Muchas personas prefieren referirse al
budismo más como una filosofía de vida que como una religión. El Budismo
es una de las religiones más antiguas que aún se practica por unos 200
millones de personas en todo el mundo.
Y el secreto que ha facilitado que esta
filosofía o religión perdure a lo largo del tiempo y continúe ganando
seguidores es la sencillez en como trasmiten mensajes llenos de
sabiduría que permiten mejorar realmente nuestra calidad de vida.
Para su entendimiento e integración de
significado no tenemos por qué hacernos seguidores de esta religión. Tan
solo es necesario abrir nuestro corazón y llevar a cabo una apertura
mental con ilusión.
Sirvan como muestra estas 7 frases o pensamientos budistas, que sin duda, llevadas a la práctica, nos pueden cambiar la vida:
-El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Teniendo en cuenta que a las personas solo nos puede dañar aquello a lo
que le damos importancia, evitar el sufrimiento inútil puede consistir
simplemente en dar un paso atrás, desligarse emocionalmente y ver las
cosas con otra perspectiva.
Lleva práctica y tiempo, pero merece la
pena llevar a cabo este gran aprendizaje. Como guía para ello, otra
frase budista nos da una pista de como comenzar: “Todo lo que somos es
el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros
pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.
-Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora.
Solemos pensar solamente en el pasado o estar excesivamente preocupados
por el futuro. Esto nos lleva a no vivir el momento y que nuestras
vidas pasen de largo sin ser conscientes. El budismo nos enseña el aquí y
ahora. Por tanto, debemos aprender a estar plenamente presentes, a
disfrutar de cada momento como si fuera el único.
-Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno.
Para encontrar un verdadero estado de bienestar es imprescindible que
mente y cuerpo estén en un equilibrio. No centrarnos demasiado en el
aspecto físico o, por el contrario, en el aspecto interior nos ayudará a
sentirnos más plenos y conscientes del aquí y ahora, facilitándonos una
plenitud emocional más rica.
-Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo.
Para encontrar nuestra paz interior, tenemos que ser conscientes de
nuestros potenciales personales y aprender a saber dosificarlos, así
como nuestros recursos. De esta forma viviremos un auténtico crecimiento
y evolución.
-No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo.
Se trata de una de las máximas del budismo que nos permite eliminar
casi todas las leyes y mandamientos morales actuales en nuestra
sociedad. Teniendo parecido significado con la frase “no le hagas a los
demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti” , esta quinta
reflexión va mucho más allá ya que consiste en un profundo conocimiento
de nosotros mismos y una gran empatía para/con los demás.
-No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita.
Nuestro deseo de tener más, tanto en el plano material como el
emocional, es la principal fuente de todas nuestras preocupaciones y
desesperanzas. Su máxima se basa en aprender a vivir con poco y aceptar
todo aquello que nos brinda la vida en su momento. Ello nos llevará a
una vida más equilibrada, reduciendo el estrés y muchísimas tensiones
internas.
El hecho de desear más cosas a menudo
solo indica falta de seguridad, que nos sentimos solos y necesitamos
llenar esos vacíos. Sentirnos a gusto con nosotros mismos permite dejar
atrás la necesidad de no tener que demostrar nada.
-Para entender todo, es necesario olvidarlo todo.
De pequeños estamos en continuo aprendizaje. Nuestro mapa mental aún no
está diseñado lo cual nos hace abiertos a “todo” y a la capacidad de
entender cualquier cosa. No sabemos juzgar.
Pero a medida que crecemos nuestra mente
se llena de condicionamientos y normas sociales que nos indican cómo
debemos ser nosotros mismos, como deben ser las cosas, cómo debemos
comportarnos e incluso qué debemos pensar interiormente. Nos volvemos
inconscientes con nosotros mismos y nos perdemos.
Para cambiar y ver las cosas desde una
perspectiva más sana para nosotros, tenemos que aprender a desligarnos
de las creencias, hábitos e ideas que no provienen de nuestro corazón.
Para ello, esta frase budista nos servirá para comenzar el proceso:
“En el cielo no hay distinciones
entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en
su mente y luego piensan que son verdad”.
FUENTE: zonaintegral.com
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