El grosellero es un arbusto perenne, perteneciente a la familia de las saxifragáceas, que mide hasta 1,5 metros de altura.
Las ramas
son duras y las hojas son alternas, pecioladas, con margen dentado y
multitud de glándulas resinosas en el envés. Las flores aparecen en
densos racimos y los frutos son bayas oscuras.
Las
flores tienen el cáliz coroliforme y pentalobulado, de color verde
amarillento y se reúnen en racimos colgantes durante la primavera. Los
pétalos son libres y mucho menores que los sépalos, alternando con
éstos. Los estambres, cinco en total, nacen frente a los sépalos.
Los frutos son pequeñas bayas, llamadas grosellas, de color morado o blanco, que maduran en julio-agosto
Se
utilizan las hojas y los frutos, que se recolectan entre julio y agosto.
Las hojas se secan a la sombra y se guardan, troceadas, en recipientes
de cristal bien cerrados y protegidos de la luz.
Propiedades nutritivas
Las hojas
contienen aceite esencial, flavonoides, taninos catéquicos y ácidos
orgánicos. Los frutos, además de flavonoides, contienen antocianos,
ácidos fenólicos, ácidos orgánicos, vitamina C y sales minerales.
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Propiedades curativas
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Propiedades curativas
Las hojas
del grosellero negro ejercen una importante acción y antirreumática
sobre los procesos reumáticos en general, sin los inconvenientes que
suelen tener medicamentos alopáticos habituales en estas afecciones.
El efecto
antiinflamatorio, ligado a su potente acción diurética y eliminadora de
sustancias de desecho, como la urea y el ácido úrico, permite que este
remedio también sea beneficioso en los tratamientos de gota, así como
para aumentar la diuresis en afecciones genitourinarias como la
cistitis. Asimismo, es un complemento a tener en cuenta en los
tratamientos de adelgazamiento para evitar la retención de líquidos.
Entre otros usos, tradicionalmente se utilizaban para aliviar el dolor y la inflamación producidas por las picaduras de insectos
Su jugo es muy bueno para aliviar contusiones, encías sangrantes, irrigación lenta de los capilares sanguíneos, hemorroides y problemas del tejido conectivo
Su jugo es muy bueno para aliviar contusiones, encías sangrantes, irrigación lenta de los capilares sanguíneos, hemorroides y problemas del tejido conectivo
El jugo de
la grosella tanto negra como roja es ideal para tratar la infección por
hongos en la boca (aftas o candidiasis bucal) o en la vagina
(vaginitis). Al servirse caliente, el jugo de cualquiera de las dos
frutas propicia la transpiración y ayuda a detener un resfriado o una
fiebre en una forma bastante similar a la de una limonada caliente.
Aumentan
eficazmente la resistencia capilar y disminuyen la permeabilidad de las
paredes venosas, dando muy buenos resultados en la prevención de las
varices y las hemorroides.
Infusiones con grosellero
Infusión con grosellero para la retención de líquidos:
Se ponen de dos a tres cucharaditas de las hojas secas en una taza con
agua en ebullición. Se deja reposarlo minutos y se cuela. Se tomará una
taza varias veces al día.
Infusión con grosellero para los dolores articulares
Verter 1 cucharada de hojas secas de grosellero y otra de harpagofito
desmenuzadas en una taza de agua que esté hirviendo. Dejar posar la
infusión durante 15 minutos y tomar una taza cuando se presenta el
dolor.
fuente: aqui
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