viernes, 17 de julio de 2015

La liberación que me otorga el Perdón

 

¿Qué es realmente el perdón?

Cuando hablamos de perdón hacemos referencia a una liberación profunda que alberga sobre todo culpabilidad, esa culpa es una limitación muy fuerte que creamos y heredamos de patrones de aprendizajes inculcados, este sentimiento no es más que un autosabotaje que nos impide cortar con esas conductas del pasado que sólo nos han traído reacciones y consecuencias poco saludables.

corazonamarrado
Cuando perdonamos se produce una limpieza en el corazón y es como si un gran peso se desprendiera de nuestro cuerpo, pero en realidad no estamos perdonando al otro ser, sino a nosotros mismos. Si nos ponemos a pensar en las situaciones de enfado que hacen que nos enfrentemos a otra persona, si escudriñamos, veremos que lo que nos enfadao en realidad es siempre “nuestra acción u omisión” pero como nuestro ego nos engaña, no lo vemos, sólo vemos la reacción de nuestro espejo, de nuestro hermano a quien juzgamos y culpamos de nuestro enfado, dolor o cualquier energía que nos altere la paz.
El proceso del perdón puede ser un camino largo, pero sabes que aferrarte al rencor o los pensamientos negativos no te ayudará, eso sólo traerá más dolor emocional. Tienes que aceptar que te llevará el tiempo que sea necesario, a veces, aunque queramos perdonar, aunque veamos la situación con el espíritu, seguirá estando ahí clavado y puede que creas que está todo resuelto, pero un buen día vuelven pensamientos de resentimiento hacia “esa persona o situación”
Si eso pasa no te frustres, sólo tienes que ser consciente de que estás en un proceso de curación, trata de no alimentar esos pensamientos pero tampoco te mortifiques, son esas energías residuales que siguen estando ahí, agradece y piensa que pronto se irán.

perdónate a tí mismo

Una forma de perdonar es aceptar el rol que hayas tenido en ese conflicto y liberar el dolor, el resentimiento, el temor, dejar de apegarse a esa situación y entregarla a Dios o al espíritu, hay que hacer espacio para que la luz y el amor lo llenen.
Cuando se perdona se restablece el poder personal de ambas partes y el velo que impedía ver la situación real cae y se desvanece como si fuera un hechizo. Sabrás que has perdonado cuando miras retrospectivamente la escena y no te produce alteración en tu interior, ya no hay dolor ni enfado, sólo experimentarás gratitud, agradecerás que todo haya terminado, encontrarás alivio y paz y agradecerás la lección aprendida.

Ejercita el perdón diariamente:

Aunque no lo notemos, todos los días nos apegamos a gente, cosas, decisiones que posiblemente no son beneficiosas pero que en ese momento nos parecían correctas, todos los días hablamos con personas y quizás sin querer emitimos juicios, críticas, que pueden afectar a la otra persona sin ni siquiera saberlo.
Si todos los días perdonamos “ese daño desconocido” empezaremos a transformar nuestras vidas, poco a poco empezaremos a mejorar nuestra salud emocional y física y transformaremos nuestro entorno, cuando te sanas tú, también estás sanando a quienes te rodean.
Esta práctica diaria nos irá fortaleciendo y nos recompensará con sentimientos de liberación y ligereza, cuanto más elijamos el bien mayor que nuestro bien personal, estaremos integrando el perdón como parte de nuestra personalidad.

Ejercicio práctico:

nudo

*Busca unos minutos en tu día y repira profundo, en cada inhalación respira pensamientos puros, frescos, vigorizantes y en cada exhalación expira cualquier resentimiento o animosidad.
*Visualiza un manojo de nudos apretados y retorcidos y cómo cuando exhalas esos nudos se van aflojando, con cada exhalación se van deshaciendo cada vez más, al tiempo que te sientes cada vez más ligero y liberado.
El perdón no significa necesariamente reconciliación, sólo estás dejando ir el apego emocional que te mantenía en le sufrimiento.
carta de perdón

Si no puedes perdonar personalmente, puedes hacerlo a través de una oración o con una carta. Muchas de las personas que lo han hecho han experimentado una liberación muy rápida, incluso con lágrimas, porque se vive el corte con un pasado doloroso y que no se había podido dejar ir hasta ese momento.
Puedes enviar la carta o si te resulta violento hacerlo, sólo quemarla y mientras arde visualizar que estás quemando todos los sentimientos oscuros, profundos y negativos que tienes asociados con esa carta.
Escribir notas de perdón a diario es una manera de ser consciente y de que tu percepción sea clara y esté cada vez menos apegada a los hechos o sentimientos.
Como dijimos al principio, el perdón es una calle de ida y vuelta: ¿Por qué es tan importante perdonarse a sí mismos?
Cuando perdonamos a alguien estamos demostrando misericordia, ¿acaso no te mereces el mismo acto?, ¿no te mereces ser comprendido, amado y respetado? No esperes a que otro te lo ofrezca, hazlo tú mismo. Nadie más que tú sabe cuanto tiempo dedicas a tus pensamientos y cuán rápido lo puedes superar, ofrécete la libertad de vivir sin dolor ni tormento, no te castigues por lo que pasó, por lo que hiciste o dejaste de hacer porque no hay culpables, sólo pasó lo que tenía que pasar en ese momento y ya no lo puedes cambiar, acepta y libera esos recuerdos.

Te mereces la paz, la felicidad y ver la vida de forma positiva.

 fuente: aqui

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