Al estudio de los sueños se le llama
onirología, y es un campo que abarca desde la neurociencia hasta la
psicología y la literatura. Sin embargo, el hecho es que las razones por
las que soñamos siguen siendo misteriosas. Pero los científicos
ciertamente no se han detenido por esto, ofreciéndonos hipótesis
bastante fascinantes. Aquí hay diez de ellas.
1. Satisfacción de deseos
Uno de los primeros esfuerzos por
estudiar científicamente los sueños fue liderado por Sigmund Freud.
Después de analizar los sueños de cientos de sus pacientes, llegó a una
teoría que aun resuena con muchos investigadores actuales: los sueños
son la satisfacción de deseos. Cualquier sueño, sin importar lo
aterrador que sea, puede verse como una manera de tener algo que
quieres, ya sea literal o metafóricamente.
2. Un efecto secundario accidental de impulsos neuronales aleatorios
Una popular escuela de pensamiento
sostiene que los sueños son sólo una especie de flatulencia del cerebro;
un efecto secundario accidental de circuitos activados del tronco
cerebral y la simulación del sistema límbico involucrado con las
emociones, las sensaciones y las memorias. En pocas palabras, el cerebro
trata de interpretar estas señales azarosas, resultando en sueños.
3. Codificando recuerdos de corto plazo para convertirlos en un almacenamiento a largo plazo
El psiquiatra Jie Zhang propuso la teoría de activación continua de
los sueños, que se refiere a la idea de que nuestros cerebros siempre
están almacenando recuerdos sin importar si estamos dormidos o
despiertos. Pero los sueños son un área de la conciencia que es una
especie de “almacén temporal”, un lugar donde retenemos a los recuerdos
antes de moverlos de un almacén de corto plazo a uno de largo plazo.
Relampaguean por nuestra mente como sueños antes de que los guardemos en
los archivos de nuestra memoria.
4. Colección de desperdicio
Llamada la teoría de aprendizaje invertido,
esta idea sugiere que soñamos para deshacernos de conexiones y
asociaciones indeseadas que se acumulan en nuestra mente durante el día.
Básicamente, los sueños son mecanismos de recolección de basura,
limpiando nuestra mente de pensamientos inútiles y haciendo espacio para
mejores cosas. Los sueños nos ayudan a eliminar la sobrecarga de
información de la vida diaria y retener sólo la data más importante.
Esencialmente, soñamos para olvidar.
5. Consolidar lo que hemos aprendido
Esta teoría sugiere, más bien, que
soñamos para recordar, no para olvidar. Esta basada en varios estudios
que muestran que las personas recuerdan mejor lo que han aprendido si
sueñan después de haber aprendido algo. Esta teoría también está
reforzada en estudios sobre el trauma, que sugieren que cuando la gente
se va a dormir inmediatamente después de una experiencia traumática
tienen más probabilidad de recordar y estar acechados por el trauma. Así
que una forma de prevenir la consumación del evento traumático es
quedarse despierto lo más que se pueda y hablar sobre ello.
6. Una consecuencia evolutiva del mecanismo de defensa de “hacerse el muerto”
Basada en estudios que revelaron fuertes
similitudes entre animales que se hacen los muertos y personas que están
soñando, esta teoría sugiere que soñar puede estar relacionado con un
antiguo mecanismo de defesa: inmovilidad tónica, o jugar al muerto.
Cuando sueñas, tu cerebro se comporta muy parecido a cuando estas
despierto, con una diferencia crucial: los químicos como la dopamina
asociados con movimiento y activación del cuerpo se cierran por
completo. Esto es similar a lo que pasa con animales que se someten a
una parálisis temporal para engañar a sus enemigos y hacerlos pensar que
han muerto.
7. Simulación de amenaza
Otra teoría evolucionaria de los sueños,
desarrollada por el filósofo neurocientífico Antti Revonusuo, en
Finlandia, sugiere que “la función biológica de soñar es simular eventos
amenazadores y ensayar la percepción y evasión de amenazas”. Como
resultado, la gente que sueña con peligro sobrevivirá más tiempo.
Lamentablemente esta teoría no explica el sueño recurrente comer pastel
con helado.
8. Resolución de problemas
El investigador de Harvard Deidre Barrett
sugiere que los sueños son una especie de teatro en el cual somos
capaces de resolver problemas más efectivamente que cuando estamos
despiertos, en parte porque la mente soñante hace conexiones más rápido
que la mente despierta.
9. Darwinismo onírico
El psicólogo Mark Blechner dice que la
razón por la que soñamos es para crear nuevas ideas de generación
pseudoaleatoria, que pueden ser retenidas si se consideran útiles. Los
sueños introducen variaciones útiles a la vida psíquica y a las
narrativas internas. Producen “mutaciones de pensamiento”. Nuestras
mentes pueden así seleccionar de entre estas mutaciones y variaciones
para producir nuevos tipos de pensamiento, imaginación, autoconsciencia y
otras funciones psíquicas.
10. Procesar emociones dolorosas con asociaciones simbólicas
Un nuevo modelo de sueños sugiere que el
proceso es más parecido a la terapia que a la evolución. No estamos
seleccionando agresivamente la idea más adaptable, sino revisando esas
ideas y emociones y organizándolas en un contexto psicológico más
grande. Frecuentemente nuestro cerebro hace esto al asociar una emoción
con un símbolo. Se especula que este tipo de asociación entre emoción y
símbolo ayuda a “amarrar” las emociones y tejerlas en nuestra historia
personal.
Ultimadamente, esta teoría nos
regresa al componente narrativo de los sueños. Tendemos a usar ideas e
imágenes bizarras para hacer sentido de los eventos del día. No hay duda
de que nuestros sueños juegan un papel importante en nuestro proceso de
pensamiento; sin embargo la pregunta permanece: ¿por qué realmente
soñamos?
fuente: pijamasurf
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