Dr. Blaylock tiene muchas objeciones sobre la pulverización de aluminio en los cielos,
“Deben tomarse medidas ahora para evitar un desastre de salud inminente de enormes proporciones si este proyecto no se detiene de inmediato. De lo contrario vamos a ver un aumento explosivo de las enfermedades neurodegenerativas en los adultos y personas mayores en un ritmo sin precedentes, así como trastornos del neurodesarrollo en los niños. Ya estamos viendo un aumento espectacular en muchos trastornos neurológicos y se están comenzando a producir en las personas más jóvenes como nunca antes se ha visto”.
Paola de la Cruz
Twitter: @pochilandia
BWN Argentina
bwnargentina.blogspot.com
fuente: PREPAREMONOS PARA EL CAMBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.