Cuando somos responsables al cien porcien de nuestra vida y comprendemos que todo lo que ocurre en ella es para nuestro bien y que los problemas y dificultades son tan grandes o pequeños como nosotros queramos hacerlos, entonces también entendemos que no hay que albergar expectativas concretas sobre la resolución de cualquier conflicto.
Si mantenemos nuestra atención
en en un determinado resultado estamos perdiendo la posibilidad de
otro en potencia mejor para nosotros. La Divinidad siempre actuá a
nuestro favor aunque a veces desde nuestro limitado punto de vista no
lo parezca.
Nuestro papel es confiar, exponer lo
que para nosotros es un problema y confiar en que la Divinidad que
sabe mucho mas que nosotros nos iluminara el camino de la resolución
Cuando practicamos Ho'oponopono estamos
dando permiso a la Divinidad para borrar las memorias y creencias que
han ocasionado el problema, confiamos en su sabiduría y soltamos.
Dejar ir el problema es el primer paso
para solucionarlo, dejar de enmendar la pagina a la divinidad con
“sugerencias” de lo que seria “bueno” para nosotros o peor
aun lo que seria bueno para los demás.
Cuando nos sorprendamos enfrascados en un monologo con Dios dándole explicaciones del
porque queremos que suceda esto o aquello, tenemos que parar, parar
en seco y repetir una y otra vez las palabras que nos conectan con la
solución lo siento, perdoname, te amo, gracias.
Todas ellas o solo
una la que en ese momento nos salga del corazón, eso parara nuestro
monologo, nos hará centrar en el presente y dejara espacio para la
inspiración
Estar abierto a
cualquier solución, a cualquier cambio. Y confiar,
Las expectativas
solo nos limitan posibilidades
Pilar
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