sábado, 22 de febrero de 2014

FATIGA

Bloqueo físico: 
La definición siguiente se refiere a una persona que se siente cansada muy a menudo o siempre, sin razón aparente, que experimenta una sensación de laxitud, de falta de energía y falta de fuerza muscular.
Bloqueo emocional: 
A esta persona le falta una meta concreta en su vida. Para alimentar el cuerpo emocional, todo ser humano necesita experimentar deseos. Una meta es el deseo
de realizar algo concreto en el “hacer” o en el “tener”. Nuestro cuerpo emocional o cuerpo de deseos está contento cuando tenemos al menos una meta a corto plazo,
una a mediano plazo y otra a largo plazo. En lugar de actuar para realizar tus metas, la persona fatigada está demasiado agarrada de sus pensamientos llenos de preocupaciones y temores, que la bloquean y consumen su energía.
Bloqueo mental: 
Si padeces este problema, es muy posible que creas que no mereces algunas
cosas o tal vez te tomes la vida extremadamente en serio. Tu actividad mental
ocupa demasiado lugar en comparación con tu actividad física. Comienza por
apreciar todo lo que tienes en tu vida presente y dedica un tiempo a sentir lo que te
resulte agradable en el momento. Después, haz una lista de lo que te gustaría
hacer y elabora un plan concreto para realizarlo. No es importante cuánto tiempo te
lleve; lo que importa es que alimentes a tu cuerpo de deseos, sabiendo que esto te
dará la alegría de vivir. Puede ser normal experimentar una gran fatiga después de
la resolución de un conflicto importante. También puede ser el principio de un
estado de agotamiento.
Bloqueo espiritual:

Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas.
Para precisar mejor la causa de tu problema físico, hazte las siguientes preguntas:
BLOQUEO FÍSICO:”¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?”.
Tu respuesta representará lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado el mal.
BLOQUEO EMOCIONAL:”¿Qué me impide realizar esta enfermedad?”.
Tus respuestas a esta pregunta representanal deseo o los deseos bloqueados.
“¿A qué me obliga esta enfermedad?”.
Retoma esta respuesta (o respuestas) y agrega lapalabra “no” al principio de cada uno de ellas. Estas frases representan tus deseos bloqueados.
BLOQUEO ESPIRITUAL:”Si me permitiera estos deseos, ¿qué sería?”
(Utiliza los deseos encontrados en la etapa anterior). La respuesta a esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser, bloqueada por alguna carencia.
BLOQUEO MENTAL:”Si en mi vida me permitiera ser…
(Repite la respuesta de la pregunta anterior), ¿qué podría sucederme de desagradable o de no aceptable?”.
La respuesta a esta pregunta corresponde a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu necesidad, creando así el problema físico. Cuando conoces la creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que quieres, lo primero que debes hacer para transformarte es permitirte haber tenido la necesidad de creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y que la creyó después de haber experimentado un sufrimiento. Después, pregúntate si todavía la necesitas realmente para ser feliz. Si la respuesta es afirmativa, ello es señal de que todavía te es útil. Tú eres quien gobierna tu vida, de modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que, al actuar así, obtendrás los mismos resultados que han obtenido hasta ahora. No esperes ningún cambio.Si estás convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el hecho de creerla no te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan convencido de su veracidad como hace algunos años. Es muy probable que ahora lo creas mucho menos. Por lo tanto, estás en vías de sanar. Cuando en lo más profundo de ti sabes que no quieres seguir creyendo la misma cosa, no te queda más que realizar las acciones necesarias para manifestar tus deseos a fin de permitirte ser lo que quieres ser.
Para concluir quiero repetir que la curación sólo puede realizarse en el momento en el que no se perdona. Esta etapa tiene el poder de transformar no sólo nuestro amor hacia nosotros mismos, sino también el corazón y la sangre en nuestro cuerpo físico.
Esta sangre nueva, reenergetizada por el influjo de este amor reencontrado, es como un bálsamo que circula por todo el cuerpo: a su paso transforma y rearmoniza las células.

fuente: aqui

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