Desde
luego, no hay que confundir la tristeza o la euforia que todos sentimos
alguna vez por motivos concretos y justificados, con la enfermedad de la
depresión, las cuales se caracterizan porque la euforia o la tristeza
aparecen y desaparecen sin causa alguna (o con una causa menor), porque
tienen una duración excesivamente larga y por que son de una intensidad
desproporcionada.
Las causas de la depresión
Aunque
todavía no se conocen muy bien las causas que hacen unas personas más
vulnerables a la tristeza o a la euforia desproporcionadas, parece que
el origen de estas enfermedades no se puede atribuir a una causa única,
sino que resultan de la suma de varios factores, lo que facilita la
aparición de una depresión: estos factores son: la herencia, el sexo o
la personalidad introvertida.
Así pues,
las personas con familiares afectos de depresión, las personas del sexo
femenino y quienes son poco sociables o introvertidos tienen más riesgo
de sufrir depresiones.
La
depresión puede también ser causada por algunas enfermedades o por los
efectos secundarios de ciertas medicaciones. No es que el paciente se
sienta triste por estar enfermo, sino que la enfermedad misma incluye la
depresión entre sus síntomas, como una de sus características.
Así,
ciertas enfermedades hormonales, como el hipotiroidismo o las
enfermedades de la corteza suprarrenal, se manifiestan, entre otras
cosas, con depresión.
A continuación, se detallan algunos infusiones para la depresión que se pueden preparar en casa de forma rápida y fácil.
Infusiones para la depresión
Infusión para la depresión #1: Se añade agua hirviendo a una taza que contenga una cucharadita colmada de hipérico o hierba de San Juan, se deja reposar medio minuto y se cuela. Se toman de dos a tres tazas al día.
Infusión para la depresión #2: Durante
12 horas se deja en remojo una cucharadita colmada de raíces de
achicoria en una taza de agua fría. A continuación se calienta y se
cuela. Repartidas a lo largo del día se beben dos tazas de infusión. Lo
más práctico es llenar un termo previamente calentado con la ración del
día.
Infusión para la depresión #3: En una taza se echa una cucharadita colmada de ortiga menor, milenrama
y equiseto menor a partes iguales, se añade agua hirviendo, se deja
reposar medio minuto y se cuela. Se toma una taza por la mañana y otra
por la noche.
Infusión para la depresión #4:
Se diluye una cucharada de amargo sueco menor en media taza de agua que
esté hirviendo y se bebe la mitad media hora antes de las comidas y la
otra mitad media hora después. En total se toman tres cucharadas de
amargo sueco menor al día.
Otros remedios para la depresión
Remedio para la depresión #1:
Baño de asiento de hipérico En un cubo de agua fría se dejan en remojo
hojas, flores y tallos de hipérico durante 12 horas. A continuación se
calienta, se cuela y se añade al agua del baño. El agua de la bañera
tiene que cubrir los ríñones, y la duración del baño no debe exceder los
20 minutos. Después no se seque: métase en la cama a sudar durante una
hora envuelta en un albornoz. Se recomienda tomar todas las semanas un
baño de asiento de hipérico, y todos los días de la semana un baño de
pies de la misma hierba.
Remedio para la depresión #2
Baño de serpol de cuerpo entero En un cubo con capacidad de 6 a 8
litros se dejan en remojo 200 gr de serpol fresco o seco en agua fría
durante 12 horas. A continuación se calienta, se cuela y se añade al
agua del baño. El corazón tiene que quedar fuera del agua, y la duración
del baño debe ser de 20 minutos. Después no tiene que secarse, sino
meterse en la cama envuelta en un albornoz a sudar durante una hora.
Remedio para la depresión #3
Baño de asiento de equiseto menor Se dejan en remojo en agua fría
durante 12 horas 100 gr de equiseto menor (el más apropiado para una
aplicación externa es el equiseto alto). A continuación se calienta
hasta que rompa a hervir y se añade al agua del baño. Es suficiente con
que el agua cubra los ríñones. La duración del baño es de 20 minutos.
Después del baño no se seque: métase en la cama a sudar durante una hora
envuelta en un albornoz.
Recomendaciones
La
práctica regular de ejercicio físico facilita la oxigenación, la
relajación y aumenta los niveles de resistencia y energía del organismo.
Además, ayuda a liberar tensiones y activa la secreción de las
endorfinas.
Estas
últimas son unas sustancias bioquímicas naturales segregadas por el
cerebro que actúan como analgésicos y euforizantes y desempeñan un papel
fundamental en el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De
hecho, el aumento de estas sustancias está relacionado con la sensación
de bienestar, por lo que la actividad física contribuye a mejorar la
autoestima, el buen humor y el estado de ánimo.
Hay que
elegir algún deporte que se pueda practicar al menos tres veces a la
semana. Ten en cuenta que es mucho mejor hacer poco ejercicio, pero
regularmente, que un gran esfuerzo sólo de vez en cuando. Los más
recomendables son los ejercicios aeróbicos como caminar a buen ritmo,
correr, subir escaleras, ir en bicicleta o nadar.
Vía: Remedios populares
http://www.infusionesmedicinales.com/depresion.html#more-91
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