Tenemos la tendencia a rendirnos frente a nuestras metas cuando no
vemos resultados. Algunas personas se rinden cuando no ven un cambio de
la noche a la mañana, mientras que para otros puede tomar varios meses
llegar a un punto de quiebre.
Nos volvemos más fuertes al aumentar nuestra resistencia y así nos
acercamos más a alcanzar nuestras metas. Nos adentramos en la zona de
los milagros si persistimos cuando sentimos que no podemos más y estamos
listos para arrojar la toalla.
Los grandes líderes de este mundo son aquellos que tuvieron certeza y
nunca se dieron por vencidos sólo porque no vieron resultados. Es a
través de la resistencia que podemos ver grandes logros.
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