La
verbena, llamada también hierba sagrada o de los hechizos, es una
planta herbácea perteneciente a la familia de las Verbenaceae, que puede
llegar a medir hasta 1 metro de altura.
De sus
tallos erectos nacen las hojas opuestas, lanceoladas y velludas por su
envés. Sus pequeñas flores, de color violáceo se agrupan en espigas.
La verbena
fue muy empleada en la tradición mágica europea. Tanto los griegos y
los romanos, como los antiguos celtas la consideraban una planta
sagrada, capaz de protegerlos de todos los males.
Tradicionalmente,
debía recogerse en verano, preferentemente en la noche de San Juan, en
el momento en que no pudieran verse ni el Sol ni la Luna en el cielo.
Con fines
terapéuticos se utilizan las sumidades floridas que se recolectan al
inicio de la floración (durante el verano) o lo más tardar en otoño. Se
secan a la sombra en un lugar bien ventilado, a ser posible con calor
natural. Se conservan en envases cerrados protegidos de la humedad.
Propiedades curativas
En la verbena destaca su contenido de iridoides (verbenalina), flavonoides y derivados del fenilpropano.
Esta
planta se encuentra indicada para combatir la ansiedad, el nerviosismo y
el insomnio, debido al eficaz efecto sedante que ejerce sobre el
sistema nervioso central. También se utiliza para aliviar las jaquecas
de origen nervioso o aquellas que están vinculadas al ciclo menstrual,
así como en la inapetencia o desgana provocadas por situaciones de
estrés.
Por otro
lado, este remedio es capaz de calmar la mucosa respiratoria, evitando
la tos convulsiva y la infusión, tanto bebida como aplicada en
gargarismos, alivia las anginas y el dolor de garganta. Asimismo,
estimula el apetito y la producción de los jugos gástricos, con lo que
mejoran las malas digestiones.
Es un buen
diurético, empleado en la retención de líquidos y en las afecciones
renales. Aplicada externamente, es un remedio astringente adecuado para
curar las heridas leves y quemaduras.
Infusiones y remedios
Infusión
de verbena para los nervios: En una taza con agua hirviendo se echa una
cucharadita de postre de la hierba. Se deja reposar de 5 a 10 minutos y
se cuela. Tomar una taza al día.
Infusión
de verbena para el estrés y la ansiedad: Se mezclan, a partes iguales,
verbena, pasiflora y avena. Se pone una cucharadita de postre de la
mezcla en una taza con agua hirviendoysedeja reposarlo minutos. Después
se cuela y se bebe caliente. Se toman dos tazas al día.
Precauciones
No tiene
efectos secundarios, aunque no se aconseja en el embarazo, la lactancia
ni en niños pequeños. Tampoco se debe tomar junto con fármacos sedantes
ni con alcohol, pues podría potenciar el efecto.
fuente: aqui
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