domingo, 28 de agosto de 2016

Eliminando la programación subliminal de nuestro subconsciente



En múltiples ocasiones hemos hablado del poder del simbolismo sobre la psique humana, y soy consciente de que tendemos a pensar qué, por mucho que lo sepamos o nos lo expliquen, nos suena a muchos a conocimiento enrevesado con palabras abstractas, y que se arraiga y manipula nuestra mente de forma que solo nos es medianamente comprensible. En muchos casos, nos quedamos con que suena a algo que es interesante saber, pero (por lo leído en los comentarios de otros artículos) decimos algo tipo: “entiendo que me están manipulando a través de los símbolos, subliminales y demás, pero no creo que puedo hacer nada al respecto, ya que trabajan con un nivel de mi psique al cual yo no tengo acceso”. Vamos a ver hoy que esto no es del todo correcto, y que podemos desprogramar en nosotros mismos aquello que los símbolos y mensajes subliminales están intentando instalar, y que podemos eliminar la programación imbuida por estos para que no pueda activarse.

Si queremos que el simbolismo del suelo cuadriculado, el huevo, o la señal de stop que todos obedecemos cuando vamos conduciendo (que es un símbolo en 2D de un hípercubo en 4D que imbuye la orden “obedece”) no imbuyan ni afecten nunca más a nuestro subconsciente, debemos dar ciertas órdenes al mismo para que así sea. Para ello, necesitamos comprender cómo estas órdenes llegan a la mente, y contraprogramarla para que dejen de hacerlo, o se borren diariamente.

Entender como se reciben para poder eliminarlos
El primer paso es comprender cómo se recoge la información desde nuestros sentidos, pasando a la mente pre-consciente, de ahí analizada, y lo que es necesario tener presente, reenviado a la esfera mental consciente para ser operado y racionalizado y, el resto, reenviado a la esfera mental subconsciente para ser almacenado, archivado y usado por otras partes de nosotros o como repositorio de información para otros procesos que no son los básicos de la gestión mental del día a día. La conferencia del año pasado sobre la psique del ser humano entró a fondo en estos temas.

Los conceptos y arquetipos imbuidos por subliminales o símbolos, al ser una información que no es entendible por la mente consciente, pasa siempre directamente de la esfera preconsciente a la subconsciente, donde se ponen a hacer su trabajo sabiendo que el centro intelectual (aquí tienes un repaso de los centros de control) no las va a pasar por su filtro ni analizar para desmenuzar y tratar de ver si tiene sentido lo que está recibiendo y si necesita bloquearlo, ejecutarlo o borrarlo, ya que no entiende lo que se ha introducido, al no estar en su lenguaje, y, por lo tanto, da directamente el visto bueno para que el subconsciente se encargue de ello, pues esta parte de nuestra psique trabaja con el mismo idioma pictórico que todos los símbolos que vemos en nuestra realidad.

Eliminando lo que no sirve
El proceso de borrado entonces tiene que hacerse a nivel subconsciente. ¿Cómo? Dando órdenes para ello especialmente cuando vamos a dormir. Cuando estamos en el proceso de irnos a descansar y entrar en el sueño reparador que nuestro cuerpo necesita cada noche, varios centros de control del cerebro toman el mando y ejecutan sus funciones para que podamos preparar nuestro vehículo físico para otro día de trabajo. El centro instintivo es el que lleva nuestro cerebro poco a poco a entrar en estados más profundos, de beta a alfa, theta y luego delta, de hacernos entrar en la fase REM y de hacernos descansar fisiológicamente y recargar las baterías del cuerpo. Luego, el centro motor es el que se encarga de poner en marcha procesos de limpieza psíquica en las esferas mentales para desechar parte de lo acumulado durante el día, u organizar el resto de datos recibidos en el cuerpo mental, nuestra memoria y nuestros bancos de datos.

