lunes, 15 de febrero de 2016

CONFLICTOS EMOCIONALES Y EL DOLOR DE CABEZA



La cabeza es mi centro de comunicación, está vinculada a mi individualidad. Frecuentemente se le llama el “centro de mando”. Por ella pasan todas mis emociones y todas mis comunicaciones, por vía de mis cinco sentidos. Si vivo dificultades o enfermedades de la cabeza, debo preguntarme si vivo un conflicto referente a mis pensamientos y mi vida espiritual o mi crecimiento personal. Esto se explica por el hecho que la cabeza está constituida por huesos que están hechos de un tejido duro y que simbolizan mi energía espiritual, y que estos huesos rodean el tejido blando y los fluidos, que simbolizan mis energías mentales y emocionales. Si ambos aspectos están en armonía, habrá fusión de mi cuerpo y de mi mente. Sin embargo, si la sangre que está en mi cabeza, no circula bien o si ejerce una presión, esto me indica que tengo dificultad en expresar o recibir el amor y todo sentimiento que me habita (porque la sangre transporta mis sentimientos en todo mi cuerpo). 

Dolor de cabeza

La cabeza tiene una relación directa con el Yo soy. Tener un dolor de cabeza (sobre todo en la parte superior de la misma) significa que la persona se la golpea con “yos” desvalorizantes. Hay varias causas a los dolores de cabeza. Por ejemplo, el estrés y la tensión cuando me esfuerzo tanto como pueda “para estar” de cierto modo o de “para hacer” tal cosa.

¿Cuál es el conflicto emocional que se vive?
La persona que tiene dolor de cabeza se acusa de no ser esto o aquello y, sobre todo, de no ser suficientemente inteligente; se exige demasiado. Dice o piensa a menudo o varias de las expresiones siguientes: “Me rompo la cabeza”, “Estoy hasta la coronilla”, “No sé dónde tengo la cabeza”, “Ando de cabeza”, “Soy cabeza dura” o “Tengo la cabeza dura”, “Me doy contra la pared”, “Lo tengo en la cabeza”, “He perdido la cabeza”.
Se desprecia en lugar de apreciarse. Para quien tiene la impresión de que la cabeza va a estallarle, el mensaje es que deje de acumular tantas cosas en ella por miedo al juicio de los demás con respecto a lo que es o no es. Es posible que sea una persona que no se acepta, que se acusa de ser demasiado irreflexiva. También puede ser una persona que tiene miedo de “ir a la cabeza”, es decir, estar al frente, ser la primera, o mostrar la dirección.
Tener un dolor de cabeza, sobre todo en la frente, le indica a esta persona que se esfuerza demasiado por comprender todo. Debe darle tiempo al intelecto para que acumule suficientes datos en su memoria y que su inteligencia pueda hacer una síntesis y comprender.
El dolor de cabeza aparece frecuentemente cuando intento demasiado fuerte de realizar algo o cuando estoy obsesionado por esto que viene e inquieto por lo que me espera en el futuro. Vivo en este momento mucha ansiedad y preocupación. Así puedo reaccionar a fuertes presiones ejercidas por situaciones o acontecimientos que me rodean. Puedo vivir un sentimiento intenso de fracaso, duda, odio de sí que da vida a la crítica y, sobre todo la auto – crítica. Estoy cogido, “encajonado” en mi cabeza, no me gusta lo que veo, y me juzgo con severidad, dándome a mí – mismo “golpes de cabeza”. El dolor de cabeza puede provenir también de la negación y de la supresión de mis pensamientos y de mis sentimientos que creo inaceptable o desaprobado. O bien no tengo el valor de expresarlos, o sencillamente no los escucho, porque racionalizo, intelectualizo todo lo que vivo. “¡Esto está bien, esto está mal!”. Quiero quizás comprender demasiado, ir demasiado de prisa, querer saber o tener respuesta a mis preguntas en seguida. Pero el tiempo quizás no ha llegado aún y debo desarrollar mi paciencia y mi confianza en que todo sucede en el momento justo. El dolor de cabeza expresa también emociones negativas que están “cogidas en la trampa”, en mi cabeza, tales como la inseguridad, el tormento, las ambiciones excesivas, la obsesión de ser perfecto, que causan una dilatación sanguínea.
Por ser la sede de cuatro de los cinco sentidos, la cabeza es una parte del cuerpo muy importante. Cuando te duele, ello te impide ver, oír y oler bien, y decir lo que responde a tus verdaderas necesidades, lo cual te aleja de lo que quieres ser.

