lunes, 7 de julio de 2014

BUMERAN SEVERO – Yehuda Berg

Cuando somos severos con nosotros mismos es porque olvidamos que no se supone que somos perfectos. Fuimos hechos para volvernos perfectos. Y lo mismo aplica para los otros. Si mantenemos esto en mente no seremos duros con nosotros mismos ni con los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.