El llantén es una hierba vivaz de la familia de las plantagináceas (Plantago major).
Tiene
hojas ovales, enteras o algo sinuosas en los bordes, con el pecíolo muy
largo, todas radicales y dispuestas en roseta. Del centro de esta roseta
nace un escapo de 20-40 cm de altura, que termina en una espiga floral
larga y apretada.
El llantén
crece en las huertas, en los terrenos húmedos o de regadío, los prados y
los ribazos, y es de destacar la fruición con que lo devoran vacas,
ovejas, cerdos y demás animales.
A partir
de abril y hasta bien entrado el otoño aparecen los bohordos floridos,
cuyas flores se recogen en su extremo formando espigas de estambres muy
salientes que les dan un aspecto peludo muy característico. Las
semillas, pequeñas y numerosas, son muy estimadas por los pájaros.
La
medicina actual utiliza las hojas y las simientes; las primeras se
recolectan a comienzos del verano, cuando están llenas de jugo. Para
desecarlas se extienden a la sombra en un lugar seco y bien ventilado,
pues si la desecación dura demasiado se estropean y adquieren un color
pardusco. Las semillas se recogen en otoño, cuando estén bien maduras;
atención a que los pájaros no se nos adelanten.
Dioscórides,
Plinio y Apuleyo ya lo consideraban como uno de sus medicamentos
favoritos, y llegaron a sostener que era capaz de sanar veinticuatro
enfermedades distintas.
También
los druidas lo tenían por una planta sagrada que usaban en sus
ceremonias religiosas, y en el siglo xii una mujer de gran reputación
médica, llamada Trotula, escribió un tratado titulado Las enfermedades
de las mujeres antes y después del parto, en el que preconizaba el
llantén como remedio específico contra las hemorragias uterinas y
sostenía que su jugo era capaz de devolver la apariencia de virginidad.
Su nieto
Platearius, también médico de renombre, creía que vencía las fiebres e
incluso las mordeduras de las víboras; Shakespeare, menos optimista se
contenta con aludir a su acción cicatrizante en algunas de sus obras.
Y como curiosidad, terminaremos la historia del llantén transcribiendo unos versos de la famosa Escuela de Salerno:
Al esputo de sangre, el llantén, consagrado
por su virtud estíptica, apaga un fuego sagrado.
Al esputo de sangre, el llantén, consagrado
por su virtud estíptica, apaga un fuego sagrado.
Propiedades curativas
El jugo
fresco es muy eficaz contra los esputos de sangre; y la infusión y la
decocción de las hojas, muy astringentes, son de utilidad en
disenterías, diarrea, hemorragias de todo tipo y en la bronquitis
crónica. Las simientes son diuréticas.
En uso
externo, las hojas se usan tanto frescas como en decocción, y son de
gran utilidad en buches y gargarismos en laringitis, anginas y
neuralgias dentales, en lavajes oculares, en las conjuntivitis; en
irrigaciones vaginales, para las pérdidas; y en lavados y fomentos, en
llagas, úlceras varicosas y heridas y lesiones de difícil cicatrización.
Infusiones con llantén
Infusión con llantén para la bronquitis crónica
En un litro de agua hirviendo se echan 100 g de hojas secas
desmenuzadas; se retira del fuego y se deja reposar media hora; se cuela
y se endulza el líquido. Se toman de dos a cuatro tazas al día.
Infusión con llantén para la disentería
En un litro de agua se añaden 100 g de hojas y se llevan a ebullición,
dejando hervir 3-4 min; se retira del fuego y se deja reposar hasta que
se enfríe. Se cuela y se toman tres tazas entre las comidas y otra al
acostarse.
Infusión con llantén para la retención de líquidos
La decocción de las semillas es un buen diurético, especialmente
indicado cuando existe retención de líquidos o edemas; se prepara como
la decocción de hojas, pero con 10 g de semillas.
Remedios con llantén
Remedio con llantén para úlceras varicosas
Las hojas frescas, después de quitarles los nervios cuando éstos son
salientes, y una vez bien limpias, se escaldan con agua hirviente y se
aplican directamente sobre las úlceras.
Remedio con llantén para acelerar la cicatrizacion de una herida
Igualmente puede emplearse el mismo remedio anterior con agua
hirviente, machacadas y aplicadas en cataplasmas sobre la zona afectada
fuente: aqui
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