¿Cómo se libera esa emoción biológica?
Debes establecer el contacto con tu Yo soy verdadero, es decir, lo que eres en ese momento. Tienes que dejar de forzar a Ser lo que crees que los demás quieren que seas. Relaja tu mente, deja de querer comprender todo mentalmente y permítete ser más tú. Si utilizas una o algunas de las expresiones antes citadas, date cuenta de que el miedo oculto detrás de ellas no es bueno para ti.
Un dolor de cabeza al nivel de la frente se referirá más a una situación en mi trabajo o vinculada a mi papel social pero si se sitúa lateralmente (cerca de las sienes), más bien es mi lado emocional (familia, pareja) el que está implicado. Cualquier sea la causa, el dolor de cabeza está directamente vinculado a mi individualidad y debo aprender a ser más paciente y más flexible hacía mí y los demás. “Mis ideas son cada vez más claras”, y aprendo a dar el lugar que corresponde tanto a mi intelecto como a mis emociones, para alcanzar el equilibrio. Entonces estaré más en armonía conmigo mismo, me sentiré la cabeza más liberada y ligera.

Migrañas

La migraña común se caracteriza por la aparición violenta de dolores intensos en un lado de la cabeza, a menudo acompañados de náuseas y vómitos, que pueden durar algunas horas a varios días. Puede presentarse precedida de trastornos visuales. Existe también la migraña acompañada, que es mucho más grave, ya que puede afectar además el campo visual y a la elocución.
Esta enfermedad tiene una relación directa con el YO SOY de la persona afectada. En general se manifiesta en la persona que no se concede el derecho de ser lo que quiere, incluso antes de que la migraña aparezca. Por ejemplo: una adolescente quería SER artista, pero se dejó convencer por sus padres para estudiar otra carrera. Padecía migrañas en la medida en que no se había concedido el derecho a seguir la dirección deseada. Las migrañas frecuentemente están asociadas a trastornos de la visión y la digestión. Ya no quiero ver y no quiero digerir lo que sucede en mi vida. Son angustias, frustración frente a una situación en la cual soy incapaz de tomar una decisión.

¿Cuál es el conflicto emocional que se vive?
Las migrañas se producen en la persona que se siente culpable por atreverse a cuestionar a aquéllos que tienen mucha influencia sobre ella. Incluso puede no ser consciente de lo que realmente quiere. Con frecuencia vive en el “no puedo”, hasta el extremo de vivir a la sombra de alguien. Además, las personas que sufren de migrañas suelen tener dificultades en su vida sexual porque no están en contacto con su poder creativo, simbolizado por la región de los órganos genitales. Hay conflicto entre mis pensamientos, mi intelecto que está sobre cargado, mis necesidades y deseos personales. ¿Me siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente, sobre todo en el plano intelectual?

¿Cómo se libera esa emoción biológica?
Hay que plantearse la siguiente pregunta: “¿Si todas las circunstancias hubieran sido o fueran perfectas a mi alrededor, qué es lo que hubiera querido Ser o qué es lo que quiero Ser?”. A continuación, observa lo que te ha impedido manifestarlo hasta este momento y descubrirás la forma de pensar que te perjudica, que te impide ser tú mismo/a. Ya no necesitas creer que dependiendo de los demás vas a ser más querido. Además concédete el derecho de tener esos temores y de tomarte el tiempo necesario para llegar a tu meta.
Debo tomar consciencia de que estoy huyendo de lo que me molesta o que siento incomprensión y una carencia de amor por parte de alguien. Debo comprender que, cuando tengo una migraña, tengo una toma de consciencia por hacer. Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es decir de pasar a la acción. Al darme un tiempo de pausa la migraña, puede ser también un modo de lograr más amor y atención. Dejo los acontecimientos fluir libremente en mi vida y recibo a cambio alegría, paz, armonía.
Fuente: El Gran Diccionario de las Dolencias y Enfermedades - Jacques Martel
 
fuente: aqui 

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