¿Podría una emoción negativa contener también un mensaje importante?. Por ejemplo, si a menudo me siento deprimido,
puede ser una señal de que algo anda mal en mi vida y puede forzarme a
mirar mi situación vital y hacer algunos cambios. Así que necesito
escuchar lo que la emoción me está diciendo y no rechazarla simplemente
como negativa.
Sí, las emociones negativas recurrentes a menudo contienen un mensaje, lo mismo que las enfermedades. Pero cualquier cambio
que usted haga, sea que tenga que ver con su trabajo, con sus
relaciones o con lo que lo rodea, es en últimas sólo cosmético a menos
que surja de un cambio en su nivel de conciencia. Y en
cuanto a esto, sólo puede significar una cosa: volverse más presente.
Cuando usted ha alcanzado cierto nivel de presencia, no necesita la
negatividad para decirle lo que es necesario en su situación vital. Pero
mientras la negatividad esté ahí, úsela. Úsela como una especie de
señal que le recuerde estar más presente.
¿Cómo evitamos que surja la negatividad y cómo nos libramos de ella cuando aparece?
Como
dije, evite que surja estando completamente presente. Pero no se
desanime. Hay aún pocas personas en el planeta que pueden mantener un
estado de presencia continua, aunque algunos están cerca de ello.
Pronto, creo, habrá muchos más. Siempre que se dé cuenta de que ha
surgido alguna forma de negatividad en usted, mírela no como un fracaso
sino como una señal útil que le dice: “Despierta. Sal de la mente. Vive el presente”.
Hay una novela de Aldous Huxley
titulada La Isla, escrita en sus últimos años, cuando se interesó mucho
en las enseñanzas espirituales. Cuenta la historia de un náufrago en
una isla remota separada del resto del mundo. Esta isla contiene una
civilización única. Lo inusual de ella es que sus habitantes, al
contrario de los del resto del mundo, son realmente cuerdos. La primera
cosa que el hombre nota son unos papagayos coloridos encaramados en los
árboles, que continuamente cotorrean las palabras “Atención. Aquí y
Ahora. Atención. Aquí y Ahora”. Luego nos enteramos de que los isleños
les han enseñado estas palabras para que les recuerden constantemente
mantenerse presentes.
Así que siempre que sienta la
negatividad surgiendo en usted, causada por un factor externo, por un
pensamiento o por nada en particular de lo que sea consciente, véala
como una voz que le dice “Atención. Aquí y Ahora. Despierta”. Incluso la
más leve irritación es significativa y debe ser reconocida y observada;
en caso contrario, habrá una acumulación de reacciones no observadas.
Como dije antes, usted puede ser capaz de soltarla una vez se dé cuenta
de que no quiere tener este campo de energía dentro de usted y de que no
sirve para nada. Pero entonces asegúrese de que la suelta
completamente. Si no puede hacerlo, acepte que está ahí y ponga su
atención en ese sentimiento, como señalé anteriormente.
Como alternativa a abandonar una
reacción negativa, puede hacerla desaparecer imaginando que usted se
hace transparente a la causa externa de la reacción. Le recomiendo que
practique esto al principio con cosas pequeñas, incluso triviales.
Digamos que está sentado tranquilamente en casa. De repente se oye el
sonido penetrante de la alarma de un auto al otro lado de la calle.
Surge la irritación.
¿Qué sentido tiene la irritación?
Ninguno en absoluto. ¿Por qué la creó usted? No lo hizo, fue la mente. Fue totalmente automático, totalmente inconsciente. ¿Por qué la creó la mente? Porque
tiene la creencia inconsciente de que su resistencia, que usted
experimenta como negatividad o infelicidad de alguna forma, disolverá en
alguna medida la condición indeseable. Esto, por supuesto, es un
engaño. La resistencia que crea, la irritación o ira en este caso, es
mucho más perturbadora que la causa original que está tratando de
disolver.
Todo esto puede transformarse en práctica espiritual.
Siéntase a sí mismo volviéndose transparente, como quien dice, sin la
solidez de un cuerpo material. Ahora permita que el sonido, o lo que sea
que cause la reacción negativa, pase a través de usted. Ya no golpeará
una “pared” sólida dentro de usted.
Como dije, practique con cosas pequeñas
primero. La alarma del auto, el perro que ladra, los niños que gritan,
la congestión de tráfico. En lugar de tener un muro de resistencia
dentro de usted que es golpeado constante y dolorosamente por las cosas
que “no deberían estar sucediendo”, deje que todo pase a través de
usted. Alguien le dice algo con la intención de molestarle. En lugar de
tener una reacción negativa inconsciente, como ataque, defensa o
repliegue, permita que pase a través de usted. No ofrezca resistencia. Es como si ya no hubiera nadie ahí que pudiera ser herido. Eso es el perdón.
En esa forma, usted se vuelve invulnerable.
Usted puede decirle a esa persona de todos modos que su conducta es
inaceptable, si eso es lo que escoge hacer. Pero esa persona ya no tiene
el poder de controlar su estado interior. Usted está entonces en su
propio poder, no en el de la otra persona, y tampoco está gobernado por
su mente. Se trate de una alarma de auto, una persona
descortés, una inundación, un terremoto o la pérdida de todas sus
posesiones, el mecanismo de resistencia es el mismo.
He practicado la meditación, he ido a talleres, he leído muchos libros sobre espiritualidad, intento estar en un estado de no resistencia, pero si usted me pregunta si he encontrado paz interior verdadera y duradera, honestamente debo contestar que no. ¿Por qué no la he encontrado? ¿Qué más puedo hacer?
Yo le diría: no busque paz. No busque
ningún otro estado que ese en el que se encuentra ahora; de lo
contrario, establecerá un conflicto interior y una resistencia
inconsciente. Perdónese a sí mismo por no estar en paz. En el momento en que usted acepte completamente su falta de paz, se transmutará en paz. Ese es el milagro de la entrega.
Usted puede haber oído la frase “ponga
la otra mejilla”, que un gran maestro de la iluminación usó hace dos mil
años. Estaba tratando de comunicar simbólicamente el secreto de la no
resistencia y la no reacción. En esa afirmación, como en todas las otras
que hizo, se refería sólo a su realidad interior, no a la conducta
externa de su vida.
¿Conoce la historia de Banzan? Antes de convertirse en un gran maestro Zen, pasó muchos años en la búsqueda de la iluminación,
pero esta lo eludía. Entonces un día, cuando caminaba por el mercado,
oyó una conversación entre un carnicero y su cliente. “Déme el mejor
trozo de carne que tenga”, decía el cliente. Y el carnicero replicó:
“Todos los trozos de carne que tengo son el mejor. No hay un trozo de
carne aquí que no sea el mejor”. Al oír esto, Banzán se iluminó. Veo que
espera una explicación. Cuando usted acepta lo que Es, todo trozo de
carne (todo momento) es el mejor. En eso consiste la iluminación.
-Entrevista a Eckhart Tolle-
fuente: aqui
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