martes, 7 de abril de 2015

Infusiones para la fiebre del heno y otros remedios naturales



 La fiebre de heno ataca principalmente en primavera cuando el polen de las flores se encuentra en gran cantidad en el ambiente. 

Muchas personas preguntan si existen alguna forma natural para combatirla.
A continuación, se presenta una serie de plantas y hierbas que, en infusiones, y otros remedios naturales se pueden usar para paliar los síntomas de este tipo de alergia. 






 Infusiones para la fiebre del heno
Infusión para la fiebre del heno #1:  Preparar en partes iguales 20 g de: Pensamientos silvestres (antialérgicos), diente de león (benéfico para el hígado), raíces de zarzaparrilla (purificador de la sangre) y enebrina (bayas de enebro de acción diurética) Tomar esta infusión al comienzo de la primavera al menos tres veces al día durante un mes. Se puede agregar miel pura.

Infusión para la fiebre del heno #2: Es una gran ayuda tomar tres tazas diarias de infusión de gordolobo. Preparar la infusión durante 10 minutos de una cucharada de flores secas de gordolobo por taza. Filtrar y tomar.

Infusión para la fiebre del heno #3: Para prevenir, es recomendable preparar una infusión de ortiga: Beber tres tazas al día durante tres meses.

Infusión para la fiebre del heno #4: Un remedio útil en caso de secreción nasal excesiva consiste en tomar una infusión de eufrasia (Euphrasia officinalis). La infusión se prepara poniendo una cucharadita de flores secas de eufrasia en una taza con agua hirviendo. Dejar reposar durante 10 minutos. Tomar tres tazas al día, después de las comidas.

Infusión para la fiebre del heno #5: Otro remedio si se presenta la fiebre del heno con mucosidad excesiva: Preparar una infusión con una cucharadita de llantén mayor en agua hirviendo. Tomar tres tazas al día mientras duren los síntomas.
Infusión para la fiebre del heno #6: También se utiliza mucho la mezcla de partes iguales de: Grosellero negro, pasiflora o pasionaria, fumaria, violeta, hisopo y cola de caballo. Preparar una infusión con una cucharada de mezcla de estas plantas y tomar dos tazas al día.

Infusión para la fiebre del heno #7: Se hierve un vaso de agua y se retira del fuego. Antes de que se enfríe, añadir una cucharada de salvia y otra de gordolobo. Dejar reposar 10 minutos. Tomar un vaso cada noche durante 15 días.

Otros remedios naturales
Remedio para la fiebre del heno #1: Tintura de valeriana: para prepararla, introducir 25 g de raíces secas de valeriana en un litro de agua y dejar macerar en un lugar frío durante 12 horas. Tomar una taza al día.

Remedio para la fiebre del heno #2: Hervir dos zanahorias y una cabeza de ajo en 250 ce de leche de soja hasta que estén blandos. Colar y añadir una cucharadita de miel. Tomar un vaso cada noche un mes antes del periodo alérgico, y luego continuar otro mes.

Remedio para la fiebre del heno #3: La mezcla de fumaria, cúrcuma, saúco, romero, tomillo y semillas de hinojo es muy efectiva para combatir los síntomas. Hierve en 1 litro de agua 4 cucharadas soperas de estas plantas durante 5 minutos a fuego lento, deja reposar 10 más y filtra. Toma un vaso de esta decocción añadiendo el zumo de Vi limón y una cucharadita de miel, 3 veces al día antes de las comidas, durante una semana. 

Remedio para la fiebre del heno #4: El jengibre tiene efectos antiinflamatorios, fluidifica la mucosidad y descongestiona las fosas nasales. Prepáralo en una decocción hirviendo 1/2 cm de rizoma por vaso de agua durante 5 minutos. Puedes tomarlo de 2 a 3 veces al día, o en cápsulas de 350 a 700 mg al día, repartido de 1 a 2 tomas fuera de las comidas. Conviene evitarlo si tienes gastritis o tomas anticoagulantes.

Remedio para la fiebre del heno #5:  Del extracto de la corteza y de las yemas del Pino marítimo se obtienen unas sustancias activas que bloquean la histamina, sustancia que participa en los procesos inflamatorios presentes en la rinitis. Toma de 250 a 750 mg de extracto seco, repartido de 1 a 3 veces al día, 30 minutos antes de las comidas

Recomendaciones
Evitar las horas de polen ya sea en el campo o la ciudad Tiempo atrás los alergólogos recomendaban a sus pacientes que no pisaran el campo en primavera, pero ahora esa recomendación es inútil porque en las grandes ciudades existen árboles ornamental urbano que producen una gran cantidad de polen en primavera. Además, el “polen de ciudad” es mucho más agresivo debido a los contaminantes del aire. 
Como no se puede huir totalmente de él, solo queda esquivarlo al máximo con medidas que son de sentido común: evita salir a las horas de más polen (las primeras de la mañana y al atardecer) especialmente si hace viento, manten las ventanas de casa cerradas a esas horas y también mientras duermes, no tiendas al aire libre o usa la secadora, usa gafas de sol en la calle, viaja con las ventanillas del coche cerradas.

Se corre mayor riesgo de sufrir fiebre del heno si:
Se vive en la ciudad. En los centros urbanos hay muchos contaminantes en el aire (sobre todo partículas diesel) y la cantidad se eleva año tras año debido al aumento del tráfico. Estas partículas empeoran los síntomas de la alergia (sobre todo los que afectan a los bronquios). Pero no solo eso, también afectan a las plantas, que se “estresan” y generan un polen más agresivo.
Se nació justo antes de la polinización. Esto ocurre por la exposición al alérgeno cuando el sistema inmune está todavía inmaduro.
No se recibió lactancia materna. La leche de la madre transmite anticuerpos que previenen de alergias.

fuente: aqui

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