“Las personas que ayudan a la gente a superar el resentimiento, a
expresar sentimientos negativos y a perdonar errores pasados ya sean
reales o imaginarios, pueden llegar a ser una parte importante de la
curación al eliminar sentimientos sin resolver y otras ataduras
emocionales con el pasado: sentimientos de abandono o rechazo por parte
del padre, la madre o ambos, antecedentes todos ellos al desarrollo de
diversas enfermedades. Resulta esencial ayudarles a que aprendan a
liberarse del pasado para que logren recuperar la salud.
No solo experimentamos estrés cuando tenemos una experiencia que crea
resentimiento, sino cada vez que recordamos la situación. Este estrés
encerrado a largo plazo y la tensión que resulta, puede producir serias
inhibiciones de las defensas naturales del cuerpo.
El resentimiento no es lo mismo que la ira: la ira suele ser una emoción
sencilla y de corta duración con la que todos nosotros estamos
familiarizados, mientras que el resentimiento es un proceso a largo
plazo que renueva el estrés.
Supón por ejemplo que vas en automóvil por una calle y que un coche
lleno de adolescentes que viene en dirección contraria casi choca
contigo. Experimentas una reacción de estrés; el corazón comienza a
latir más rápidamente, la respiración se acelera, la adrenalina fluye y
así sucesivamente. Gradualmente se dan dos emociones: la primera el
miedo y la segunda ira por la forma negligente de conducir de los otros.
Ambas reacciones son normales.
Sin embargo, cuando la situación ha pasado nuestras acciones y nuestras
reacciones se hacen cada vez más significativas. Una respuesta a esta
situación sería parar a los jovencitos y reprocharles su forma de
conducir. SI se disculpan o explican por qué estaban conduciendo de esa
forma tan descuidada, tal vez porque se encontraban en una situación de
emergencia o porque llegaban tarde al trabajo, la ira se disipará
probablemente. Sin embargo, esta forma de resolución de la situación no
se suele dar en la práctica.
Cuando no hay ninguna acción posible para expresar las emociones
conectadas al acontecimiento pasado, como con los jóvenes descuidados,
la ira puede generalizarse hacia otros jóvenes descuidados, otros
jóvenes en otros coches, o incluso hacia otros conductores en general,
por lo que conservamos la ira que sentimos en el momento del suceso
inicial. Si esos sentimientos no son liberados, suelen conducir a
resentimiento y estrés.
Algunas personas se permiten resentimientos de fuentes muy diversas
durante muchos años. Algunos adultos arrastran esos sentimientos como
consecuencia de experiencias de la infancia que recuerdan con gran
detalle. Estos recuerdos pueden hacer referencia a una falta de cariño
de los padres, a actos específicos de crueldad paterna o a innumerables
experiencias dolorosas. Las personas que arrastran esos resentimientos,
recrean el acontecimiento o acontecimientos dolorosos en sus cabezas
incluso hasta después de la muerte del ofensor.
Al margen de que esos sentimientos fueran justificados cuando la
experiencia tuvo lugar, continuar llevándolos consigo supone unos costes
físicos y emocionales tremendos. Si abrigas tales sentimientos conviene
que reconozcas que eres tu y no la otra persona, la causa última de tu
propio estrés.”
Matthews-Simonton-Creighton.
Perdonar es la única forma de disolver ese vínculo y lograr la libertad". Catherine Ponder (escritora).
fuente: aqui
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