viernes, 22 de enero de 2016

REFLEXOLOGÍA…porqué y como


La reflexología es un medionatural
y ancestral de curación
que ha soportado la prueba del
tiempo durante muchos siglos.

Consiste en la manipulación firme y delicada de
ambos pies para estimular sus puntos reflejos con el fin de:
Aliviar la tensión del cuerpo.

Sosegar el flujo de conciencia.
Serenar las emociones.

Reencontrarse a nivel espiritual.

Al evocar las facultades curativas latentes del cuerpo, la reflexología
ayuda a crear un estado saludable y armónico, ideal para el
funcionamiento eficaz del ser humano a los niveles físico, mental y
emocional.

Esta forma natural de curación ha pasado la prueba del tiempo y
sigue siendo un tratamiento seguro, sencillo e incruento, que obtiene
notables resultados en todo el mundo.

La reflexología estimula o calma zonas del cuerpo mediante la
manipulación inteligente de sus zonas o puntos reflejos en los pies.
Estos puntos reflejos son la correspondencia exacta, precisa y en miniatura
de otras partes, órganos y glándulas del cuerpo.

La manipulación de puntos reflejos específicos en los pies evoca una respuesta
refleja favorable e involuntaria en la parte relacionada del cuerpo.
Los pies también reflejan el estado de la mente, el cuerpo y el alma
mediante la textura y condición de sus plantas.

La oleada repentina de energía vibrante que genera el masaje reflexológico
rejuvenece el cuerpo, disipa los impedimentos emocionales
y establece un estado de paz interior en el cual puede recuperarse
y/o mantenerse un estado saludable natural.

A las personas sanas la reflexología ofrece:
Una forma agradable de relajación.
Alivio del miedo, la ansiedad y la frustración.
Un rejuvenecimiento que revitaliza la mente, el cuerpo y el alma.
Un aumento de la vitalidad y confianza.
Una mejora de la calidad del sueño.
El miedo reprimido, la ansiedad y la desconfianza provocan inquietud
y tensión que interfieren de inmediato con las funciones y
procesos naturales del cuerpo.
Cuanto mayor sea la inquietud, mayor será la tensión y más perniciosa
la interferencia.

Los pensamientos desequilibrantes devastan y alarman el cuerpo,
haciendo que este se defienda de forma instintiva y prepare sus células
para un ataque o cualquier forma de adversidad percibida que
pueda amenazar su bienestar.

La musculatura se torna excesivamente tensa.
• Los músculos contraídos y tensos comprimen las estructuras internas.
• Se reduce así el espacio funcional de las distintas partes del
cuerpo.
•La rigidez subsiguiente inhibe la movilidad.
•Ciertas áreas sufren depleción de sangre.
•Las células del cuerpo afectadas se ven privadas de su sostén nutricional.
•Estas células subalimentadas pierden la oportunidad de crecer y
desarrollarse en toda su capacidad.
•Se acumulan sustancias potencialmente peligrosas y quedan atrapadas
en la luz estenosada de las venas y vasos linfáticos.
•El cuerpo, la mente y el alma quedan abrumados por la carga
El desasosiego mental se manifiesta con síntomas de sufrimiento y
malestar.

Es la forma en que el cuerpo llama la atención con la esperanza
de que se den pasos beneficiosos para cambiar esta situación
de miedo y espanto.
El dolor es la súplica desesperada de las células subnutridas y
afectadas del cuerpo. Es su forma de rogar al cerebro que alivie la
tensión para que las sustancias vitales puedan circular y nutrir.
Si la situación no se alivia con la relajación, el miedo y la interpretación
errónea del dolor pueden causar más angustia y tensión, lo cual afectará
a otras células y propagará el dolor y la enfermedad.

Toda tensión prolongada priva a las células afectadas de espacio,
nutrientes y fuerzas vitales, lo cual significa que es más probable que
funcionen mal y terminen por sufrir malformaciones, una afección
que suele conocerse como cáncer.

La reflexología es una técnica de relajación que disipa la tensión,
alivia la presión y termina por suprimir la enfermedad.

fuente: SAIKU

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