Para que los procesos ejecutados automáticamente en la psique por el centro motor del cerebro puedan eliminar la programación subliminal acumulada a lo largo del día, hemos de incluir esta orden dentro de esos procesos rutinarios que se ejecutan sin nuestra intervención consciente. La petición se la tenemos que dar a esas otras partes de nosotros mismos, funcionando en otros niveles de consciencia y vibración, que llamamos nuestro Yo Superior, nuestro Ser, o cómo lo designéis cada uno o sintáis, para que borren, en los procesos de filtrado nocturnos de limpieza de la mente subconsciente, aquellas órdenes, patrones y programas que hayan entrado de forma subliminal sin ser “autorizadas” por el centro intelectual y por la mente consciente, y que estén destinadas a modificar nuestro comportamiento, patrones, actitudes, procesos mentales, carácter, etc. La orden se da hacia nosotros mismos, pero para que sea ejecutada desde otros estratos de la composición multidimensional que poseemos, pues la mente lógica y racional no será capaz de saber que tiene que filtrar y que no, que tiene que almacenar y que puede descartar, pero esos otros niveles de nosotros si, pues recordad que somos mucho más que este simple cuerpo físico y su personalidad, y estamos formados por una estructura multidimensional donde partes de la misma se encuentran en niveles frecuenciales, de vibración, de conocimiento, de sabiduría, etc., mucho más elevados que lo que la personalidad egóica y artificial que poseemos normalmente llega a abarcar.

Dar este tipo de orden antes de irnos a dormir, incluirá en el filtrado y eliminación aquello que hayamos recibido durante el día, y que pueda ser descartado por estar destinado a nuestra manipulación. ¿Cómo lo sabremos? No lo sabremos. Si ahora mismo no sabes que tienes en tu subconsciente, no tendrás forma de saber que se ha borrado del mismo. Así que posiblemente no vayas a notar nada especialmente diferente, excepto el hecho de que verás que no activas ciertos comportamientos automáticos que antes si hacías (si eres dado a auto observarte y auto analizar lo que piensas, haces o dices lo percibirás, sino, es cuestión de entrenamiento) a medida que vas borrando programación y patrones grabados en ti.

Subconsciente en modo mantenimiento y filtrado constante
Esto servirá para lo que vaya entrando en vuestro día a día por los medios de comunicación, la publicidad, los anuncios que veáis en la calle, los símbolos que están repartidos por la arquitectura de vuestra ciudad, los mensajes que captáis sin daros cuenta de múltiples medios energéticos y psíquicos, los egregores bajo los que vivimos, etc. Para lo que ya está imbuido y bien grabado, es necesario usar alguna otra técnica de desprogramación, como puede ser la escritura automática, primero para “vomitar” hacia la mente consciente lo que hay en la subconsciente, la meditación “hacia el interior de uno mismo” para percibir en imágenes o símbolos la misma información, o cualquier otra herramienta que conozcáis que os permita echar “luz” en el almacén de vuestra psique. Una vez hecho, se puede dar la orden de eliminación y desprogramación a vuestro ser superior, o a través del trabajo con vuestra esencia o mónada. Pero, al menos, con el simple hecho de meter ya en los procesos de limpieza nocturna la orden de no grabación ni almacenaje de todo lo dicho, aunque de momento no estemos sacando nada de lo que ya llevemos a cuestas, dejaremos de acumular más, y tarde o temprano podremos empezar a notar como no reaccionamos ante estímulos y cosas que nos hacían reaccionar de cierta forma, o como no ejecutamos ni seguimos automáticamente modas impuestas, costumbres artificiales, patrones de comportamiento destinados a las masas, etc., que se nos traten de imponer de una u otra manera.

Con cosas tan sencillas, vamos ganando la batalla por recuperar nuestro propio poder sobre nosotros mismos, por recuperar el autocontrol de las partes que nos componen, por empoderar el potencial que llevamos dentro, y por ir expulsando y bloqueando, de forma cada vez más tangible y eficaz, todo aquello que nos trata de controlar y someter. Al fin y al cabo, nada externo puede contra alguien que tiene en su mano el potencial que yace en su interior, y que solo está esperando que le pidan que actúe para empezar a hacerlo.

fuente: aqui

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