“Un hombre no puede estar cómodo sin su propia aprobación”
La mayoría de personas tenemos que lidiar con un crítico interior reflejado en pensamientos persistentes
que nos dicen que no somos suficientemente buenos o que ponen en duda
nuestras metas. Incluso, esos pensamientos intentan destruir, minar o
poner en entredicho nuestros logros.
Por una parte está uno mismo, que se levanta cada mañana con un objetivos y dueño de sí mismo, y por otra parte está ese crítico interior “anti-yo”, a veces autodestructivo, que se manifiesta en forma de pensamientos negativos.
Esta voz interna con la que nos criticamos a nosotros mismos está formada por experiencias de la vida dolorosas, ocurridas en la infancia y en la adolescencia, en las que se han sufrido situaciones hirientes o se han presenciado en otros.
A medida que crecemos adoptamos de forma
inconsciente esos patrones y los convertimos en pensamientos negativos y
destructivos hacia nosotros y también hacia los demás.
Cuando no somos capaces de identificar y separar ese crítico interno, estamos permitiendo que afecte a nuestro comportamiento
y que, de alguna forma, dirija nuestra vida, sabotee nuestras
relaciones, acciones y objetivos e impide que vivamos la vida que
queremos vivir.
Cómo desafiar a nuestro crítico interior
1 – Identifica a tu crítico interior y lo que te está diciendo
Es necesario identificar lo que tu voz interior critica de ti
¿Qué dice cuando te miras en el espejo por las mañanas? ¿Qué dice
cuando te propones una nueva meta? ¿Qué dice cuando te propones hacer
algo diferente?
En este punto, es importante reconocer que este proceso de pensamiento está separado de tu verdadero punto de vista.
Tu voz crítica interior no es un reflejo de la realidad,
sino que es un punto de vista adoptado inconscientemente en base a las
experiencias destructivas y negativas tempranas de la vida y actitudes
dirigidas hacia ti que has interiorizado como tu propio punto de vista.
2 – Separa de ti a tu crítico interno
Diferenciar la voz interior es fundamental para interpretar esos pensamientos en segunda persona.
Es decir, ante pensamientos como “nunca podré hacer nada bien” hay que
replantear inmediatamente el pensamiento y modificarlo -siguiendo el
ejemplo anterior- por algo como “no se puede hacer nada bien”.
Esto ayudará a ver los pensamientos desde un punto de vista ajeno y no como afirmaciones verdaderas.
3 – Responde a tu crítico interno
Es necesario responder a las críticas haciendo una evaluación realista y compasiva sobre uno mismo.
En respuesta a un pensamiento interno
como “eres idiota” es necesario responder en primera persona de manera
positiva, dando respuestas como “yo soy una persona inteligente que a
veces tiene problemas, pero lo suficientemente competente como para
salir adelante”.
No se trata de un ejercicio de egocentrismo, sino que su objetivo es encontrar una actitud más amable y honesta hacia uno mismo.
4 – No actues siguiendo las críticas de tu voz interior
No hay que actuar siguiendo las pautas que nos marca el punto de vista de nuestro crítico interior, sino que hay que tomar decisiones según nuestro punto de vista racional y meditado.
Puede que ese crítico interior quiera gritar más alto, que no quiera correr riesgos o que quiera hacer otra cosa. Sin embargo, identificando y separando esa voz interna es más fácil controlar los pensamientos autodestructivos, hacerse más fuerte y debilitar esas autocríticas.
Cuando las críticas de los demás nos afectan demasiado
“Confía en ti mismo. Sabes más de lo que crees que sabes”
Muchas veces, las críticas de los demás nos afectan demasiado porque están de acuerdo con esa voz crítica interior. En algunos casos puede que las lleves oyendo toda la vida en boca de otros, hacia ti o hacia otros.
Si identificas tu voz crítica interior,
lo que te dice y a la persona cuyas críticas y comentarios se alinean
con ella, habrás encontrado una fuente de toxicidad importante para tu felicidad y tu autoestima. Las críticas destructivas tanto de los demás como nuestras son tóxicas.
No sé tú, pero la gente “normal” suele
sacar la basura a la calle, cerrar las puertas de las estancias cuando
huelen mal hasta que se pasa, ventilar cuando el ambiente está cargado y
tirar o guardar aquello que les estorba porque simplemente no pueden
tenerlo delante.
Evidentemente no puedes hacer esto de forma tan literal con las personas tóxicas que hay en tu vida, pero sí que puedes tomar medidas.
fuente: aqui
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