miércoles, 11 de noviembre de 2015

Infusiones con equinácea para el resfriado, gripe y cicatrizaciones


La equinácea, originaria de América, es una planta vivaz que alcanza a medir 1,2 metro de alto, con hojas lanceoladas. Las flores, de color púrpura, tienen una parte central cónica dorada (hay especies con flores de color rosa pálido y blancas).
Crece silvestre en praderas y llanuras y necesita un suelo bien drenado y rico en nutrientes y un emplazamiento soleado o a media sombra.
Cortar las flores cuando se marchitan estimula la producción de nuevas inflorescencias. Se puede cultivar a partir de semillas en primavera o reproducir dividiendo las raíces.



Propiedades de la equinácea
La equinácea ha sido muy empleada en el mundo de la medicina natural especialmente por sus propiedades desinfectante y analgésica en casos de heridas.Las raíces contienen inulina, polisacáridos, aceite esencial, resina, esteral vegetal y ácidos grasos. Se ha demostrado que la equinácea aumenta las defensas del organismo frente a las infecciones.
Sin embargo, recientemente se ha observado que esta planta tiene otras virtudes curativas.
La equinácea contiene aceite esencial, que parece ser el responsable de su acción estimulante del sistema inmunitario, y una sustancia (cisl, 8-penta-decadieno) que in vitro posee propiedades antitumorales.
En su composición figuran además: equinacósido (glucósido con marcada acción antibiótica), poliacetilenos (bactericidas y fungicidas) y un factor inhibidor de enzimas producidos por varias bacterias que hace a la equinácea capaz de bloquear la difusión de los gérmenes por los tejidos.
Las más importantes propiedades de la equinácea, a partir de sus principios activos que por ser tan especiales he detallado, son la bacteriostática y la fortalecedora del sistema inmunitario.
Tales cualidades han hecho que actualmente se la emplee como coadyuvante en las curas naturistas destinadas a luchar contra el cáncer y el sida.
La equinácea es además béquica, antiinflamatoria, sedante y somnífera, aplicable a patologías del sistema nervioso, como alteraciones e insomnio, tos, resfriado, gripes y bronquitis.
En ningún botiquín puede faltar esta planta, ya que resulta un remedio eficaz, en infusiones en aplicaciones tanto internas como externas, en casos de angina, fiebre, peligro de septicemia y en todo tipo de infección interna y externa (cistitis, faringitis, laringitis, mastitis, impétigo, hongos, afecciones de la piel, etc).
La equinácea ayuda al organismo a enfrentarse a todo tipo de bacterias, aumentando el número de glóbulos blancos en la sangre y reforzando así el sistema inmunitario. Se utiliza en las afecciones prostáticas por su efecto descongestionante de las glándulas prostáticas y como desinfectante de las vías urinarias. En las lesiones de la piel actúa como antiinfecciosa, cicatrizante y regeneradora de los tejidos.
En casos de abscesos, heridas y quemaduras infectadas, dermatosis y eccemas, se la usará por vía interna o externa. Se aconseja usar la equinácea fresca siempre que se pueda.

Infusiones y remedios con equinácea

A continuación se presenta las formas curativas que se pueden emplear la equinácea:
Infusión con equinácea para el resfriado: Una cucharadita por taza de agua. 3 tazas al día hasta que el resfriado ceda.
Remedio con equináea para reforzar el sistema inmunológico: Macerar la planta fresca en alcohol de 45° (orujo) durante 15 días. Tomar 20-30 gotas tres veces al día por 2 semanas.
Remedio con equinácea para ayudar a desinfectar heridas: Macerar la planta fresca en alcohol de 90°.Aplicar solamente en uso externo, diluida.
Remedio con equinácea para cicatrizar heridas Colocar una cataplasma de hojas frescas directamente sobre las heridas o las zonas infectadas.

Precaución

La equinácea se considera segura a las dosis recomendadas. Sin embargo, las mujeres embarazadas o que dan el pecho no la deben tomar en forma de inyección. La planta tiene propiedades demostradas de inmunomodulación, por lo que las personas que padecen lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, tuberculosis, leucemia, esclerosis múltiple o sida deben consultar con su médico antes de tomarla.
La equinácea no debe darse a los niños menores de dos años y sólo debe administrarse a los niños después de consultar con su médico.
La investigación indica que la equinácea es más eficaz cuando se toma al inicio de los síntomas del resfriado o de la gripe y cuando su utilización se mantiene durante no más de ocho semanas. Existe alguna indicación de que la planta pierde su efectividad cuando se utiliza durante un período largo de tiempo. Es necesario interrumpir la administración durante al menos algunas semanas para dar la oportunidad al sistema inmunitario del organismo de descansar y ajustarse.

fuente: aqui

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.