El Amor es la energía que da origen a todo lo que existe, pero al nacer
en este plano terrenal, por las condiciones de este juego, olvidas que
así es. Por eso puedes pasar la vida entera buscando el Amor como un
perdido en el desierto busca un oasis con agua. Y no hablo sólo de lo
que buscas en tu pareja, sino que toda relación humana y con el mundo,
está basada en esta búsqueda de Amor, y cuando no eres consciente de
ello, condicionas toda tu entrega al acto de pedir que se te sostenga
energéticamente.
Cada vez te vas acercando más a la esencia de una vida plena y feliz,
que no tiene nada que ver con lo que crees que te dará felicidad, porque
hasta el dinero aparenta darte esa seguridad que no tienes en tu
interior, ¿por qué? Por falta de Amor. No hablo de no tener dinero o
cualquier otra cosa, hablo de darles el justo rol en tu vida, como una
consecuencia de tu interior pleno de tu propio Amor, no un parche que
oculte tu carencia.
Seguimos hablando de energía y de creación, ya que cuando eres capaz de
amar eres creativa y libre de manifestar lo que sea en la materialidad y
en los planos sutiles. El Amor es el lenguaje de la Creación, y cuando
estás en esa alta vibración, el mundo te responde de la misma manera,
por ley de atracción. Eres amada en tanto amas. Sólo cubriéndote de Amor
tú misma y en primera instancia, cosecharás una realidad amorosa y
respetuosa. Ya no estarás con la necesidad de nada externo para cubrir
esos espacios vacíos, por lo tanto lo que recibas como respuesta a tu
Amor, será sólo disfrute y no una pastilla adormecedora que no te
permita ser honesta contigo misma y detectar dónde cojeas, para desde
esa detección solucionar cualquier dolor, físico o emocional.
El origen de todos tus dramas cotidianos es la falta de Amor, revisa con
honestidad y profundidad. Y el origen de tu felicidad es el Amor
conquistado en tu interior, por ti misma, y que te es devuelto por la
vida en concordancia.
Ahora, el planeta y la conciencia humana cuentan, más que nunca, con la
posibilidad de conectar con estos espacios sutiles y amorosos, por lo
que ya no necesitas complicar ningún proceso de conexión y comprensión.
Sólo debes mirar la vida con confianza, respirar siempre y en forma
consciente, cuidarte como si se tratara de tu ser más querido, aceptando
esta vida material, dual y terrenal…, es más, disfrutándola y dándote
aquello que te gusta más, desde comer un helado, porque ese placer eleva
tu vibración hacia el Amor propio, hasta dormir más de la cuenta un día
porque tu cuerpo lo necesita, y tú amas tu cuerpo tal cual es, o al
menos quieres hacerlo.
El principio para lograr crear y manifestar en el mundo lo que desees,
consiste en elevar tu vibración energética. Es decir, aumentar su
velocidad para llevarla cada vez más cerca de la sutileza del Amor, y no
para quedarte pegada en las nubes, sino para traer ese Amor a vivir
contigo en la Tierra. Acá está tu vida, acá elegiste vivir en este
tiempo en que es posible comprender la vida en su totalidad en tanto
energía. Entonces, ya no es necesario despojarte del cuerpo o pasar
meditando todo el día con los ojos cerrados para conectar con la Fuente
de Amor, sólo basta que en conciencia, sin ser condescendiente contigo
misma y haciéndolo desde la disciplina que sea necesaria para tu propio
viaje, disfrutes de la vida como el mayor de los regalos que te has
podido dar, así algún día recordarás por qué estás acá y el por qué de
tu elección de vida…, y creo no equivocarme, llegarás al mismo punto de
inicio, el Amor. Esa es la energía que te movilizó a venir a la Tierra y
es la energía que te impulsa a recordar tu esencia.
Y verás cómo el mundo con todas sus criaturas se manifiestan ante ti y
responden a tu Amor. Los animales y las plantas, y todo lo que el
planeta te ofrece, vibran en esta energía y son conciencia pura de Amor,
por lo tanto, cuando seas capaz de tocar este estado vibracional,
escucharás cómo te hablan y se comunican contigo; pasas a ser parte del
Todo como una pieza más de la conciencia de Amor, en tu cuerpo físico y
en tu misma casa, ya que no es necesario que dejes atrás nada de lo
conocido, sólo que transformes la manera de relacionarte con ellas, ya
no en dependencia por falta de Amor, sino que en libertad.
Date el tiempo, que también es una forma de amarte, de respirar
conscientemente, involucrando tu cuerpo en ese acto tan simple, pero que
te recuerda que estás viva. Todo ante tus ojos irá cambiando en esta
hermosa locura de ser un ángel con cuerpo humano, y de recordar que lo
eres.
fuente aqui
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